Cinema, Cultura, Globo, Reino Unido

Narrar lo extraordinario en el mínimo tiempo

El documental «El Eco», de la directora mexicano-salvadoreña Tatiana Huezo, ha llegado a varias pantallas del Reino Unido este verano, con proyecciones hasta principios de septiembre. La película sigue a tres niñas de diferentes familias que viven la dura realidad de crecer en un pueblo del México rural.

 

Zac Liew

 

Esta película supone el regreso al documental de Tatiana Huezo, cuyo primer largometraje, «Noche de fuego» (Prayers for the Stolen), fue preseleccionado como mejor largometraje internacional en los Oscar de 2022.

Su tono es más edificante que el de sus dos primeros documentales, «El lugar más pequeño» (2011) y «Tempestad» (2016), centrados en sucesos trágicos. «El Eco» (2023) pone al desnudo las dificultades de la vida rural en el altiplano mexicano, pero ofrece esperanza a las tres jóvenes que viven allí. Mientras un «eco» de tradiciones y cultura resuena en el pueblo, Sarahí, Montse y Luz Ma aprenden a ser resistentes mientras cuidan de los animales y los ancianos frente a las duras y siempre cambiantes condiciones climáticas.

En entrevista con el Festival de Cine Argentino (AFF), Huezo explica por qué quiso imprimir un tono más positivo a este documental. Después de “Tempestad”, dice que se sintió muy devastada, era muy difícil hacer, salir, digerir. Según sus palabras fue “una película que me dejó enferma, con una gran oscuridad interior. Entonces dije, mi alma necesita descansar un poco. Mi próxima película debe tener más luz».

A la directora le llevó cuatro años pasar tiempo dentro y fuera de “El Eco” – el pueblo mexicano que da nombre a la cinta – para ganarse la confianza de la gente y filmar suficiente material.

«Para ganarme su confianza, para que me conocieran, acompañaba a la gente en sus tareas cotidianas. Muchas veces dormí en sus casas. La base de esta película es la complicidad y el vínculo, la confianza que logramos construir con las familias y con la comunidad», explicó a AFF. Utilizar la forma documental como narrativa para una película conllevaba sus propios retos. Durante los cuatro años que Huezo vivió en el pueblo, alguien falleció. Esto repercutió en el desarrollo de la historia de uno de los protagonistas y, a partir de ahí, Huezo tuvo que dar un nuevo rumbo al proyecto.

Aunque Huezo fue víctima de las vicisitudes, aprovechó algo en lo que podía confiar: el cambio de las estaciones: «Mi intuición me decía que teníamos que sentir el paso del tiempo, así como el hecho de que cada actividad cambiaba en función de la estación. La estación también cambiaba el paisaje, el esplendor del otoño, sus colores, la abundancia. Luego llega la sequía y los animales mueren. Intuí que el paso del tiempo me iba a ayudar a narrar cómo crecían los niños».

En un momento de la película, la madre de una de las niñas le prohíbe participar en una carrera. En otra escena, un padre le dice a su hijo en la mesa: «Deja tu plato. Los hombres no lavan los platos. Para eso están las mujeres».

La expresión de la joven hermana del joven, Luz Ma, una de las protagonistas, es de indignación, pero permanece callada. Es un silencio ensordecedor para Huezo, que dijo querer construir personajes femeninos que «cuestionen» su papel en un sistema patriarcal. «Me encanta ver a mujeres reales en la pantalla, con todas sus luces y sombras, y me gusta hacer películas en las que recorres un profundo viaje emocional y sensorial y en las que te encuentras con personajes reales con los que puedes caminar y reír y llorar y sentir», dice.

Este es el quinto largometraje de Tatiana Huezo y ya ha obtenido varios premios y nominaciones. Se estrenó en el 73 Festival Internacional de Cine de Berlín en febrero de 2023, donde Huezo ganó el premio a la mejor directora.

Más información: Argentine Film Festival London y Facebook (Tatiana Huezo)

(Traducido por Camila Marquez)Fotos: Prensa AFFL

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