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Estrategia de difamación contra Cuba durante coronavirus

Calumnias y acusaciones infundadas, en especial contra la cooperación médica internacional de Cuba, son parte de un escenario de creciente hostilidad del Gobierno de Estados Unidos contra la isla.

 

Deisy Francis Mexidor

 

Tras una semana del ataque terrorista a la embajada de Cuba en Washington, ocurrido el 30 de abril, esa misma administración ignora la gravedad del hecho.

Mientras, cuentas oficiales de la Casa Blanca en redes sociales como Twitter son plataforma para intentar denigrar y obstaculizar la solidaridad del país caribeño, sobre todo en tiempos de pandemia.

Prensa Latina dialogó en entrevista exclusiva con la subdirectora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Johana Tablada, sobre estos y otros elementos de actualidad.

Tras el ataque terrorista a la embajada de Cuba en Estados Unidos y cuando la isla, con gran esfuerzo, obtiene alentadores resultados y transita por un camino esperanzador en el combate a la Covid-19, se aprecia un incremento en la retórica hostil que circula en cuentas oficiales del Gobierno de Estados Unidos. ¿A qué obedece?

El endurecimiento aparentemente irracional del discurso a niveles casi sin precedentes obedece a varios factores de naturaleza bilateral, de política doméstica y electoral de Estados Unidos y también multilateral.

Johana Tablada. Foto Cancillería de Cuba/ Prensa Latina

En lo bilateral se combinan, por una parte, el menosprecio e intereses históricos de dominación de Estados Unidos sobre Cuba y, por otro lado, no se puede subestimar el sello específico de uno de los equipos más irresponsables de política exterior en el Gobierno de Estados Unidos.

El gobierno del presidente Trump entregó hace meses la política hacia Cuba, bajo el engaño y la conveniencia, a un grupo de individuos reaccionarios que responden a la minoría que financia y al mismo tiempo lucra, en el negocio de ida y vuelta que es la industria del odio contra Cuba.

¿Cómo funciona esta estrategia de difamación?

Se aporta a las campañas sumas moderadas de dinero y votos, y a cambio se obtienen fondos millonarios que luego se reparten entre los mismos clientes que impulsan los proyectos y políticas para tratar de derrocar el Gobierno de Cuba y sustituirlo por otro que responda a los intereses de Estados Unidos y los sectores extremistas de la emigración.

En materia de política interna es importante también denigrar a Cuba porque la Florida es un estado clave para ganar las elecciones presidenciales.

El senador Marco Rubio y otros políticos financiados por los sectores que se enriquecen con el deterioro de las relaciones con Cuba, han hecho creer a Trump que la emigración cubana favorece mayoritariamente el enfoque de línea dura.

La verdad es que la inmensa mayoría favorece una relación más cercana con su país de origen y su familia, como demuestran los casi 600 mil cubanos que viajaban a Cuba cada año antes de la pandemia.

Por otra parte, también hay mucho interés en denigrar la Salud Pública y la cooperación internacional de Cuba porque el tema Salud es una prioridad y un grave problema que es objeto de discusión en la agenda electoral este año.

¿Cuál es el objetivo de las calumnias?

En ese contexto, es muy importante para el equipo de campaña de Trump y sus más altos funcionarios que los estadounidenses no se enteren jamás de los resultados que tiene Cuba en la protección de su población en la investigación científica, la biotecnología al alcance del pueblo y mucho menos de la posibilidad de ayudar a otros países.

Es importante que no sepan que aún bloqueada Cuba ha demostrado todo lo que se puede hacer cuando el ser humano y no el dinero es lo primero.

Toda la fabricación de la mentira de que los médicos marchan obligados a otras tierras en un negocio que comparan con la trata de personas, tiene que ver con esta necesidad de ocultar la verdad y el espíritu noble. Ocultar que está muy mal que existan 48 millones de estadounidenses sin seguro médico o mal asegurados.

Las cifras catastróficas y dolorosamente altas de muertos en Estados Unidos por Covid-19 no hacen más que exponer lo que muchos en ese país llevan años denunciando.

¿A qué atribuye el silencio del Gobierno de Estados Unidos sobre la agresión armada contra la sede diplomática cubana?

Habría que preguntarle al Gobierno de Estados Unidos. A duras penas y tras la crítica de nuestro ministro, reaccionaron a regañadientes y a bajo nivel, pero, ciertamente es evidente que han querido silenciar este grave hecho que aunque indignante y peligroso, no nos sorprende.

También se ha ocultado la historia de las agresiones terroristas cometidas contra el personal diplomático de Cuba en Estados Unidos o aquellas que desde ese territorio se organizaron contra Cuba y los cubanos en nuestro país y otras partes del mundo.

El caso más notorio sigue siendo del crimen de Barbados que la mayoría de los estadounidenses desconoce, cuyos autores murieron en paz en Miami.

Lo mismo ocurre con la decena de explosiones que tuvieron lugar en Cuba en los años 90, con explosivos introducidos en el país por mercenarios.

Y también con la historia verdadera de nuestros Cinco Héroes y el asesinato el 11 de septiembre de 1980 de Félix García, diplomático cubano en Nueva York.

En todos los casos los atentados provienen de los grupos terroristas de extrema derecha radicados en Estados Unidos.

En esta ocasión, como ha declarado nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, el Gobierno de Cuba espera la correspondiente investigación de las autoridades estadounidenses, las motivaciones del autor de esta agresión.

Como también ha denunciado el ministro, y el embajador de Cuba en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, no parece existir mucha voluntad de cooperar con Cuba.

Pese a las campañas difamatorias provenientes de Washington contra las misiones médicas de Cuba, hace unos días autoridades del Ministerio de Salud informaron que existían en ese momento 51 solicitudes de colaboración para ayudar a enfrentar la Covid-19 en distintas partes del mundo. ¿Qué comentario le merece esto?

La sostenida y bien financiada campaña contra la colaboración médica de Cuba ha fracasado estrepitosamente.

Las presiones y amenazas de Estados Unidos, salvo en dos o tres países, no encontraron receptividad en la gran mayoría de las naciones que mantenían y sostienen programas de cooperación y colaboración con Cuba. Por el contrario, las solicitudes han aumentado.

La urgencia de la pandemia no ha hecho más que exponer mucho más claro la naturaleza solidaria y valiosa de la labor noble y profesional de las brigadas médicas de Cuba.

La campaña de Estados Unidos en estas condiciones se erige como un acto inhumano oportunista y de barbarie. La verdad es que, aunque se ha podido cumplir con muchos países, no es posible responder a la cantidad de solicitudes que Cuba ha recibido. (PL)

Proxima semana: EE.UU subestima al pueblo cubano.

(Fotos: Pixabay)

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