Globo, Migrantes, Multicultura, Reino Unido

Nuevo sistema de inmigración, Brexit y economía del RU

Con más de 460.000 empresas propiedad de inmigrantes y más de 3,5 millones en la fuerza laboral, es evidente que las contribuciones de los inmigrantes a la economía del Reino Unido no están sobredimensionadas.

 

Olusegun Akinfenwa *

 

Cerca de la mitad de las empresas de más rápido crecimiento en el Reino Unido son propiedad o copropiedad de fundadores nacidos en el extranjero, y estas empresas propiedad de inmigrantes tienen más de 8 millones de personas en sus nóminas.

Sin embargo, siguiendo el nuevo sistema de inmigración del Reino Unido, surgen dudas sobre si la región podrá sostener sus décadas de crecimiento económico si comienza a cerrar sus fronteras a ciertos inmigrantes cuando la política entre en vigencia en enero. En los sectores de la iniciativa empresarial del Reino Unido, la mano de obra calificada y no calificada, los ciudadanos extranjeros han tenido un gran  impacto y han demostrado que no son presa fácil. Un buen número de ellos desempeñan funciones esenciales en las principales industrias.

Un informe del Center for Entrepreneurs y DueDil muestra que existe una mayor probabilidad de que los inmigrantes inicien negocios en comparación con los británicos nativos y también a una edad más temprana.

En los sectores clave del Reino Unido como la atención médica, la fabricación y la TI, los inmigrantes de Europa, Asia y otros continentes están representados de manera significativa.

En el sector de la salud, por ejemplo, más de un tercio de los farmacéuticos, médicos, dentistas y más del 20% de las enfermeras nacieron en el extranjero.

Aproximadamente el 10,3% de todas las empresas extranjeras en Gran Bretaña pertenecen a la industria inmobiliaria y de la construcción.

Ropa, joyas, alimentos y otros bienes de consumo son producidos por un 7,6% de empresas propiedad de inmigrantes, al igual que el 6,1% de las empresas de tecnología de la información también están dirigidas por empresarios inmigrantes. También representan el 3,2% de los equipos de consultoría de gestión, así como el 3,1% de las empresas de medios y entretenimiento.

En los sectores de mano de obra no calificada, los inmigrantes contribuyen enormemente al crecimiento y al sustento de muchas industrias estratégicas, incluida la realización de aquellos trabajos que muchos británicos nativos no están dispuestos a hacer.

La industria de la hostelería y el procesamiento de alimentos es uno de los sectores que dependen en gran medida de los trabajadores extranjeros poco calificados para funcionar. Muchos empleados de hoteles, bares y restaurantes pertenecen a esta categoría.

El cuidado de los ancianos es otro sector que se beneficia significativamente de las contribuciones de los trabajadores no calificados nacidos en el extranjero, especialmente a medida que crece la población que envejece en el Reino Unido.

Un informe de Migration for Development (M4D) muestra que 3 de cada 5 de la fuerza laboral de cuidados de Londres son nacidos en el extranjero y aproximadamente 9 de cada 10 de sus trabajadores de cuidados migrantes son de fuera de Europa.

Todo esto no hubiera sido posible sin las décadas de políticas favorables a los inmigrantes del Reino Unido, que alentaron a personas de todos los ámbitos de la vida a ingresar a la región y cumplir sus sueños.

En los últimos años, el Reino Unido representó un epítome de una atmósfera amigable para los migrantes que lo convirtió en uno de los principales destinos del mundo para personas de todos los continentes. La afluencia no solo ayudó a la estabilidad económica, sino que también se aprovechó para el crecimiento de la población, ya que la tasa de inmigración neta superó el aumento de la población local.

Entre 1991 y 1999 hubo un promedio de 104.000 inmigración neta por año, en comparación con el aumento de la población local de 107.000.

En Inglaterra y Gales, por ejemplo, el aumento neto de población hacia el interior de 1998-1999 aumentó a 194.000, mientras que el aumento natural de la población se redujo a 72.000.

Los inmigrantes, no solo aprovecharon esta tendencia para el crecimiento empresarial y profesional, sino que un buen número de ellos también adquirió la ciudadanía británica a través de la naturalización.

Un informe de 2018 muestra que el 39% de los nacidos en el extranjero afirmaron ser ciudadanos del Reino Unido.

A juzgar por sus contribuciones al Reino Unido y sus registros de logros personales para sí mismos, es seguro decir que las últimas décadas han sido mutuamente beneficiosas para ambas partes: el Reino Unido y los inmigrantes.

Sin embargo, con los recientes pedidos constantes de políticas de inmigración más estrictas, especialmente mientras nos preparamos para la última etapa del Brexit, puede haber efectos desagradables en varios sectores de la economía.

El Reino Unido, como parte de su reforma de las leyes de inmigración, cerrará sus fronteras a los trabajadores no calificados y a los que no hablan inglés.

Si bien el nuevo sistema basado en puntos no afecta el proceso de solicitud de visa familiar, como las visas de prometida y cónyuge, está configurado para cambiar la forma en que las personas vienen a trabajar en el Reino Unido.

Parte de los nuevos criterios es que cualquier persona que venga al Reino Unido con fines laborales debe tener una oferta de empleo con un umbral salarial de £25,600 o £20,480 en casos especiales donde podría haber escasez de habilidades.

También es posible que se ponga fin a la inmigración de trabajadores autónomos, lo que puede impedir que los artesanos de países de la UE y de fuera de la UE vengan al Reino Unido para practicar sus oficios.

Muchos observadores y líderes de la industria creen que estos planes terminarían con la era de la mano de obra barata en el Reino Unido y afectarán principalmente a almacenes, fábricas, restaurantes, hoteles y otros sectores que dependen de trabajadores poco calificados.

Según Unison estas políticas “significan un desastre absoluto para el sector de la atención”. Los actores de la industria hotelera también ven el plan como desastroso ya que evalúan su posible impacto en sus negocios.

“Descartar una ruta temporal de migración poco cualificada será desastroso para el sector de la hostelería y el pueblo británico”, afirma la directora ejecutiva de UK Hospitality, Kate Nicholls.

Es probable que haya escasez de mano de obra en muchas industrias que dependen de trabajadores inmigrantes con salarios bajos.

Si bien algunos pueden adaptarse mediante técnicas que ahorran mano de obra, como el uso de maquinaria, a muchos les resultará difícil hacer frente y pueden verse obligados a producir menos, buscar otras alternativas de mano de obra o cerrar el negocio.

Es posible que algunos empleadores también tengan que explorar la opción de subcontratar sus trabajos a trabajadores extranjeros. A medida que el nuevo sistema de inmigración entre en vigencia en enero de 2021, las empresas deberán comenzar a adaptarse a la nueva realidad y prepararse en consecuencia.

* Olusegun Akinfenwa es corresponsal político de ImmiNews.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marín) – Fotos: Pixabay

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