En Foco, Opinión

La Candelaria y el último día de septiembre

Los habitantes de este barrio bogotano y los turistas trashumantes, observan desprevenidamente al levantar la vista hacia el cielo, las figuras en vidrio y látex de Jorge Olave.

 

Armando Orozco Tovar

 

Este barrio, antiguo y ubicado en centro de la capital de Colombia, es un sector que se salvó de la furia demoledora de los urbanizadores.

Las figuras de Olave son toda clase de personajes típicos del sector, transformados en esculturas de tamaño natural, hechas por él entre 1995 y 1996.

Al artista lo conocimos de cerca en la Casa de Poesía Silva, (lugar que visitaba con frecuencia, debido a que su taller se hallaba en la vecindad), cuando se celebró el Centenario del poeta autor de “El Nocturno”, poema al que Miguel de Unamuno calificó como un hito en la historia de la poesía en lengua castellana.

Y Olave realizó “La sombra del poeta”, que fijó en todas las paredes y muros de la localidad.

Desde que se conmemoró y celebró con bombos y platillos en 1996, el Centenario de la muerte del poeta nacional estas siluetas son como “una sombra larga”, aunque muchas borradas ya por el paso del tiempo, lo mismo que algunos de los personajes creados y situados por el escultor en alturas de las casas, azoteas, ventanas y balcones.

De ellas permanecen sólo algunas: El hombre del tejado, Melibea la lectora, del apartamento de María mercedes Carranza (que habita Melibea Garabito, hija del periodista Fernando Garavito, anti uribista y exiliado, muerto en extrañas circunstancias en el exterior).

Entre las esculturas más celebres se observa la del músico y actor  Kike Vivaldi.

Y  en el Chorro de Quevedo – lugar que dicen fundó en 1538 el conquistador español, Gonzalo Jiménez de Quezada – se halla el Acróbata con sus malabares sobre los arcos del antiguo lugar. Sus originales esculturas, también aparecen en la Alcaldía Distrital, y otras instituciones públicas del centro capitalino. Jorge Olave, según me contó en su taller alguna vez, tenía proyectadas muchas más, en espera de la aprobación de sus nuevos proyectos.

Con un largo currículo de artista en el país y el exterior desde 1970,  el artista regresó al país después de realizar estudios, para contribuir con Genoveva Carrasco de Samper, (también fallecida) en la recuperación de La Candelaria, y el centro histórico de la ciudad.

El 30, último día de septiembre, Jorge Olave apareció, como una de sus figuras de vidrio y látex, muerto en su estudio. 

(Fotos: Pixabay)    

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