La islamofobia está extendiéndose por Gran Bretaña debido, al parecer, a prácticas islámicas radicalizadas, lo que causa una enorme presión en la comunidad musulmana, que enfrenta un prejuicio irracional. Los medios tienen una responsabilidad ineludible. (Memorias de The Prisma)
Yi ZOU
Según Global Terrorism Database, de los 70 casos confirmados de ataques terroristas que causaron lesiones graves o víctimas mortales entre 2010 y 2016 en este país, cuatro de ellos fueron llevados a cabo por grupos islámicos extremistas y 26 por organizaciones que creen en el republicanismo irlandés.
Curiosamente, cuando los principales medios de comunicación, tales como BBC, The Guardian y The Timesinforman sobre los atentados terroristas ocurridos en los últimos años, los incidentes relacionados con el islam representan más de la mitad de estos.
Incidentes como el atentado de Westminster en marzo de 2017, el asalto en la estación de metro de Leytonstone en diciembre de 2015 y el asesinato a mano de dos islamistas extremistas del soldado británico Lee Rigby en mayo de 2013, siempre se mencionan, mientras que casos igualmente graves llevados a cabo por el IRA o por republicanos disidentes que no involucran participación de musulmanes durante este intervalo de tiempo no son dados a conocer necesariamente.
La afirmación hecha años atrás por Brian Kilmeade de Fox News de que «no todos los musulmanes son terroristas, pero todos los terroristas son musulmanes» provocó un acalorado debate que condenaba su ignorancia.
Sin embargo, mirando al ejemplo anterior sobre cómo se comunican las noticias, da la impresión de que son los musulmanes los responsables de la mayoría de los atentados terroristas.
Además de hacer demasiado hincapié en el terrorismo cometido por los musulmanes, algunos medios de comunicación no están ni siquiera utilizando una concepción correcta al abordar este tema.
Según la Ley Antiterrorista 2000 del Reino Unido, se define al terrorismo como el uso o la amenaza de la acción de influir en el gobierno (o en una organización gubernamental internacional) o de intimidar al público o a un sector de este con el fin de promover una causa política, religiosa, racial o ideológica.
Khalid Masood, quien llevó a cabo los ataques de Westminster en marzo de 2017, fue calificado como ‘terrorista’ en casi todos los informes noticiosos (además de los medios citados anteriormente, ver también The Sun, The Telegraph y The Independent) a pesar de que él “no mostró tendencias extremistas” y “no tenía ninguna vinculación con el ISIS o alQaeda”, según The Independent y la BBC.
Trevor Noah, un presentador de radio y televisión sudafricano, comentó una vez: “fue raro para mí porque no sabíamos que eran terroristas, sólo sabíamos que eran de Oriente Medio… Si eres de Oriente Medio eres n terrorista. Este es el mundo en el que vivimos. Si eres de Oriente Medio, el terrorismo es tu marca registrada”.
El terrorismo islámico está estrechamente relacionado también con otro concepto: delito de odio.
Existe la percepción de que es más probable que se llame terrorista a un atacante musulmán, que a uno que no es musulmán, incluso cuando ambos causan un daño severo a las personas.
En diciembre de 2016, un hombre apuñaló a un pasajero en la estación de Forest Hill de Londres gritando: “Quiero matar a un musulmán”. En lugar de ver esto como un ataque terrorista la policía trató esto como un “crimen de odio” (ver The Independent y BBC).
Por el contrario, en la estación de Leytonstone de Londres, Muhiddin Mire, enfermo mental y de origen musulmán, degolló a un desconocido en un ataque que The Telegraph y la BBC identificaron como un «ataque terrorista» en sus titulares, pese a que había sido «un ataque al azar» y «sin ninguna provocación » según la Policía Metropolitana
El Ministerio del Interior de Reino Unido, define crimen de odio como cualquier delito penal que la víctima o cualquier otra persona, perciba como motivado por hostilidad o prejuicio hacia alguien basado en una característica personal. Por ejemplo, heterosexuales que ofenden a homosexuales, personas sanas que ofenden a personas con discapacidad.
Incidentes, como el ataque en la estación de Forest Hill, donde un hombre gritó «Quiero matar a un musulmán» y muchos otros ataques raciales, incluidos ataques con ácido y ataques extremos contra musulmanes (por ejemplo, quitar el niqab, agresiones físicas y abusos verbales) son acciones que se utilizan para intimidar a los musulmanes con el fin de promover una causa ideológica antimusulmana, sin embargo, no son tratados como tales.
La diferencia con respecto al ataque terrorista en Finsbury Park es meramente la escala de gravedad. En comparación con 2015, la Policía Metropolitana informó sobre un aumento del 13,36% en delitos de odio islamofóbicos, lo cual representa alrededor del 1,3% del total de crímenes de odio denunciados en 2016. Sin embargo, dado que los crímenes de odio contra los musulmanes son un tema candente para los medios, algunas agencias de noticias (como The Independent y BBC, por ejemplo) ahora informan como si fuera la única forma de crimen de odio.
Esto demuestra que algunas noticias de interés están sensacionalizando la situación ya intensa para los musulmanes’. Al mismo tiempo, los periódicos hacen un llamado a poner fin al odio hacia este grupo vulnerable, en un intento de parecer moralmente correctos.
“Entonces, básicamente, la gente morena que tiene opiniones extremas y mata a personas son terroristas, pero la gente blanca que tiene opiniones extremas y mata personas no lo son; ¿son sólo psicópatas con problemas de salud mental? ¿Por qué existe una diferencia entre la demencia de la gente blanca y la demencia de la gente morena?”, expresó a la BBC Zarina Kapasi, una mujer musulmana.
The Independent opina: “Cuando los musulmanes son las víctimas, nos negamos a llamarlo terrorismo… [existe] una doble reticencia a encasillar los ataques contra los musulmanes como “terrorismo”, mientras los ataques por hombres blancos son dados a conocer como cualquier cosa menos terror”. Los grupos minoritarios están soportando una dificultad que no merecen y su vulnerabilidad puede ser en gran parte mitigada si más periódicos se liberan realmente de una visión sesgada y permiten saber al público que los ataques terroristas y los delitos de odio son todos causados por odio, no por raza o religión. (Memorias de The Prisma)
(Traducción de Lidia Pintos Medina) – Fotos: Pixabay