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Reyna Isabel Tejada: Las mujeres, maquilas y violencia

La industria de la maquila es una de las principales actividades económicas de la zona norte de Honduras. Allí, cientos de mujeres trabajan durante jornadas interminables y en ocasiones, siendo violentadas.

 

Benjamin Serra

 

Municipios como San Pedro Sula, Villanueva y Choloma, al norte del país, son algunos donde más se concentra la fabricación de productos para grandes multinacionales que subcontratan a empresas locales de la zona.

La mayoría de trabajadoras son mujeres y son uno de los grupos más afectados por la explotación a la que se les somete en sus puestos de trabajo en la maquila.

Frente a esta situación, un grupo de mujeres formó en 1989, el Colectivo de Mujeres Hondureñas (Codemuh), una organización feminista que lucha por la defensa y ampliación de derechos de estas trabajadoras.

Reyna Isabel Tejada forma parte de esta asociación desde 1993 y así cuenta a The Prisma su trabajo en un encuentro organizado por Central America Women’s Network y War On Want que la trajo a Londres.

¿Cómo es el día a día de una trabajadora de la maquila?

Una obrera de esta industria se levanta a las cuatro de la madrugada para dejar todo preparado en la casa antes de irse al trabajo, preparar a sus hijos, la comida y tomar rápidamente el bus para llegar al trabajo. Cuando llega allí trabaja sin descanso para conseguir las metas de producción asignadas durante jornadas de hasta once horas y media.

¿En qué condiciones lo hace?

Ni siquiera toman agua para no ir al baño y no salen en los recesos. A la hora de la comida utilizan sólo 10 minutos para regresar en seguida a la máquina. Y dentro del mismo equipo de trabajo se presionan para seguir trabajando ya que su salario depende de la producción de todas.

¿Cómo es la situación actual de la mujer en Honduras?

Honduras vive el impacto de la crisis económica y financiera mundial, además de la crisis política y social que mantiene a la población, especialmente a las mujeres sumergidas en la violencia, inseguridad e impunidad. Los índices de violencia crecen cada día por la falta de políticas adecuadas para prevenir estos actos contra las mujeres.

En 2011 fueron asesinadas 512 mujeres. Sólo un 3% de estos casos han sido conocidos por los juzgados criminales, pero ni siquiera bajo la figura del femicidio en sí.

¿Y esta situación se traslada al ámbito laboral?

Sí, efectivamente. Las mujeres sufren situaciones de violencia laboral en cuanto a la falta de empleos dignos y de trabajo en condiciones inadecuadas para el cuidado de la salud. En Honduras, las mujeres tienen empleos precarios y en ambientes de trabajo muy arriesgados. En este tipo de casos el Estado ha demostrado su falta de voluntad política para vigilar esas condiciones de trabajo y modificar dichas prácticas laborales.

Esta situación puede ser producto del sistema patriarcal y machista.

La sociedad nos ha enseñado que las mujeres debemos estar entre las cuatro paredes realizando tareas domésticas y enfocadas a lo privado.

Los hombres ejercen el papel de dominación sobre las mujeres, ocupando los espacios públicos como si fueran solo para ellos pero se puede desaprender lo que el sistema nos ha enseñado y que las mujeres podemos hacernos cargo.

¿Se están empezando a aceptar los derechos de la mujer en su país?

Es un poco difícil hablar del respeto a los derechos porque prácticamente son violentados todos, pero la lucha de las organizaciones feministas está centrada en el respeto a nuestros derechos. Ahora, las mujeres informadas y conocedoras de nuestros derechos exigimos respeto.

¿Es así como surge Codemuh?

El objetivo era contrarrestar la situación de violación de los derechos humanos y necesitábamos mas organización y formación para lograr cambios y obtener una verdadera justicia social, destruyendo las políticas neoliberales que han llevado al pueblo al empobrecimiento y especialmente a las mujeres. Las fundadoras de Codemuh se dieron cuenta de que las mujeres estaban siendo violentadas, sufriendo discriminación, violencia doméstica y abusos sexuales. Además de despidos y castigos en el ámbito laboral.

¿Cómo fue tomando forma?

La organización empezó a luchar fuera de los parques industriales, a las puertas de las fábricas, informando a las mujeres y llorando con ellas. Buscamos apoyo financiero para los talleres de psicoterapia colectiva, lo encontramos y empezamos a trabajar en ello.

¿Y qué actividades lleva a cabo Codemuh actualmente?

Apostamos por la organización y la formación con actividades como talleres, foros, charlas… Es un trabajo de sensibilización y denuncia. Incluso tenemos programas en dos radios alternativas. Además de trabajar en un proceso de capacitación integral de las mujeres y tenemos una campaña llamada “Empleo Sí pero con dignidad” y todo con un equipo formado por un equipo coordinador y tanto obreras como extrabajadoras de la Maquila.

A parte de acciones formativas y educativas también realizan acciones reivindicativas.

Sí, por ejemplo, cuando hay despidos de trabajadoras y estas solicitan nuestro acompañamiento realizamos plantones frente a la Ministerio del Trabajo y frente a los parques industriales donde trabajaban o frente a la Asociación Hondureña de Maquiladores. Las mujeres quieren seguir trabajando porque necesitan tener un Seguro Social y tratarse problemas de salud, como dolores de espalda, que en muchas ocasiones son causados por su duro trabajo.

Hemos conseguido que el Instituto Hondureño de Seguridad Social contratara médicos para la comisión técnica de riesgos profesionales.

¿Se sienten entonces respaldadas las mujeres por Codemuh?

Se sienten muy apoyadas y les da esperanza para seguir luchando. Además, forman parte de los procesos organizativos y formativos para solucionar su problemática. Trabajamos por la Salud Ocupacional para conseguir que muchas trabajadoras exijan el derecho a la salud y sin los conocimientos necesarios no podrían haberlo hecho.

¿También reciben ayuda mujeres que no sean trabajadoras de la Maquila?

Sí. El trabajo se centra en las mujeres más empobrecidas de nuestro país. Son 32 grupos los que Codemuh tiene en la zona norte, en Choloma, San Pedro Sula y Villanueva. La mayoría son obreras de la Maquila, pero también amas de casa, madres, adolescentes e hijas de las obreras.

¿Por qué se decidió a formar parte de esta asociación?

El mismo día que llegué a Choloma, un 28 de febrero de 1993, con muchos sueños y esperanzas de trabajar en la maquila conocí a una de las fundadoras, María Luisa Regalado. Me invitó a integrarme a un grupo de obreras y me gustó su lucha por la defensa de los derechos humanos y laborales de las mujeres así que me sentí muy identificada con la lucha.

(Fotos: Pixabay)

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