Chile se ha convertido en el punto donde confluyen los éxodos de Latinoamérica. Conflictos, desorden económico y la búsqueda de un futuro mejor es lo que viven quienes eligen el país trasandino como su segunda nación. Memorias de The Prisma. Diciembre 2017
Marcella Via
En los últimos años, la atención europea en temas migratorios se ha enfocado en la ola de refugiados que se dirigen hacia sus fronteras, olvidando que este fenómeno ocurre también en otros continentes en amplia escala.
Igualmente, las dinámicas internacionales que han ocurrido del otro lado del Atlántico han causado un movimiento de personas en busca de un futuro mejor.
Entre estos acontecimientos destacan el conflicto en Colombia, la crisis económica en Argentina, el desorden socioeconómico en Venezuela y el terremoto de Haití.
Estos eventos han contribuido a formar diferentes olas migratorias que han confluido hacia Chile.
Y lo ha hecho al punto que el número de migrantes se ha cuadriplicado, según señala la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile y el Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (OBIMID). Es más, desde 2001, Chile se ha convertido en el país sudamericano que recibe el mayor número de migrantes, con un total de 465.319 casos registrados en la encuesta Casen en 2015.
Y si bien no hay datos exactos y hay que esperar al Censo 2017, según cálculos del Departamento de Migración y Extranjería la población de inmigrantes podría acercarse a las 600 mil personas.
Desde luego, hay diferentes contextos geopolíticos que han transformado a Chile en uno de los destinos más escogidos por los migrantes.
Uno de ellos ha sido el proceso de control y alta seguridad en las fronteras del país norteamericano, debido al ataque del 11 de septiembre.
Otro, lo que ocurre en Argentina, pues el año 2001 marcó una fuerte crisis económica que ha asfixiado a Argentina que, hasta aquel momento, había sido el destino principal de la migración latinoamericana.
Por tales contextos es como Chille se ha ido convirtiendo en el escenario de la diáspora.
Según la encuesta Casen de 2015 la mayoría de los migrantes que llegan a Chile provienen de América Latina y del Caribe.
El movimiento migratorio más importante de la década de 2010 fue el de la ola migratoria peruana, compuesta por 130.361 habitantes.
También otros flujos importantes llegan de Colombia, con 63.481 casos registrados, y Venezuela. Respecto a este último, el Departamento de Extranjería de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile señaló que más de 23.000 venezolanos solicitaron residencia en Chile a finales de 2016.
Y según las cifras del Departamento de Extranjería y Migración “los venezolanos se han consolidado en los últimos tres años como la cuarta comunidad extranjera que más crece en Chile, por sobre países limítrofes como Argentina u otros de explosivo aumento como Haití”.
Igualmente, el número de haitianos directos a Chile ha crecido de forma explosiva desde el terremoto que afectó al país en 2010. Se estima que en esta época la migración haitiana en Chile creció un 731% con la llegada de 41.000 personas entre los años 2013 y 2016.
En este contexto, la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital Santiago, es el sitio que concentra más migrantes.
En la capital chilena se hallan actualmente alrededor de 11.000 venezolanos, 10.000 peruanos, 8.000 colombianos y 2.281 haitianos.
Fuera del área metropolitana, le siguen por número de migrantes las regiones de Tarapacá, en el norte, y Los Ríos, en el sur del país.
A la hora de analizar las razones detrás de la migración es difícil distinguir entre temas económicos y políticos. De todas formas, en los últimos años, Chile parece ofrecer un refugio seguro para esas personas que buscan estabilidad sociopolítica y económica.
Los datos recopilados en las encuestas e informes redactados acerca del tema de la creciente migración a Chile pueden dar la impresión que la sociedad local se ha adaptado a su nueva demografía, convirtiéndose en un espacio multicultural. Desafortunadamente, la integración a la sociedad chilena sigue siendo un proceso difícil que cuenta con diferentes etapas a nivel burocrático y personal.
Lo cierto es que Chile se ha vuelto el principal destino de la migración latinoamericana. Pero se necesita lograr una mejor integración de sus nuevos habitantes. Sin eso, la multiculturalidad en el país seguirá siendo una perspectiva fuera de foco.
(Fotos Pixabay)
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