Este francés de 30 años realiza sus estudios a distancia desde la capital inglesa. No es su primera vez como inmigrante
Javier Duque
Francois Ramonet* llegó a Londres el pasado mes de noviembre procedente de París para continuar sus estudios – aunque ahora a distancia – de Artes Plásticas y Gráficos por Ordenador. Está matriculado en la famosa universidad de La Sorbonne, a la que tiene que volver en los próximos días para realizar sus exámenes.
Respecto a la universidad asegura que tiene los mismos problemas que todas: “Lo único diferente es que el nombre es famoso”, afirma.
Decidió venir a Londres ya que consiguió una beca para continuar sus estudios fuera de Francia y él eligió Londres para así poder mejorar su inglés.
Su padre también le ayuda económicamente y él ha realizado hasta la fecha algunos “trabajos” puntuales: ha colaborado con una amiga estilista, ha enseñado un poco de “photoshop” y también ha dado consejo para el diseño de un restaurante que planea abrir una amiga suya.
Pero para Ramonet esta no es la primera vez que deja Francia por un cierto tiempo. Ya estuvo hace dos años en Bélgica, donde recuerda que tuvo problemas para comunicarse ya que estuvo en la parte flamenca, donde sólo hablaban neerlandés o inglés. Un inglés que, por aquel entonces, recuerda “no existía”.
Lo que le llevó a escoger Londres, aparte de mejorar su inglés, fue porque la ciudad es muy famosa en Francia y porque cree que es una ciudad muy adictiva y “todo es mucho más fácil si lo comparas con París. En París la gente es muy pija”.
Además, este joven francés ha comprobado que las administraciones funcionan mejor que en París: “Se necesita menos papeleo para todo: para el contrato del piso, para abrir una cuenta en el banco…”.
También destaca de la capital inglesa que puedes conocer muchas personas de todas partes del mundo y aunque él vive con otros dos franceses y una italiana, asegura que en casa hablan inglés para que se puedan entender todos. En cuanto a si se trata esta de una ciudad costosa, teniendo en cuenta que París es después de Londres una de las ciudades más caras de Europa, Francois cree que viviendo en la capital inglesa los gastos son menores. “Aquí es caro el metro, las bebidas, el tabaco… pero la comida es más barata. En París el metro cuesta tan solo €1,70 si bien solo encuentras pequeños supermercados y cuesta más la comida”.
Sobre los ingleses, este francés no tiene ninguna queja de ellos. No obstante, cree que se vuelven un “poco locos” con el alcohol y que “cuando sales de fiesta ves a muchas chicas borrachas.”
Porvenir
Cuando realice sus exámenes en París correspondientes a este final de curso, a Francois le gustaría volver a Londres, para trabajar en una agencia de comunicación o en un restaurante y practicar así el inglés. Lo haría aproximadamente septiembre, cuando empieza el año académico.
Ello se debe a que aún le queda otro año de sus estudios universitarios y a Ramonet le gusta terminar las cosas en el mismo lugar donde las empieza.
En el momento en que acabe definitivamente sus estudios el año que viene, Francois quiere intentar hacer un máster en “Cooker designer”, que es una mezcla entre creación y comunicación.
Mientras tanto, Francois seguirá practicando el idioma para llegar a dominarlo totalmente y conseguir un plus en su CV, ya que asegura que en Francia no es fácil encontrar a alguien que hable inglés con fluidez.
*Nombre ficticio, hechos reales.
(Fotos: Pixabay)