Globo, Latinoamerica, Reino Unido

El ALBA significa independencia y autonomía para América Latina

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) cumplió sus primeros 15 años de existencia en medio de un escenario marcado por la ofensiva de los centros imperiales de poder en el continente.

 

William Urquijo Pascual

 

Este mecanismo de integración fundado por Cuba y Venezuela en 2004, fruto de la visión estratégica de Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), constituye blanco de la política agresiva de Estados Unidos en su afán por imponer sus intereses hegemónicos en el área.

De acuerdo con el internacionalista Reynaldo Bolívar, Estados Unidos ideó y ejecuta en la actualidad un ataque brutal contra aquellos países que de alguna forma mantenían y aún sostienen relaciones privilegiadas con potencias emergentes como China, Rusia, la India e Irán, entre otros, y que además impulsan proyectos de integración bajo la doctrina bolivariana.

En declaraciones a Prensa Latina, el académico venezolano dijo que el objetivo del imperialismo norteamericano gira en torno a torpedear mecanismos integracionistas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la propia ALBA-TCP.

“El impacto de ese ataque ha sido fuerte, -precisó Bolívar-, porque Estados Unidos fue contra esos bloques a través de operadores nacionales de la derecha, mediante la aplicación de métodos de desestabilización contra los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe”.

Bolivia, nuevo golpe a la integración

Tras el golpe de Estado perpetrado en Bolivia contra el Gobierno legítimo del presidente Evo Morales, acción impulsada por Washington junto a sectores extremistas de la derecha local, las autoridades de facto anunciaron su inmediata salida del ALBA-TCP.

Como parte de su estrategia para torpedear cualquier intento que suponga la unidad de los pueblos de América Latina y el Caribe, la asonada golpista vino a engrosar el expediente de agresiones del Gobierno estadounidense contra países miembros del organismo, como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Ante este escenario, durante la reciente reunión de su Consejo Político, celebrada en Managua, las naciones del ALBA-TCP ratificaron el compromiso con la unidad latinoamericana y caribeña, a través de la solidaridad, la concertación política y la integración, así como la defensa de la soberanía y libre determinación de los pueblos. “Vemos que en el centro de los planes para destruir estos proyectos de integración se encuentra el ALBA-TCP”, precisó Reynaldo Bolívar.

Agregó que las agresiones de Estados Unidos contra los procesos de integración a través de ataques individuales a las naciones integrantes, buscan además resucitar a la Organización de Estados Americanos como mecanismo de dominación regional, y posicionar a la agrupación de gobiernos de extrema derecha reunidos en el denominado Grupo de Lima.

ALBA-TCP, la gran esperanza

Los principios fundacionales del ALBA-TCP se oponen por antonomasia a las pretensiones hegemónicas del imperialismo norteamericano en la región, al poner énfasis en la complementariedad, la justicia y la cooperación.

Creada con el propósito fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral, esta plataforma surgió además como una alianza en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos.

Es una iniciativa de marcado carácter humanista, que permitió el impulso de programas educacionales y de salud para beneficio de millones de personas en varios países de la región latinoamericana y caribeña. Bajo la premisa de que el comercio y la inversión no deben constituir fines en sí mismos, sino mecanismos de cooperación y solidaridad expresados en planes especiales para las naciones menos desarrolladas, el ALBA-TCP concretó proyectos y empresas grannacionales para unir las potencialidades de los estados miembros.

Los programas impulsados para beneficio de los pueblos abarcaron disímiles ámbitos como la alimentación, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología, el comercio justo, la cultura, la educación, la energía, la industria y la minería, la salud, las telecomunicaciones, el transporte y el turismo. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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