En las ventanas del edificio de las Cuatro Columnas están los rostros de los detenidos desaparecidos en Argentina y fuera de él, desde hace unos días, numerosas mariposas de papel permanecen entre los árboles de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionó uno de los más de 700 centros de exterminio de la última dictadura en Argentina.
Glenda Arcia
Las pequeñas piezas blancas rinden tributo a los más de 30 mil militantes políticos y sociales, trabajadores, estudiantes, profesionales, artistas y religiosos, detenidos, torturados, desaparecidos y asesinados durante ese régimen cívico-militar (1976-1983).
La obra forma parte de una iniciativa de la asociación de origami Plegando al Sur y fue instalada en ese lugar durante el III Foro Mundial de Derechos Humanos que reunió en Buenos Aires hace unas semanas a 21 mil personas de 98 países. Cuatro décadas después de recuperada la democracia en esta nación, el sitio donde se perpetraron crímenes horrendos acogió a expresidentes, jueces, investigadores y representantes de 950 agrupaciones que debatieron sobre los desafíos en el enfrentamiento a la discriminación, la lucha contra el cambio climático, por la igualdad de género y contra la trata de personas, entre otros temas.
Entre los participantes se encontraron los expresidentes José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Ernesto Samper (Colombia) y Rafael Correa (Ecuador), el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el jurista español Baltasar Garzón y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
El Foro permitió denunciar la persecución judicial a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y los intentos de proscribirla, e instó a reforzar las acciones para acabar con los discursos de odio y el negacionismo. También resaltó la importancia de seguir luchando para preservar la memoria.
“Nos persiguen porque defendemos la igualdad, la justicia social y los derechos de los trabajadores”, dijo Fernández, y alertó sobre las consecuencias del lawfare (guerra jurídica) y la elaboración de condenas mediáticas, así como la criminalización de la política que prioriza a las grandes mayorías.
Tras la llegada de Néstor Kirchner al Gobierno en 2003 se hizo, afirmó, una reconstrucción profunda del Estado democrático y constitucional. Con él, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Evo, Correa, Hugo Chávez (Venezuela) y Mujica, América Latina vivió la década virtuosa. Fue el momento en que más se redujo la desigualdad económica y social en la región. Por eso nos persiguen, añadió. Por su parte, Evo Morales dijo que “Cuando no nos derrotan política, social o culturalmente, lo intentan judicialmente. Ahora los golpes son de ese tipo. Como nos dijo Néstor, nos toca cuidar y defender a la hermana Cristina. Unidos es posible salir adelante, dijo.”
En su intervención, Ernesto Samper propuso crear un sistema latinoamericano de derechos humanos que garantice el respeto de los mismos sin la injerencia de Estados Unidos.
El exjefe de Estado explicó que dicha iniciativa será analizada en el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y resaltó la necesidad de contar con una corte que no responda a intereses extranjeros.
Por otro lado, la expresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador Gabriela Rivadeneira denunció que el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, está implicado en todos los ataques contra gobiernos latinoamericanos, entre ellos el golpe de Estado contra Morales en Bolivia en 2019.
A su vez, el político y jurista argentino radicado en España, Gerardo Pisarello, alertó sobre el avance de fuerzas ultraderechistas, enemigas de la igualdad y los movimientos sociales. De igual manera, el dirigente social Juan Grabois denunció el asesinato de más de 70 peruanos tras el golpe al presidente Pedro Castillo y alertó sobre una renovada ofensiva imperial centrada en apoderarse de los recursos naturales de Latinoamérica como el litio, el agua y otros.
Los presentes en la cita pidieron la libertad de la líder de la agrupación argentina Tupac Amaru, Milagro Sala, y del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, al tiempo que expresaron su preocupación por su posible extradición a Estados Unidos.
En la última jornada de debates Pérez Esquivel advirtió que las democracias están en riesgo y aseguró que la lucha por los derechos humanos debe ser permanente.
(Fotos: Pixabay)
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