Hemos llegado a la época del año en que nos enteramos de que Jonny y Sophie pasaron la la Navidad en las montañas de Klosters con Charlie y Cammi (o, mejor aún, Wills y Kate), que Dave y Sam se reunieron con ellos para hacer un picnic durante un safari en Kenia, que la pequeña Charlotte ganó el teacher´s pet award por quinto año consecutivo, y que el querido pequeño Henry obtuvo su doctorado antes de cumplir los seis… ¡Oxbridge, por supuesto!
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Nigel Pocock
El privilegio aristocrático se ha cambiado por el privilegio meritocrático, los padres quieren lo “mejor” para sus pequeños kiddiwinkles, precisamente para que puedan subir el resbaladizo palo de éxito material, tener el mejor trabajo, y por ende la hipoteca más grande, y así repetir el proceso con sus hijos.
Quizás el tan denostado Richard Herrnstein tenía razón: el éxito, literalmente llama al éxito, ya que ¿el individuo intelectualmente bien dotado transmite su composición genética favorable a su progenie? Pero, ¿tiene esto algo que ver con el valor? ¿Qué es el “valor”? ¿Vale más un primer ministro que una persona mayor con demencia que vive en un asilo para ancianos? ¿Quién lo puede decir? Alguien lo dijo, y fue asesinado de inmediato por los poderes políticos y religiosos.
El que ‘los últimos serán los primeros ‘, junto con la idea de que él era un gobernante legítimo era algo peligroso.
El reciente desenlace del genoma del hombre de Neandertal ha revelado que el homo sapiens moderno europeo -¡el sabio!- Tiene alrededor de 2% a 5% del ADN del neandertal.
La nueva reconstrucción facial y corporal del homo erectus (contemporáneo del neandertal, pero en diferentes partes del mundo) reveló una semejanza extraordinaria con la de los aborígenes australianos. Los neandertales tenían un cerebro más grande.
¿Significa esto que los que tienen cerebros más grandes valen más? ¿Se avecina una nueva poligénesis (orígenes múltiples de la gente moderna) en el horizonte?

Lo que muchas personas no se dan cuenta – debido al debate ridículamente polarizado sobre los orígenes humanos- es que tanto Charles Darwin y los evangélicos fundamentalistas en realidad estuvieron de acuerdo en una monogénesis (un origen para todos los humanos actuales), y que Darwin se opuso a la poligénesis, señalando que condujo al racismo.
El punto es que, de las tres cosas que dividen a las personas, la apariencia física, la cultura y el ADN ninguna de estas es una suficiente base para el esnobismo. Los nazis creían en las teorías de la degeneración de otra forma “pura” de raza blanca porque les convenía hacerlo. Incluso algunos, de forma melancólica, trataron de convencerme de que había gente como los ‘mulatos’-‘ mulas ‘, que eran los descendientes supuestamente estériles de apareamientos entre diferentes razas. Paradójicamente, pareciera ser que incluso la mezcla de la reserva genética podría aumentar la salud física de las personas, no a la inversa.
De acuerdo con esta medida, ¡los mulatos tienen el mayor valor! un pensamiento más reciente ha sugerido que el cuidado de los que están enfermos ha debilitado el acervo genético. ¿Y si ese es el caso? ¿No evolucionaría una persona más compasiva en su lugar?
¿Cuál es entonces la ronda de todos contra todos? Quizás el pequeño gorrión macho, con su arco y flecha, debería darle a él, ¿Y dejar escapar todo el aire caliente? La deflación podría no ser algo malo. La Humildad puede ser dolorosa. Se trata primariamente de las relaciones caóticas, seguido por un vaciamiento del yo egocéntrico, antes de que una comunidad y un yo más comprensivo puedan surgir. Pero esa es una historia para otro momento.
(Traducido por Pablo Bisbal – Email: kuky02@hotmail.com)