Globo, Multicultura, Perfiles, Reino Unido

Un inmigrante feliz en una ciudad triste y fría

Sara integra esa generación de inmigrantes latinoamericanos que llegaron a España de niños y, ahora, debido a su nacionalidad española pueden labrarse su futuro en otros países de la Unión Europea. 

 

  Es relativamente nueva en la ciudad. Llegó hace cuatro meses procedente de Madrid pero, en este tiempo, ha encontrado su círculo de amigos y se siente integrada en la sociedad británica.

Muchos de los amigos que ha hecho en Londres también son de Ecuador y vienen de distintas ciudades de España.

En su caso, llegó a la capital española cuando a penas contaba nueve años. Lo hizo junto a su familia, que buscó un mejor porvenir para ella. “Me he criado en Madrid pero mis raíces son ecuatorianas”, enfatiza. De hecho, a sus 22 años, ha viajado en un par de ocasiones a la tierra que le vio nacer. Lo hizo al cumplir los 15 y los 18 años, dos momentos “muy especiales en mi vida”.

Debió de serlo pues su cara se ilumina al recordar esa estancia en Quito. “Ahora veo un poco complicado ir porque el viaje es muy caro y no tengo dinero”, dice apesadumbrada.

Esa escasez económica es la que le trajo a Londres y la alejó de su vida en Madrid. “Vine sola a Londres pero con la idea de aprender inglés y ahorrar algo de dinero”, dice la joven quién, además, desea estudiar Administración y Dirección de Empresas.

Hasta alcanzar ese futuro que se ha marcado limpia oficinas y despachos. “Trabajo como la mayoría de los latinoamericanos en Londres, en el sector de la limpieza”, señala sobre un hecho que su amiga corrobora. Ambas trabajan para la misma compañía.

Está contenta con su trabajo, pero es consciente de que “si no sabes cuáles son tus derechos, las condiciones laborales o el salario mínimo del país pueden abusar de ti”.

Sara no ha tenido ninguna mala experiencia porque, según dice, “me informé muy bien antes de venir y empezar a trabajar”.

Tampoco le importa su horario partido (dos horas por la mañana y dos horas por la tarde) porque “me da tiempo a estudiar por la tarde en la academia de inglés”.

Entre tanto estudia la lengua de Shakespeare porque “vine con un nivel muy bajo” pero asegura que “en estos meses he mejorado mucho”. Pero no lo suficiente para “encontrar un buen trabajo y estudiar un curso de negocios”.

Ello no le detiene en su propósito de asentar su vida en la capital londinense: “La situación en España es muy complicada así que hay que buscar otras alternativas”.

Hasta la fecha su vida en Londres va viento en popa y ya visualiza su futuro aquí: “Es una ciudad triste por el clima pero alegre por la gente” y espeta: “Aquí soy feliz”.

De hecho, no sabe cuándo regresará a España. “Pienso en el hoy, no en el mañana”, sentencia.

(Fotos: Pixabay)

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