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Desigualdad en America Latina: la más grande de todo el orbe

En esta región del mundo, el panorama macroeconómico de los últimos años muestra una desaceleración de la actividad económica, con una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, caída de la inversión, baja en el consumo per cápita, menores exportaciones y un sostenido deterioro en la calidad del empleo.

 

Ivette Fernández Sosa

 

Este es el panorama descrito por la Comisión Económica y Social para América Latina y el Caribe (Cepal), que antes del culminar 2019 advirtió que a un contexto caracterizado por el enlentecimiento en la demanda interna y externa y mercados financieros internacionales más frágiles, se suman, este año, las presiones de las demandas sociales por reducir la inequidad.

Todo esto llevará a que las proyecciones de crecimiento para 2020 se mantendrán bajas, en torno al 1,3% para la región en su conjunto.

En consecuencia, dictaminó la Cepal, el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas.

La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, ya ha dicho que “Frente a este escenario la región no aguanta políticas de ajuste y requiere de otras que estimulen el crecimiento y reduzcan la desigualdad. Las condiciones actuales necesitan que la política fiscal se centre en la reactivación del crecimiento y en responder a las demandas sociales”.

Pero también el Banco Mundial (BM) dijo hace unas semanas que el descontento por la falta de oportunidades son un riesgo subyacente para la estabilidad social, y también para el crecimiento económico en 2020 en América Latina y el Caribe.

Según su estudio, aunque los niveles de inequidad en muchos países de la zona se redujeron en los últimos años, el continente exhibe indicadores alarmantes en relación con otras regiones.

La parte del ingreso que va al 40% de los hogares de menor solvencia en esta parte del orbe es más baja, en promedio, que en todos los mercados emergentes y las naciones en vías de desarrollo en otros continentes, y también en economías avanzadas.

Mientras la participación que va al 10% más rico es mayor de 35%, frente al 25% en economías avanzadas y el 31% en los países emergentes y en desarrollo.

El crecimiento en América Latina y el Caribe decayó notablemente en 2019, observó la entidad, a un estimado de 0,8%, debido a la desaceleración del comercio mundial y los disturbios sociales en varios países.

Para este año, no obstante, el BM proyectó que la expansión regional será del 1,8% pues prevé que se consolide el crecimiento de las economías más grandes de la región y se eleve la demanda interna.

Asimismo, el capítulo que a esta región dedicó el estudio elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos de Naciones Unidas (DESA) revela la misma preocupación que los organismos anteriormente citados.

“Entre una renta promedio inferior y una desigualdad persistentemente elevada, los niveles de pobreza aumentan”, señaló el análisis al referirse a América Latina y el Caribe.

Según este análisis, se prevé en la región una recuperación lenta y desigual durante los próximos dos años, con una expansión de hasta un 1,3% en 2020 y un 2% en 2021, tras un crecimiento del 0,1% en 2019.

“La actividad económica estará respaldada por una política monetaria expansiva y un repunte en la demanda interna en Brasil y México. Pero incluso esta recuperación estaría sujeta a importantes riesgos, como un mayor deterioro del comercio mundial, una renovada volatilidad financiera y más incertidumbre política”, destaca el reporte.

El estudio también determinó que América del Sur experimentará durante este 2020 su tercer año de recesión aunque a un ritmo menor, mientras que para América Central y México se espera una lenta recuperación de la actividad económica, después de que en 2019 el crecimiento alcanzara su punto más bajo en una década.

La insatisfacción que la inequidad genera en el área volvió a ser mencionada por el Fondo Monetario Internacional para restar puntos a sus previsiones económicas anteriores.

Según el reporte, que calculó que la economía de la región avanzó solo 0,1% en 2019, restó 0,2 y 0,1 puntos porcentuales a los años venideros frente a los augurios previos.

Así, el crecimiento estimado de América Latina y el Caribe tanto para 2020 y 2021, sería de 1,6% y 2,3%, respectivamente.

La rebaja se debe a expectativas de “menores expansiones para México y Chile, este último aquejado por el malestar social”, mientras que se prevé un alza moderada para Brasil. Pese a estar particularmente golpeada por la desigualdad, que la Cepal considera como la más grande de todo el orbe, por encima incluso del África Subsahariana, América Latina sufre la desaceleración que hace padecer a toda la economía mundial.

Las malas políticas redistributivas de la riqueza que distinguen a la región, la convierten en una zona particularmente vulnerable ante momentos adversos.

“Las protestas en la región tienen un hilo común que es la desigualdad y pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. A partir de las movilizaciones hemos visto cómo algunos gobiernos han accedido a mejoras estructurales a bienes públicos esenciales, como salud, educación, pensiones y transporte”, ha dicho la Secretaria Ejecutiva de la Cepal. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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