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Tráfico moderno y esclavitud afro-caribeña: ¿una comparación falsa?

Uno de los mayores mitos es que el tráfico humano moderno puede ser directamente equiparado a la esclavitud afro-caribeña. Existen una serie de falacias en este argumento.

 

  Nigel Pocock

 

¿Podría ser, como sugiere el profesor Geoff Palmer, que las comunidades locales hablen de tráfico moderno debido a que (aparentemente) «ningún pecado puede conectarse» a dicho fenómeno, y que por tanto necesitan no sentirse culpables por ello?

¿Cuáles son los mitos?

Primero: Que los actuales 27 millones de esclavos personales y sexuales son un equivalente directo de la esclavitud afro-caribeña.

Segundo: Igualmente para los estimados entre 1 y 6 millones de niños en trabajos forzados.

¿A qué se debe esto?

La población mundial es hoy siete veces mayor que la de 1800, en la cumbre del tráfico afro-caribeño (de 1 billón a 7 billones actuales).

Primero: Aunque añadiéramos la estimación máxima de 6 millones de niños a los 27 millones de esclavos sexuales (33 millones), esto ni siquiera sería siete veces superior a la cifra aproximada de 13 millones de africanos que fueron traficados como esclavos.

Eso equivaldría a 91 millones, alrededor de tres veces más. Se podría replicar que la comparación no es igualitaria, puesto que el dato caribeño resulta de una estadística acumulada.

No obstante, hacer un paralelo exacto es probablemente imposible, puesto que la esclavitud sexual y el tráfico infantil han tenido lugar, sin lugar a dudas, desde el principio de la humanidad.

Comparar un período limitado como la esclavitud afro-caribeña a la historia global no ayuda. Existe un pequeño paralelo con el tráfico sexual moderno en el hecho que las mujeres africanas y las niñas también sufrían una violencia sexual ilimitada.

Segundo: La esclavitud afro-caribeña fue única en tanto en cuanto era legal, y no existía vergüenza alguna al respecto.

Nunca ha habido una sociedad como la de las islas del Caribe o de colonias como Surinam. En Jamaica (1778) eran18.000 blancos por 205.000 esclavos, una proporción de 11 por 1.

¿Qué otras sociedad, en cualquier parte del mundo y en cualquier momento, antes o después, ha superado tal estadística? ¿Acaso ha existido una comunidad entera donde todos los esclavos fueran legalmente la propiedad de otros, en proporciones tan disparatadas? Probablemente no. Pero esta disparidad es mínima comparada con Surinam. Aquí 1.400 colonos (1754) eran superados por 35.000 esclavos, una asombrosa desproporción de 94 por 1.

-En caso de que algunos crean que no era así, John Gabriel Stedman muestra en su trabajo que los holandeses empleaban a marineros británicos (no mercenarios) para ayudarles, y así sofocar las constantes revueltas.

Si bien puede ser que estas mujeres (así como hombres y niños) tengan derechos extremadamente reducidos en muchas culturas, es dudoso que sean legalmente esclavas (palabra proveniente de «ganado») y técnicamente no humanas o, a lo sumo, ‘regresiones’ sub-humanas.

Aun cuando las mujeres son consideradas inferiores a los hombres, seguirá habiendo un balance de hombre a mujer de cerca de 1 por 1. Un 94 por 1 es prácticamente inaudito. Dejemos por tanto de intentar sostener que el tráfico moderno es paralelo a la esclavitud afro-caribeña tanto en su escala como en sus efectos. No lo es.

Ni tampoco se debería usar esta comparación del tráfico moderno, por atroz que sea, como mecanismo para invalidar la esclavitud afro-caribeña. Eso es una negación ciega.

(Traducido por Noelia Ceballos) – Fotos: Pixabay

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