Globo, Multicultura, Perfiles, Reino Unido

Es inmigrante porque lo iban a asesinar

No llegó a Inglaterra porque tuviese problemas económicos, ni porque quisiese aprender otro idioma o emprender una nueva aventura. Salió de Colombia porque lo iban a asesinar. Este colombiano de 34 años llegó al Reino en el año 2000, y desde entonces su vida ha tenido muchas de las situaciones que caracterizan a los inmigrantes.

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Alvaro Acosta, natural de Cali, no llegó a Inglaterra porque tuviese problemas económicos, ni porque quisiese aprender otro idioma o emprender una nueva aventura. Salió de Colombia porque lo iban a asesinar.

La orden la dio su jefe: un mafioso para el que trabajaba como guardaespaldas. La razón: tuvo una aventura con su mujer y éste le descubrió y envió por él. Por suerte, la mujer del mafioso le llamó por teléfono y le dijo que huyese porque iban  por él.

Después de estar 15 días escondido en Colombia en la casa de un pariente lejano a la espera del pasaporte, Alvaro Acosta marchó a España.  Pero no le gustó, pues no tuvo suerte con los españoles, algunos de los cuales encontró bastante racistas, ni con sus propios compatriotas, pues algunos le ofrecieron meterse en mundos peligrosos, como el del robo de establecimientos.

Por ello decidió viajar al Reino Unido y se dirigió primero a Francia, lugar desde el cual, por aquel entonces, era más fácil llegar sin complicaciones a Inglaterra.

Una vez aterrizado ya en Heathrow y sin conocer nada ni a nadie y sin saber inglés, cogió el metro. Se bajó en Piccadilly y empezó a dar vueltas. Al rato vio una bandera colombiana que ondeaba a la entrada de un restaurante.

Acosta entró a comer algo y se quedó hasta que cerraron y la dueña le preguntó que si se había perdido.

Él respondió que no, que lo que pasaba es que acababa de llegar y buscaba un hostal o algo donde alojarse. La señora del bar y su marido, ambos compatriotas de Alvaro, le invitaron a hospedarse en su casa hasta que encontrase algo. Al principio les estuvo ayudando durante un tiempo en el restaurante todo lo que podía y ella les presentó a administradores y supervisores que entraban en el restaurante.

Al cabo de unos meses arrendó un piso en Brixton y empezó a trabajar como limpiador. Y en esto es éste el oficio que ha desempeñado durante todos estos años y el que sigue ejerciendo en la actualidad como supervisor en dos empresas diferentes.

Lo que le emociona más es que hace un año consiguió su residencia en el Reino Unido, pues se enamoró perdidamente y contrajo matrimonio por lo civil con una colombiana, con la que tiene una hija y esperan otra. Durante estos años Alvaro Acosta se ha integrado a la ciudad y no ha tenido ningún problema con los ingleses por el hecho de ser inmigrante. Ahora Acosta se encuentra bien y feliz y no piensa regresar a Colombia, donde cree que su vida puede seguir corriendo peligro y no tiene sentido correr ese riesgo. Sobre todo al pensar en su hija y la que está de camino. Unas niñas que, si todo va bien, estudiarán en Londres.

(Fotos: Pixabay)

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