Globo, Reino Unido

Seven Sisters… con la comunidad al norte

Los inmigrantes hispanohablantes han hecho de esta zona un lugar donde vivir en armonía y adaptada a sus necesidades económicas y sociales. Los altos alquileres y los trabajos mal pagados hacen que un gran número de extranjeros se trasladen a este barrio.

 

Estación de Seven Sisters underground. Foto de It’s No Game / Flickr. Creative Commons License.

Benjamin Serra

 

Hay una zona al noreste de Londres donde podemos escuchar hasta 175 idiomas distintos y uno de ellos es el español. Se trata de Seven Sisters, en el distrito de Haringey. Un lugar del que un gran número de inmigrantes latinoamericanos han hecho su hogar en Inglaterra.

Pero en esta zona también hay una gran presencia de inmigrantes de otros países. En ella conviven afrocaribeños, turcos y polacos entre otras nacionalidades convirtiéndola en una de las más multiculturales de todo Londres.

De hecho Haringey, que incluye Seven Sisters entre otras zonas, es el quinto municipio más diverso del país en cuanto a etnias ya que el 53’7% de la población es “no británica”,  predominando la población negra, los afrocaribeños y los mestizos.

Según el último censo de la ciudad de Londres, había 137 personas nacidas en Sudamérica que residían en Seven Sisters. Sin embargo, los datos oficiales del distrito más recientes, publicados en 2011, situaban a 2.828 personas que se identificaban como latinoamericanos o sudamericanos en todo Haringey.

Presencia latina

Todo esto hace que aunque la mayor población de latinoamericanos en Londres se concentra al sur del Támesis, Haringey y en especial, Seven Sisters es la comunidad más importante del norte donde conviven sobre todo brasileños, colombianos, ecuatorianos y peruanos.

Uno de los vecinos de este barrio es Daniel Martínez. Tiene 25 años y trabaja en la carnicería de Manuel en el mercado de Seven Sisters. Llegó a Inglaterra desde Colombia con sus padres cuando él sólo tenía ocho años y aunque la mayor parte de su vida la ha pasado en este país nunca ha dejado de lado su cultura, la colombiana. Se siente orgulloso de ella y de ser hispano.

Los compañeros de Daniel también son latinoamericanos, al igual que la mayoría de los clientes y trabajadores de otros puestos y tiendas del mercado de Seven Sisters, conocido como Pueblito Paisa.

El mercado surgió como respuesta y como necesidad de los inmigrantes de combatir la soledad y la frustración de verse en la obligación de vivir lejos de sus países de origen y poco a poco se ha convertido en un punto de referencia para todos los latinos de la zona norte de Londres.

“Los latinos y, en especial, los colombianos siempre hemos sido un pueblo emigrante. No sólo por el problema de la economía en el país sino por el impacto de la violencia y de la guerrilla” cuenta Hernán Gutiérrez, un abogado que lleva más de 20 años en Londres y que atiende a sus clientes desde su despacho en Seven Sisters.

La difícil situación desde finales de los años setenta en Colombia hasta hace pocos años, obligó a un gran número de ciudadanos a abandonar el país y buscar un futuro en Inglaterra.

“En todas las partes del mundo hay grupos de latinos, ya sean grandes o pequeños. Siempre nos concentramos en un sitio para llevar a cabo nuestras actividades y así combatir el estigma que nos persigue, por ejemplo, a los colombianos que es el del narcotráfico”, comenta Hernán.

La vida cotidiana

En los años 70, la inmigración latina a la zona fue dominada sobre todo por colombianos y chilenos por razones políticas además de ecuatorianos y peruanos por cuestiones económicas. Dos tercios de los inmigrantes latinos desde el año 2000, son brasileños y bolivianos haciendo de la comunidad latina un importante grupo de inmigrantes.

La presencia de latinoamericanos es clara. Se puede ver en un hecho tan simple como que en la iglesia de Saint Ignatius, ofrecen misas en español para aquellos que deseen acudir.

Nieve sobre Seven Sisters (2009). Foto de  Nico Hogg / Flickr. Creative Commons License.

Ellos han hecho de su mercado, Pueblito Paisa, un punto de encuentro. Así lo define Luis Fernando, un colombiano de 39 años que tiene un puesto de ultramarinos en el mercado desde hace ocho años.

“En Pueblito Paisa nos reunimos, tomamos un café al salir del trabajo, la gente manda dinero a nuestros países, va a la peluquería y encontramos lo que necesitamos. Es un lugar acogedor y el centro latino más importante del norte” cuenta Luis Fernando que llegó hace 15 años a Londres para recorrer mundo y cuya meta era conocer esta ciudad.

Hay más de 400.000 latinoamericanos en la ciudad que se concentran en distintas zonas. Seven Sisters se ha convertido en el refugio de cientos de ellos pero no es la única en el norte. Desde Mannor House y Edmonton hasta Finsbury Park y Blackhorse. Grandes áreas pobladas por brasileños, ecuatorianos, españoles, bolivianos o uruguayos que son atraídos por la cantidad de hispanos en la zona.

Pero esta no es la única razón. En estos barrios pueden sobrevivir mucho más fácilmente. Los niveles de alquiler y renta de las viviendas de estas áreas no son tan altos como en las zonas 1 y 2 de la ciudad.

Seven Sisters es una zona histórica de recepción de inmigrantes y así sigue siendo en cierto modo, porque aún se mantiene como un vecindario asequible para poder alquilar una casa.

Quizás, esta sea una de las razones que atrae a los menos favorecidos económicamente a la zona. “Una persona puede ser un sintecho en Islington o en Westminster pero puede permitirse vivir en Haringey por eso hay una concentración de gente con bajos ingresos en la zona”, comenta Juan Camilo Cock de Migrants Right Network.

En muchas ocasiones, los trabajadores inmigrantes cobran alrededor de seis libras y en algunos casos únicamente cuatro. Dinero insuficiente para vivir en la carísima Londres.

“Hay inmigrantes que trabajan para comer una sola vez al día. El resto de sueldo se emplea para el alquiler y lo poco que queda para enviarlo a la familia en su país de origen”, comenta Hernán Gutiérrez.

Esto se suma a las tasas de envío a países como Ecuador o Bolivia, que son de un 3%. Esas libras pueden suponer la comida de dos días para estas personas.

Hay una clara falta de ayuda por parte del estado. Además, el 11% de los trabajadores latinoamericanos en la ciudad ganan por debajo del salario mínimo, algo que dificulta mucho su situación.

De hecho, la vida en Seven Sisters no es fácil. El 21,5% de sus habitantes está en situación de desempleo o depende de ayudas porque tienen unos ingresos muy bajos. Una cifra por encima de la ciudad, del país e incluso del conjunto del distrito.

Además, encontrar trabajo es complicado y últimamente no es extraño ver en la zona furgonetas que recogen a trabajadores inmigrantes, normalmente de Europa del Este, para trabajar durante un día como obreros, una moda que empezó a darse en los Estados Unidos y ahora se extiende a este país. A los problemas de vivienda y trabajo se une el hecho de que Seven Sisters es una de las zonas donde más delitos se cometen dentro del propio distrito de Haringey. Robos y pillaje, fraudes y tráfico de drogas son los aspectos más destacados dentro de lo que se considera delincuencia en la zona.

La existencia de la comunidad inmigrante de Seven Sisters es un factor de consolidación de diversos grupos étnicos minoritarios pero importantes como el caso de los hispanohablantes, que no ven que haya políticas claras hacia su comunidad por parte del gobierno.

Como respuesta a esta situación difícil que viven los inmigrantes, han mantenido sus creencias, sus costumbres y su idioma haciendo de Seven Sisters una comunidad nutrida de muchas culturas y convirtiéndola en su espacio dentro de Londres.

(Fotos: Pixabay)

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