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En peligro menores inmigrantes y estadounidenses

Así ocurre porque las políticas de Donald Trump en la Casa Blanca marcó un antes y un después en materia de salud infantil en los Estados Unidos, incluidos los niños latinos discriminados por su esencia y los demás menores desatendidos por políticas también erradas.

 

Yosvany Noguet Rodríguez

 

Más de cuatro mil niños latinos sensibilizaron a la comunidad internacional al resultar víctimas de las frías navidades en jaulas en la frontera, custodiadas por las autoridades de inmigración, quienes cumplían las normativas impuestas por la actual administración Trump.

El drama migratorio ha sido quizás uno de los capítulos más sensibles del actual mandato, primero por su promesa incumplida de levantar un muro fronterizo para contener las cifras de migrantes y después por su proceder con ese sector poblacional en la frontera y dentro del país.

Hacia la frontera, los hechos fueron catalogados a nivel global como una de las políticas más infrahumanas vistas en la historia de Estados Unidos, sobre todo por la polémica separación de los niños de sus padres.

Expertos han coincidido en que esas acciones amenazan la salud física y mental inmediata y a largo plazo de los niños y también de los miembros de la familia que experimentaron esas circunstancias inimaginablemente difíciles.

En toda la geografía estadounidense se sumaron las voces de denuncia para criticar esas políticas al parecer las más visibles, aunque a criterio de analistas, no son las únicas nocivas para la niñez del país.

Trump vs. Ciencia, los riesgos a largo plazo

El presidente estadounidense con sus decisiones apartadas del saber científico pone en peligro el desarrollo de los niños y la salud de estos y sus consanguíneos a largo plazo.

Un nuevo informe revelado por la revista Scientific American muestra cómo los niños son víctimas de daño colateral en la guerra contra la ciencia que ha emprendido la actual administración de la Casa Blanca.

La investigación documenta la forma en que las agencias federales ignoraron los criterios de científicos y asesores al adoptar de cisiones que van en contra del interés público y la evidencia científica firmemente fundamentada.

Un total de 10 estudios de casos diferentes, ilustran los impactos concretos de las decisiones de hacer retroceder o debilitar las políticas ambientales o de salud pública, impactos que afectan de manera singular a los niños tanto a corto como a largo plazo.

Hoy en día, los retiros de productos para niños están en su nivel más bajo en una década y el número de multas impuestas por mala conducta corporativa se ha reducido a la mitad.

El número de retiros de productos para niños se redujo en un 60% entre 2016 y 2017 y, en lugar de abordar el problema, la agencia especializada eliminó un equipo encargado de encontrar productos infantiles defectuosos en 2018.

Unas normas de contaminación del aire más débiles podrían exponer a los niños a niveles más altos de contaminantes como las partículas finas y el ozono a nivel del suelo.

Esas serían las causas que darían lugar a cientos de miles de ataques de asma, enfermedades respiratorias y días de escuela perdidos que podrían haberse evitado, con la aplicación de políticas pensadas desde los resultados científicos, consideran los expertos.

La administración Trump también emitió varias reglas que restringen el acceso a los programas de asistencia alimentaria que mantienen a millones de personas fuera de la pobreza.

Ello sin hablar de los contaminantes ambientales, particularmente dañinos para los bebés y los concebidos, desde antes del nacimiento hasta los ocho años de edad, porque sus sistemas corporales aún se están desarrollando en esos lapsos.

La exposición temprana a sustancias tóxicas puede afectar al desarrollo de los niños, tanto en el plano físico como mental, a lo largo de su vida.

Y entre los asuntos pendientes se encuentra también el aseguramiento de refugios para menores y sus familiares en casos de catástrofes ambientales, para las cuales la ayuda por enviar a Puerto Rico deja mucho por pensar en cuanto a la falta de previsión.

El análisis de los expertos muestra que la administración actual retrocedió las protecciones por lo que los niños estarán más expuestos a los daños causados por las sustancias químicas tóxicas en el agua, el aire y los productos utilizados en los hogares.

Por si fuera poco Trump obstaculizó la producción de nuevos conocimientos sobre la forma en que los niños se ven afectados de manera singular y amenazó las protecciones para las mujeres en edad de procrear.

Por otra parte, los niños de las familias de bajos ingresos, son los más afectados por el recorte de programas pensados para sacarles de la pobreza. La gota que derrama el vaso en materia infantil sigue a la vista de todos y es el uso de armas de fuego, causantes de la muerte de 35 mil 712 personas, de ellos 190 niños de cero a 11 años y 698 adolescentes de 12 a 17 años, según cifras oficiales del año pasado. (PL)

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