Globo, Latinoamerica

América Latina en un mundo post-Covid: El pobre urbano y la pandemia

Con una quinta oleada de infecciones y muertes que sigue su curso en Europa y las Américas, Covid-19 no muestra signos de retroceso. La enfermedad en sí, pero también las condiciones generadas por la respuesta gubernamental a la misma, interactúan con las desigualdades y vulnerabilidades preexistentes en América Latina. Esta semana evaluamos el impacto de la pandemia en los «pobres urbanos».

 

Nicolas Forsans*

 

Las desigualdades en América Latina están arraigadas en las estructuras e instituciones sociales.

Las protestas sociales que marcaron a la región en los dos primeros años de la pandemia fueron una expresión del grave sufrimiento de las poblaciones ante el acceso precario y desigual a los bienes y servicios públicos, la ausencia de un espacio para alzar su voz en el sistema político y las respuestas inadecuadas o insuficientes de los gobiernos a la pandemia. La falta de mecanismos de protección social inclusivos expuso a importantes proporciones de la población de la región a la pérdida de vidas y medios de subsistencia.

En la primera oleada de la pandemia, la ONU había argumentado que Covid 19 exacerbaría las desigualdades y vulnerabilidades preexistentes. De hecho, y como argumentamos al iniciar esta serie, el Covid-19 trajo consigo una crisis sanitaria, una crisis social y una crisis económica. Y diferentes grupos fueron vulnerables a cada una de estas crisis.

Contagio, enfermedad y muerte

Las poblaciones de edad avanzada y las personas con condiciones de salud preexistentes fueron los dos principales grupos con mayor riesgo de sufrir el impacto sanitario de Covid: contagio, enfermedad y muerte.

Si bien la proporción de personas mayores en América Latina es baja en comparación con los estándares mundiales (menos del 9%), la que tiene una condición médica preexistente es caracterizada como «preocupante» por la ONU, siendo el exceso de peso y la obesidad dos de las condiciones más prevalentes que afectan al 60% de la región.

La diabetes afecta al 10% de los latinoamericanos. En total, se ha identificado que 142 millones de personas sólo en la región están en peligro de contraer Covid-19. Esto supone una cuarta parte de la población de la región expuesta a este riesgo sanitario.

Riesgo social y económico

Por otra parte, las personas que sufren múltiples carencias están en riesgo por la crisis social y económica desatada.

La tasa de pobreza en América Latina, definida como la proporción de quienes viven con menos de 5,50 dólares diarios en términos de paridad de compra, es del 23%. Casi el 4% son pobres extremos, que viven con menos de 1,90 dólares al día.

No ganan lo suficiente para cubrir las necesidades básicas, y alrededor del 10% (incluso más en Bolivia, Guatemala y Ecuador) han estado en riesgo de caer en la pobreza extrema.

Como escribió la ONU en su momento, «la pobreza es una condición de vida que implica privaciones en múltiples dimensiones», no sólo de ingresos.

El 80% de los que se encuentran en el quintil más pobre de la distribución de ingresos trabajan en el sector informal, sin seguridad social, protección social ni pensión.

Una cuarta parte de los latinoamericanos carece de acceso a agua potable, un tercio no tiene conexión a Internet y casi la mitad carece de cuenta bancaria.

Estas privaciones son relevantes porque interactuaron con las condiciones generadas por la pandemia. Hicieron que la gente fuera más propensa a contraer el Covid-19, y la pandemia empeoró aún más el sufrimiento producido por estas privaciones.

Con dos tercios de los pobres viviendo en zonas urbanas, la pobreza se ha convertido en un problema urbano. Estos «pobres urbanos» son los más vulnerables a los trastornos sociales y económicos.

Los ‘pobres urbanos’

Las ciudades de América Latina son las más desiguales del planeta.

El 82% de los 588 millones de habitantes de la región vive en ciudades, y aproximadamente 112 millones de «pobres urbanos» viven en barrios marginales en algunas de las ciudades más grandes del mundo, pero también en las 310 ciudades de la región con una población superior a los 250.000 habitantes y en otros 16.000 pueblos más pequeños.

Las ciudades latinoamericanas aportan dos tercios del PIB de la región. Sin embargo, son muy heterogéneas desde el punto de vista socioeconómico y están segregadas tanto espacial como socialmente.

Presentan altos coeficientes de desigualdad de ingresos urbanos y la persistencia de asentamientos informales. Aunque la proporción de la población que vive en barrios marginales ha disminuido en las dos últimas décadas, en términos absolutos el número ha aumentado hasta los 112 millones de personas. La integración de los barrios sigue siendo precaria en la mayoría de las ciudades.

Con una gran proporción de «pobres urbanos» viviendo en barrios marginales, el hacinamiento y la falta de saneamiento y servicios básicos hacen que sea más probable contraer el virus.

La informalidad laboral agrava el impacto de la pérdida de ingresos como consecuencia de los cierres y la ausencia de seguridad social.

Como hemos argumentado, es poco probable que los pobres tengan trabajos que puedan realizar a distancia, e incluso si pudieran, la falta de infraestructura doméstica básica (espacio, conectividad a Internet) les habría impedido hacerlo.

Si bien los cierres redujeron la propagación del virus en general, hicieron la vida imposible a quienes sufrían privaciones. De hecho, «quedarse en casa» habrá provocado otros problemas de salud.

Como ya comentamos la semana pasada, los «pobres urbanos» y las personas con problemas de salud eran sólo una parte de los vulnerables a la enfermedad y a las condiciones generadas por los cierres. Nuestra serie continuará y evaluará los retos a los que se enfrentaron los gobiernos al responder a la pandemia e intentar apoyar a los más expuestos.

 

* Nicolás Forsans: Profesor de Gestión y Director del MBA en la Universidad de Essex, Reino Unido. Codirector del Centre for Latin American & Caribbean Studies y miembro de numerosas sociedades y grupos de reflexión latinoamericanos, Nicolás investiga los retos económicos y sociales de la región en general, y de Colombia en particular.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marin)Fotos: Pixabay

La Serie:

América Latina en un mundo post-Covid: Evaluando los daños de la pandemia.

América Latina en un mundo post-Covid: Daños económicos, un cuadro deprimente.

América Latina en un mundo post-Covid: El trabajo durante la pandemia.

América Latina en un mundo post-Covid: El costo de las desigualdades.

América Latina en un mundo post-Covid:  Los olvidados por los gobiernos.

América Latina en un mundo post-Covid: El pobre urbano y la pandemia.

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