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Limpieza: el trabajo más duro para inmigrantes

El pago por debajo del salario mínimo, la discriminación y la preocupación por los despidos, son los principales problemas a lo que los empleados inmigrantes se enfrentan. De ello y otras cosas habla el  informe «The invisible workforce: Employment Practices in the Cleaning Sector». (Memorias de The Prisma)

 

Virginia Moreno Molina

 

La limpieza del Reino Unido está a cargo de alrededor de 446.000 personas, de las cuales un 30% del total son inmigrantes.

En este sector, la situación sexista parece no cambiar, ya que la gran mayoría son mujeres, con un 79% según la Encuesta de Población Activa.

Esto se traduce en que el sector de la limpieza contribuye con más de 8 millones de libras a la economía británica, según explican datos. Pero estas ganancias no se ven reflejadas en las cuestionables condiciones laborales que los trabajadores tienen en sus puestos de trabajo. «Nosotros no recibimos respeto o apoyo de nuestros supervisores y el personal de sala nos grita. Esto es porque no somos considerados seres humanos. Tenemos miedo de quejarnos porque podemos ser despedidos», cuenta una trabajadora checa sobre su día a día en la empresa de limpieza.

El anterior testimonio, así como un detallado recorrido sobre esta realidad, se halla en el informe se llama «The invisible workforce: Employment Practices in the Cleaning Sector» (La mano de obra invisible: Prácticas de Empleo en el Sector de Limpieza), y en él se han recogido testimonios y datos de los trabajadores y las empresas que hay en Inglaterra, Escocia y Gales. También profundiza en el incumplimiento de las normas internacionales de empleo y muestra la realidad de los limpiadores, en su gran mayoría inmigrantes.

A través de las encuestas hechas a los trabajadores, se explican algunas de las razones más popularizadas por las que los inmigrantes deciden dedicarse a este sector.

Destacan la facilidad de poder obtener un puesto y por otro lado, que las titulaciones que traían de sus países no son reconocidas en el Reino Unido. Además, el idioma sigue siendo uno de los factores más determinantes ya que no es necesario un nivel determinado.

La encargada de elaborar este informe ha sido la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, «Equality and Human Rights Comission» (EHRC), la cual está acreditada por la ONU.

Dignidad, respeto y discriminación

«La semana pasada ella me habló delante de la gente, tratándome muy mal…yo me quedé quieto. No le dije que me estaba doliendo lo que me decía. Si has cometido un error, háblalo en privado. Ellos estaban escuchando lo que te decía y es vergonzoso. Quizá, 16 personas escuchando unos 15 o 20 minutos insultando y todo el mundo me miraba y ella estaba diciendo muchas palabras», expresó un hombre somalí acerca de su supervisor.

Y aunque la Ley de Igualdad de 2010 protege a los trabajadores de la discriminación, y el acto sobre la salud y Seguridad en el Trabajo de 1974 ayuda a garantizar un entorno de trabajo seguro, las humillaciones parecen estar presentes en el día a día de muchos trabajadores.

Sin embargo, clientes y supervisores han dado su opinión acerca de ello negando este hecho y reiterando el buen trato que reciben.

Por otro lado, y aunque no es un caso general, también se extiende esta discriminación al tema de las mujeres embarazadas. Muchas de ellas expresaron que habían sufrido malos tratos, incluso habían sido despedidas como consecuencia de su embarazo.

Incluso por parte de varios clientes, los inmigrantes reciben discriminación. Un trabajador británico en Glasgow dijo que algunos clientes especificaban que no querían trabajadores inmigrantes.

El negocio de minorías y la avanzada edad

Las minorías étnicas, que hacen referencia a las residentes en el Reino Unido, son empleadas en este sector más que en el resto de los sectores. Sorprendentemente ocupan un 10% en el Reino Unido, un 16% en Inglaterra y un 44% en todo Londres.

Por otro lado, la mano de obra entre las personas mayores aumenta con respecto al resto, recogiendo una serie de cifras: entre 45 y 54 años representan un 26% , los mayores de 55 el 22% y los menores de 25 sólo el 11%.

Algunos de los abusos se ven reflejados en el informe «The invisible workforce: Employment Practices in the Cleaning Sector», sobre todo en el trato y las situaciones de tienen que aguantar estas personas en sus puestos de trabajo.

Es el ejemplo con un grupo de trabajadores que tenían alrededor de 65 años, recibieron la noticia de que se tenían que ir. Según el supervisor, eran demasiado viejos para trabajar y la única forma de poder quedarse era reducir 50 peniques la hora de trabajo.

Horarios y pagos

Acorde con los trabajadores que fueron entrevistados, el pago por hora oscila entre £5.00 y £ 7.50 en el sector privado. Por otro lado, en el sector público los pagos por hora están entre £ 6.31 y £ 9.00. Esto quiere decir que algunos empleados del sector privado perciben un salario por debajo del mínimo nacional que son £ 6.31. Sin embargo, estas cifras están por debajo del Salario Digno corriente en Londres, el cual es de £ 8.80 y en el Reino Unido es de £ 7.65. El Salario Digno se basa en la cantidad que un individuo necesita ganar para cubrir los gastos básicos de su vida.

Además, muchos trabajadores experimentan problemas con el pago incompleto o la falta del mismo.

Es más, en el sector de ocio, a pesar de poseer una tarifa fija de cobro por hora, en la práctica se dependía del número determinado de habitaciones que realizaba cada empleado.

«Evaluar la cantidad de trabajo que una persona puede hacer; no es humanamente posible hacer en tan poco tiempo el trabajo que piden, durante años. Eso tiene consecuencias en tu salud», explica una trabajadora boliviana.

Respecto al tema de las vacaciones o la ausencia por enfermedad, las condiciones empeoran.

La presión que muchos trabajadores sienten cuando están en una situación de enfermedad provoca que asistan a sus puestos de trabajo por miedo al despido. Esto supone una infracción a su derecho legal de ausencia.

Además, el pago por vacaciones y las horas extraordinarias también han sido cuestionadas ya que en muchas ocasiones no tienen derecho a ellas y trabajan horas extras sin percibir dinero por ello. Y aunque es otro fenómeno, como los contratos de «cero horas», no están generalizados, si que pueden encontrarse en el sector de hospitalidad y de ocio donde esta práctica es más frecuente.

Dificultades en el entorno

Entender el contrato de trabajo es básico cuando se opta a un puesto, sobre todo para no tener malentendidos en el futuro. Pero uno de los problemas más comunes que se encuentran los inmigrantes, es a la hora de entenderlos ya que raramente están traducidos.

Esto provoca confusión y equivocaciones en pagos, condiciones de trabajo y derecho a las vacaciones.

Las tensiones que existen entre las distintas nacionalidades en una misma empresa, sobre todo entre los inmigrantes y los británicos hace que la convivencia en los puestos de trabajo sean más difíciles.

Pero esto también se extiende entre las nacionalidades de los trabajadores inmigrantes. Una mujer de Lituania, explica que se siente diferente porque sus compañeros hablan en español y la ignoran ya que prefieren a gente de su mismo país.

Supervisores y sindicatos

«Suelo ir a trabajar llorando. Cuando nos quejamos, ellos nos ponen más trabajo. Cuando trabajas a toda velocidad, y no puedes trabajar más, entonces la gente no se queja», dice una limpiadora boliviana. Y aunque la gran mayoría de las empresas afirman que facilitan vías de comunicación entre los integrantes de las compañías, existen grupos de trabajadores que tienen miedo de perder su trabajo o recibir penalizaciones si expresan alguna de sus demandas.

Tampoco el tema de sindicatos o grupos está fomentado en este sector aunque no existen prohibiciones sobre ello. Aún así, ha habido personas que han sido discriminadas por este motivo.

A pesar de que muchos aspectos laborales están siendo cubiertos, muchos otros están siendo vulnerados como se refleja en la investigación «The invisible workforce: Employment Practices in the Cleaning Sector». Según Mark Hammond, presidente ejecutivo de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, «el estudio determina en qué aspectos están fallando las empresas a la hora de proteger los derechos fundamentales de los trabajadores del área de limpieza». (Memorias de The Prisma)

(Fotos: Pixabay)

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