Migrantes, Multicultura

La huella latinoamericana en el Reino Unido

Se escuchan por la calle, sus fiestas son coloridas y gustan a los británicos. Muchos de ellos se sienten poco integrados e incluso confiesan  que han sufrido explotación laboral. Su acento los delata, pero también su alegría y optimismo..

 

  Ramón Alabau

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Por decisión social, económica y/o política decidieron emigrar. Eligieron el Reino Unido como destino de oportunidades laborales y educacionales. Son las conclusiones de un estudio realizado por la universidad británica Queen Mary que investiga los motivos y la situación de los inmigrantes latinoamericanos en Inglaterra.

El informe titulado “No más invisibles”, alusión a los pocos estudios que se han realizado hasta el momento sobre la comunidad suramericana residente en Londres, ha contado con el asesoramiento de diferentes organizaciones. Sus datos son el resultado de más de 1000 encuestas y más de medio centenar de entrevistas.

La dimensión cuantitativa de los ciudadanos que viven en Gran Bretaña y que proceden de algún país de América Latina está sujeta a estimaciones estadísticas, ya que muchos de los extranjeros viven de forma ilegal. A pesar de ello, el Gobierno británico calcula que son entre 700.000 y  1.000.000 los hispanos que viven o están visitando la isla.

Por país de procedencia destacan los brasileños, con 200.000 sujetos. Por detrás, los 140.000 colombianos, entre 70.000 y 90.000 ecuatorianos y, entre  10.000 y 15.000 peruanos.

Destacan entre las experiencias narradas los casos de discriminación y explotación que muchos han sufrido tanto en el aspecto laboral como social. Su llegada se inició en los 70, y fueron los colombianos y ecuatorianos las primeras comunidades que obtuvieron los permisos de trabajo.

La decisión

Detrás de cada persona hay una historia personal y singular. Pero el estudio refleja que los motivos laborales y económicos son la primera causa de la emigración latina en Londres.

También es notorio el alto porcentaje de jóvenes con visado de estudio que han llegado impulsados por la educación que se ofrece en Reino Unido. En el caso de los colombianos los conflictos armados han sido determinantes. La imagen estereotipa del Reino Unido fuera de la isla se mantiene constante como país donde mejorar el nivel de inglés, crecer profesionalmente, adquirir reconocimiento laboral y lograr un mejor sueldo.

Carlos Zuruaga, un colombiano que ha abierto su restaurante en Brixton, confiesa que la inestabilidad de su país lo llevó a la capital británica. “Hace 15 años que emigré para salir adelante, allí la situación es difícil. Yo viene para buscar un futuro mejor. Con trabajo y constancia he conseguido tener mi negocio, pero al principio fue muy complicado. Hay que tener dinero y yo tuve suerte porque antes trabajé con un empresario de la hostelería”.

Una vida mejor, una utopía

Hasta aquí llegan personas de todos los rincones del mundo, y entre ellas los latinos. Una población con costumbres, tradiciones e idioma diferentes a los propios de la isla.

El inglés es la principal barrera que deben esquivar para lograr un trabajo en condiciones e integrarse en la sociedad.

También, las diferencias económicas y la inversión previa que se realiza para costearse el  viaje atan a los extranjeros. Muchos se ven obligados a pedir ayudas para poder comprar el billete de avión.

Una vez aquí las ayudas de sus familiares en la mayoría de los casos no son suficientes. La libra tiene  un valor superior a otras divisas internacionales. Todos estos factores, hacen que los extranjeros se vean obligados a trabajar en empleos no cualificados y con sueldos bajos.

Trabajos que ocupan

La investigación ha indagado en los puestos de trabajo que ocupan los inmigrantes latinos. Destaca el alto número de personas que se dedican a la limpieza de oficinas, casas o, establecimientos. También en el sector hostelero hay notable presencia.

Pero sobre todo, se hace hincapié que muchas personas no reciben un trato y reconocimiento justo de su empleo, se dan casos de explotación y de discriminación laboral. María, una paraguaya que ha decidido contar su experiencia en su blog, confiesa que llegó “con muchas ilusiones y esperanzas. Comencé trabajando 10 horas por día como limpiadora de cocina en una fábrica donde ganaba lo justo para vivir y así poco a poco lograba ahorrar algún dinerito para enviarles a mis familiares”.

“Me tomó casi un año mejorar el idioma lo suficiente para conseguir un trabajo de moza en un pequeño restaurante italiano en el centro de Manchester. La vida en Inglaterra fue y sigue siendo bastante dura, y no me refiero tanto a la parte laboral sino a la vida en general”, añade María.

La investigación realizada por la Universidad Queen Mary  afirma que muchos latinos que ocupan estos trabajos perciben unas 5.35 libras por hora, un precio inferior a las 7.20 que establece la campaña Living Wage (salario justo para vivir).

Muchos latinoamericanos admiten que conocen algún caso de explotación laboral, e incluso, que han sido ellas las propias víctimas.

Es a partir del segundo año cuando los inmigrantes logran asentarse en la ciudad y consiguen ingresos extras.

Ciudadanos de segunda

Según declaraciones realizadas por la co-autora de la investigación “No más invisibles” a un medio de comunicación internacional, Cathy Mcllwaine,  muchos latinoamericanos de “clase media cuando llegan a Londres dejan este estatus por el de simples trabajadores”.

La mayoría de los inmigrantes que emigran a Londres tienen estudios medios y, muchos de ellos se consideren que viven en una situación de  ilegalidad.

Durante el 2006 se produjo una fuerte entrada de personas llegadas del Nuevo Continente, pero con las actuales políticas de inmigración han provocado el descenso del tráfico.

Ante la dificultad de logar el visado británico muchos han llegado en condición de turistas, como es el caso de los bolivarianos. Mientras que colombianos y ecuatorianos han optado por otras vías, como por ejemplo, conseguir pasaportes falsificados en España.

Este documento de identidad adquirido de forma ilegal tiene un precio en el mercado clandestino de entre 700 y 1.000 libras.

Entre los lugares que más presencia de suramericanos  hay en Londres destaca el Sur de la ciudad, según la encuesta allí viven más del cincuenta por ciento. En menor medida, y en orden descendente, el Norte, Este y Oeste, son las otras zonas elegidas para empezar una nueva vida lejos del origen.

“El 45% cree que no están viviendo en buenas condiciones”, afirma Mcllwaine.

“Añoro mi país”

Las personas entrevistas, independientemente de su situación socioeconómica actual, afirman que prefieren la vida que tenían en su país natal.

Además, dicen que gozaban de “mayores comodidades de bienestar, de una amplia  vida social, a parte del trabajo y, que se relacionaban de una forma más cercana”. Echan en falta los lazos de afecto con sus familias. Zuruaga lo tiene muy claro, volverá a Colombia. “Mi idea es trabajar duro durante los próximos años, ahorrar y regresar con mi familia. Aquí la cultura es diferente, nunca me acostumbraré al estilo inglés. Siempre pienso en mi gente, en mis amigos,… nuestro carácter es muy diferente. Yo ahora ayudo a mis compatriotas, doy trabajo a ecuatorianos, a españoles,..”

Otros casos son diferentes, como confiesa a The Prisma Wilson Porras, venezolano residente en Londres desde los 15 años, “personalmente ya no me siento venezolano pero tampoco británico. Me siento entre medias. Utilizo lo mejor de ambos países. Además de dominar el inglés, trabajo como un británico, más estricto y constante. Pero no dejo mi carácter latino nunca, siempre tengo mis bromas,..Yo volví a mi país hace dos años, pero me di cuenta que mi vida estaba aquí”.

(Fotos: Pixabay)

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