Globo, Migrantes, Multicultura, Reino Unido

Un inmigrante cautivado por Londres

Esta multiculturalidad es lo que hace a Green sentirse “más como en casa”. Este canadiense llegó a la capital inglesa el pasado 7 de enero. Vino en busca de una “gran aventura”. Hasta el momento se halla cautivado por la ciudad.

 

Javier Duque

 

Hace unos 4 años Robert Green  descubrió que existían visas para jóvenes para ir a otros países de la Commonwealth. Eso le hizo pensar y darse cuenta de que quería algo diferente, excitante… una nueva cultura. Empezaría un nuevo episodio en su vida cuando acabase sus estudios.

Así pues, finalizados éstos el pasado mes de diciembre, y ya con 24 años de edad, se puso rumbo a Londres a principios de este 2012  y, nada más aterrizar, leyó sobre las miles de personas sin empleo que están llegando al Reino Unido. Antes de que volviese a leer algo parecido, él ya había conseguido un empleo en un hospital privado en el que se encarga de hacer gestiones con los pacientes. Lo logró antes de la primera semana y fue a través de una agencia de reclutamiento.

Pero las ofertas no pararon y en su tercera y cuarta semana recibió otras dos propuestas para trabajar en hoteles de la ciudad. Algo que rechazó ya que se encontraba – y se encuentra – contento en el hospital.

“Tuve mucha suerte. Encontré un trabajo enseguida, pero para la mayoría de la gente es un desafío como muchas otras cosas en esta ciudad”, comenta el joven.

Otro de esos retos a los que se refiere Robert es el de encontrar un lugar adecuado para vivir. “Hay muchos y algunos enormes, aunque muy caros”. Finalmente, la pasada semana se mudó a un estudio en el oeste de Londres que espera sea su casa al menos por una temporada.

A pesar de la incomodidad de haber tenido que cambiar dos veces de vivienda, se encuentra encantado con la ciudad. “A los que se quejan del tiempo deberían ir a Canadá”, señala sonriente Robert.

En cuanto a otra de las quejas de los londinenses, el transporte público,  Green lo encuentra magnifico ya que el metro cubre toda la ciudad y hay numerosas líneas de autobuses.

“Las ciudades canadienses están diseñadas para los coches. Necesitas uno para ir a cualquier lugar. Aquí no. Y eso es perfecto. Nuestras ciudades intentan parecerse a Londres pero no lo consiguen”, asevera el canadiense.

Integración y futuro

En su segunda ocasión en Londres – la primera consistió en unos días hace varios años cuando estuvo visitando diversas ciudades europeas – Robert se encuentra totalmente integrado, sobre todo al comprobar que las personas aquí son amigables.

“En Canadá es extremadamente importante ser educado y cuando llegué aquí y la gente yendo a lo suyo parecía que eran antipáticos. Pero me perdí un par de veces, pregunté y me respondieron muy bien”, apunta.

En cuanto a los ingleses, Robert venía con ganas de conocer a gente del país y gracias a su trabajo, donde casi todos son ingleses, lo ha conseguido. Asimismo, ha conocido gente de numerosas partes del mundo: australianos, italianos, españoles…

Esta multiculturalidad es lo que hace a Green sentirse “más como en casa” ya que a pesar de que él es de Ottawa, ha vivido en ciudades tan multiculturales como Toronto o Vancouver. En esta última más del 40% de sus habitantes son inmigrantes o de primera generación. Respecto al futuro, Robert afirma que aún no lo ha pensado bien ya que acaba de llegar a Londres y aún le queda más de año y medio de validez de su visa, pero sí tiene claro que no ha venido a reforzar su expediente académico sino a preparar su vida hara el futuro.

“Aunque Canadá es un buen país y no puedo imaginarme otro sitio que en casa. Además, echo de menos el café. Tenemos uno muy simple pero me gusta. Y el de aquí es horroroso”, finaliza Robert.

(*Nombre ficticio, historia real)

(Fotos: Pixabay)

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