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Inmigrantes en tiempos de Covid: “No debería pasar lo que pasó”

La pandemia ha cambiado drásticamente la vida de Gladys Medina, una activista boliviana profundamente involucrada en la comunidad. La cantidad de trabajo ha aumentado y no tiene suficiente tiempo para sus luchas. Cree que el cierre y todas las medidas tienen un gran impacto en la salud emocional de la gente.

 

Nathan Raia

 

Siendo una abogada profesional en Bolivia, llegó a Londres en 1995, con una visa de visitante después de viajar a Alemania para asistir a la boda de su hermano. Decidió quedarse a estudiar inglés y fue durante ese tiempo (más de dos años) que conoció a la persona que hoy es su esposo.

Después de terminar sus estudios, regresó a Bolivia por un año, pero Londres todavía estaba en su mente y volvió a Inglaterra para hacer un curso de un año de posgrado en la universidad, denominado Certificado en Trabajo de Asesoramiento aplicado.

Desde entonces han pasado 25 años y todavía vive y trabaja en Londres como asesora. Actualmente trabaja para Latin American Women’s Rights Service (Lawrs), brindando asesoría en el asentamiento de la UE, y ahora también en el empleo.

Gladys Medina, habló con The Prisma sobre la pandemia, sus miedos y preocupaciones, su trabajo y cómo la comunidad latinoamericana ha lidiado con el cierre y sus problemas.

Mientras estudiaba en Londres, ¿tuvo también que trabajar?

Tuve que trabajar y fue una época muy difícil porque no estaba acostumbrada a hacer los trabajos que hacen los inmigrantes: limpiar casas y ser mesera. Mis amigos de entonces, una pareja chilena, no entendían qué hacía en Londres cuando podía volver a mi país y trabajar como abogada. Mi padre también es abogado en Bolivia y estaba muy enojado con mi decisión de quedarme en Londres.

Estudié Derecho en Bolivia pero Londres hacia trabajos que nunca hice en Bolivia. Pero quería tener la experiencia y más que el idioma, realmente quería cambiar mi entorno.

Gladys Medina

¿Qué impacto ha tenido la pandemia en su vida personal?

Cambió dramáticamente. Desde que comenzó la pandemia y el gobierno anunció las medidas de cierre, estamos trabajando desde casa. Al principio no sentí los efectos del encierro  porque estaba muy ocupada, por ejemplo, ayudando a los usuarios de nuestros servicios a presentar la solicitud para residencia en la UE, lo que normalmente podemos hacer en media hora. Ahora, a veces, una aplicación tarda hasta hora y media.

Ha sido un desafío, pero también es muy agotador, porque tiene otras citas y la gente lo está esperando a uno y tú todavía estas trabajando en una muy simple aplicación. Además, recientemente tuve que comprar un teclado porque con mi computadora portátil comencé a sentir dolor en los hombros.

En términos de nuestro servicio, hay un aumento de la violencia doméstica y lidiar con eso lleva mucho tiempo: no es solo una simple aplicación. Tengo que remitirlos a nuestros abogados que pueden ver un caso potencial por derecho propio porque han sufrido violencia doméstica.

Por eso tenemos que prepararnos para recibir todo ese estrés de nuestros clientes.

Todo esto cambió mucho el nivel de apoyo que tenemos que brindar a los usuarios de nuestros servicios.

¿Cómo ha ayudado y apoyado a las víctimas de violencia domestica durante la pandemia?

En nuestra organización contamos con especialistas en maltrato doméstico. Mi trabajo es hacer las remisiones y lidiar con el lado de la inmigración. Por ejemplo, si una persona no europea es víctima de violencia doméstica y vive en este país como dependiente de cualquier europeo (su esposo o pareja, por ejemplo), si no cumple con ciertos requisitos, es posible que no pueda permanecer en el país. Pero si ha sido víctima de violencia doméstica, potencialmente puede presentar una solicitud como víctima de abuso doméstico.

¿Cómo percibe que la comunidad está lidiando con la pandemia?

Tan pronto como comenzó la pandemia hubo un aumento de clientes que querían reclamar beneficios, uno de ellos el Crédito Universal. Mucha gente no sabía si los empleadores estaban haciendo lo correcto, si eran elegibles para obtener la licencia.

Entonces, tenemos que lidiar con ese aumento en la demanda de información sobre derechos laborales y derechos de prestaciones.

Mucha gente también se sintió confundida cuando el gobierno anunció que los propietarios no podían desalojar a nadie durante tres meses. Y muchos de los usuarios de nuestros servicios pensaron que estaban exentos de pagar el alquiler durante tres meses. Ese no fue el caso, por lo que también estaban mal informados.

Aun hoy es muy difícil, aunque el gobierno implementó el permiso, el esquema de retención de empleo ahora está cambiando.

Antes los empleados recibían el 80% de su salario ahora está cambiando al 70% y al 60% y el empleador debería pagar el otro porcentaje.

Pero en algunos casos, muchos usuarios dicen que los empleadores los están despidiendo porque no pueden permitirse pagar la otra parte de sus salarios. Por lo tanto, es un cambio constante de necesidades y realmente no podemos hacer frente a él.

Usted es activista. ¿Cómo ha cambiado y afectado el coronavirus su forma de hacer activismo?

Ha sido un gran cambio porque no tengo tiempo para dedicarle la misma cantidad de tiempo que solía dedicar antes, porque mi trabajo ha tomado la mayor parte de mi tiempo. Así que solo intento participar si tengo que escribir algo. No puedo ir a demostraciones o cosas como esta. Pero ahora que nos hemos adaptado al nuevo sistema, empezamos a hacer reuniones por zoom.

¿Cuáles son las causas que apoya?

Por el momento solo estoy involucrada en una campaña de solidaridad boliviana que es un grupo que apoya a activistas de Bolivia y estamos tratando de apoyar a la gente en general. No creemos que el gobierno ahora esté haciendo lo que debería hacer y hay muchos problemas con el Coronavirus. En toda Latinoamérica el coronavirus ha sido como la puerta de la ventana para ver otros problemas, como la corrupción.

Supongo que tiene familiares en Bolivia. ¿Cuáles son sus preocupaciones sobre la pandemia?

Desde el principio, cuando los países europeos no podían controlar el coronavirus, tenía mucho miedo de lo que pasaría en América Latina, especialmente en mi país, donde no tenemos un muy buen sistema de salud.

En Bolivia, por el momento, no pueden controlar el coronavirus

¿Su familia se ha visto afectada?

No, afortunadamente ninguno de mis familiares cercanos se ha visto afectado, pero amigos y parientes fallecieron y eso ha sido muy triste. La suegra de mi prima falleció a causa del virus, y también falleció un amigo muy cercano de nuestra infancia. Fue realmente impactante. Otra preocupación constante es mi padre anciano.

¿Ha estado en contacto con alguien que contrajo el virus?

Al comienzo de la pandemia, en marzo, pensé que yo  había contraído el virus porque un día llegué a casa y sentí que tenía fiebre y tosía. Tuve que aislarme. Vivo con mi esposo y teníamos un invitado y ambos estaban en casa. Pero hoy creo que no fue el virus.

Algunos de mis colegas nos dijeron que habían contraído el virus. Una de ellas es muy joven y dijo que sentía dolor en los pulmones y ni siquiera podía hablar bien porque tosía mucho y pensó que necesitaba ir al hospital. Tenía mucho miedo porque en ese momento todo se derrumbaba en este país.

¿Cómo cree que el gobierno británico se ha ocupado y está lidiando ahora con la pandemia?

Tenían la experiencia de Italia y China, por lo q

ue podrían haber prevenido y trabajado antes de que comenzara el problema en este país, antes de que las cosas empeoraran.

Su respuesta fue muy tardía. Además, hubo mucha confusión. Por ejemplo, sobre cuándo usar un tapabocas.

Ahora, por ejemplo, debemos hacerlo en tiendas, supermercados, transporte público… Pero al principio el gobierno decía que las máscaras no hacían nada para prevenir el virus. Así que los mensajes contradictorios no nos ayudaron.

¿Piensa que el gobierno británico protege a la comunidad latinoamericana en el Reino Unido?

Creo que no hubo medidas para proteger a las personas, para proteger a los trabajadores. Por eso, por ejemplo, murieron tantos conductores [de autobús], porque no protegieron adecuadamente a nuestra comunidad.

La comunidad latinoamericana trabaja en el sector de la limpieza.

Recibimos informes de personas que se quejaban de que no tenían los implementos para protegerse. Las personas que siguieron trabajando deberían haber sido las primeras personas a las que el gobierno protegió, pero no lo han hecho.

No protegieron a los trabajadores del NHS, por lo que los limpiadores fueron los últimos trabajadores que se pensó necesitarían protección.

Así que no creo que el gobierno haya protegido a la comunidad como debería.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marín) Fotos: Pixabay

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