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Un genocidio no sucede, nosotros dejamos que suceda

Representantes de los más diversos países se dieron cita en Londres para narrar –en primera persona– los horrores de una serie de exterminios que muchas veces superan la ficción. Los testimonios son conmovedores. Memorias de The Prisma. Mayo 2017

 

Holocausto pixabayMarcos Ortiz F.

 

Gabor Boros utiliza el dominio del escenario que le da su condición de músico para hablar por la comunidad gitana, muerta a manos de los nazis. El holocausto gitano, dice, no tiene el mismo espacio en la memoria colectiva que el genocidio de los judíos.

La razón es que mientras estos últimos han escrito decenas de libros al respecto, la comunidad que él representa solo lo ha hecho de manera oral. “Existe apatía sobre el tema”, señala. “Pero la apatía se crea, no sucede simplemente”.

A escasos metros del Hyde Park, en su sede en Londres de la Universal Peace Federation UK, UPF, Boros es uno de los tantos oradores de la jornada sobre Genocidio organizada por  la Federación y en la hubo testimonios, análisis y proyecciones.

Tras él, Ruth Barnett, de 82 años, toma la palabra. Es judía, nació en Berlín y llegó al Reino Unido con apenas 4 años de edad, acompañada solo por su hermano de 7, gracias al Kindertransport, operación que salvó a más de 10 mil niños del régimen nazi. Autora de un libro para niños y adolescentes que narra su experiencia, recomienda visitar el Centro Nacional del Holocausto.

“Yo fui una niña rescatada, de lo contrario no estaría aquí hoy”, señala. “Trato de crear consciencia porque un genocidio no sucede, nosotros dejamos que suceda”. Consciente de lo dramáticos que son la mayoría de los testimonios, Barnett  opta por citar a T.S. Elliott: “El ser humano no puede aguantar demasiada realidad”.

holocausto pixabay esculturaLa emotividad aumenta cuando Margaret Keverian-Ali, directora de la UPF, recuerda el día en que un joven turco le pidió perdón a nombre de todos los ciudadanos de su país por el genocidio armenio. Ese día, asegura, todos los horrores narrados por sus antepasados comenzaron a sanar.

Raffi Sarkissian, director de Campaign for Recognition of the Armenian Genocide –  CRAG (Campaña para el reconocimiento del genocidio armenio), explica que éste se trató del primer genocidio del siglo XX. Entre uno y dos millones de personas perdieron la vida por las matanzas de los otomanos, hechos que son catalogados como genocidio por 28 países.

Sarkissian critica que el Reino Unido y Estados Unidos sigan apoyando a Turquía y enfatiza que las víctimas de genocidios deben trabajar juntas para poner presión y lograr así los reconocimientos debidos.

El mismo énfasis de trabajar unidos pone Khalid Asinger, representante del genocidio kurdo sucedido a manos del régimen iraquí de Saddam Hussein en la década de los 80. El relato de Asinger es probablemente el más crudo de todos: a los 11 años la ciudad en la que vivía fue bombardeada y toda su familia perdió la vida.

Siete meses permaneció él internado en un hospital envenenado por el uso de las armas químicas, con secuelas que aún permanecen en su cuerpo.

holocausto pixabay 2De la República Democrática del Congo habla Tatiana Giraud, quien describe la violencia sexual y violaciones que viven millones las mujeres de este país, el segundo más pobre del mundo. Congo es considerada la “capital mundial de las violaciones”, con más de 400 mil casos al año, es decir, 45 cada hora. Fundadora de la TG Foundation, Giraud describe las millones de muertes ocurridas en este país africano a partir de 1996.

Las 8 etapas de un genocidio

Acuñada recién en 1944 por el jurista polaco de familia judía Raphael Lemkin, la palabra genocidio nos remite a “cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”.

Gregory H. Stanton, presidente de Genocide Watch, ha identificado las ocho etapas del genocidio, clasificación aceptada mundialmente y descrita por prácticamente todos los ponentes del evento realizado en Londres.

A su juicio, estas ocho etapas son predecibles, pero no inexorables, y en cada una de ellas puede haber medidas preventivas con el fin de detenerlo. Las ocho etapas son la clasificación, simbolización, deshumanización, organización, polarización, preparación, exterminio y negación.

Durante la clasificación se categoriza a las personas entre “nosotros y ellos” por su origen étnico, raza, religión o nacionalidad. La simbolización consiste en otorgar nombres o símbolos a las clasificaciones. Estas dos primeras etapas no necesariamente conducen a un genocidio.

Vida y muerte Pixabay 33La tercera etapa de la deshumanización consiste, como su nombre lo dice, en negar la humanidad del otro grupo, quienes son equiparados con animales o enfermedades utilizando una propaganda de odio.

Para que haya genocidio debe haber organización. Se puede tratar de una organización informal (milicias) o formales, encabezadas por el Estado. Posteriormente, la polarización provoca la separación de los grupos y se difunde propaganda tendiente a excluirlos.

La preparación es el proceso en el que las víctimas son identificadas y separadas producto de su identidad étnica o religiosa. Se elaboran listas de la muerte y las víctimas se ven obligadas a utilizar símbolos que las identifiquen.

El exterminio consiste en el asesinato en masa, conocido jurídicamente como genocidio. Tradicionalmente este viene acompañado por la negación, lo que se convierte en un indicador de nuevas masacres. Se entierran cadáveres en fosas comunes, se queman los cuerpos, se encubren las pruebas y se intimida a los testigos.

(Fotos: Universal Peace Federation UK)

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