La vida pone gente en el camino sin ni siquiera esperarlo, ya sea en el trabajo, por viajes o simplemente en un evento o fiesta. Y lo que hace queda en la memoria. Así pasa con la mía que se sobrepondrá al fallecimiento de Steve.
En este caso, la vida puso hace 12 años a The Prisma como punto de encuentro entre personas de diferentes lugares y países con inquietudes e intereses comunes.
Así es como conocí a Steve Latham. Un Julio de 2014 en Sydenham, sureste de Londres, cuando empecé las prácticas para el periódico.
Inmediatamente percibí esa calma y firmeza que desprendía, y también esa calidez a la vez que determinación, cuando conversábamos sobre algún tema en particular.
Sus columnas en el periódico no dejaban a nadie indiferente, tocando temas diversos que te hacen reflexionar sin que te des cuenta.
Siento que Steve es de esas personas que, aunque solo tengas un breve contacto, dejan huella y transmiten mucho sentimiento.
La huella que ha dejado en The Prisma es inmensurable.
Y así es como ha sido para algunos de los integrantes del periódico.
Nos hemos encontrado con Steve y, de una manera u otra, se ha quedado un trocito de él con nosotros.
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