Cuba constituye la quinta reserva global del metal, es el noveno país productor de níquel en el mundo y sobrepasará las 50 mil toneladas de extracción del metal en 2020 pese a la pandemia.
Tal nivel productivo se logra con las capacidades actuales de las fábricas productoras, pese al escenario pandémico que caracteriza el 2020, aseveró en entrevista con Prensa Latina el director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Juan Ruiz.
Según el directivo, la fábrica Comandante Pedro Sotto Alba -Moa Nickel s.a., empresa mixta con la firma canadiense Sherritt International-, sobrecumple sus planes de producción y a su vez compensa las limitaciones de la empresa estatal socialista Comandante Ernesto Che Guevara, actualmente en proceso de capitalización.
Ubicadas en Moa, en la oriental provincia de Holguín, esas industrias poseen una concesión minera (parcela autorizada) que al ritmo actual les permite extraer y exportar níquel por 17 o 20 años, según consta en la Oficina Nacional de Recursos Minerales (ONRM).
Sin embargo, la industria niquelífera en su totalidad cuenta con otras concesiones mineras ya otorgadas en Moa, Mayarí, Camagüey y Pinar del Río que aseguran la producción de níquel y cobalto cubano por más de 50 años, remarcó Ruiz y amplió que esos datos constan en el balance nacional de reservas y recursos de la ONRM.
Cuba posee, además, otros yacimientos de níquel. A 70 kilómetros de Moa, en Mayarí, existen 300 millones de toneladas del recurso. “Por tanto, cuando se agoten los minerales de Moa se puede recurrir a los de Mayarí”, dice Ruiz.
En San Felipe, Camagüey, también existen otros depósitos con recursos estimados en 306 millones de toneladas del mineral laterítico.
Ruiz añade que a futuro se pueden trasladar minerales de otras regiones de Cuba para las fábricas ubicadas en Moa o realizar una nueva inversión, cuestión esta, contemplada en la cartera de oportunidades de la industria del níquel. Otra reserva igualmente importante está ubicada en Cajálbana, municipio La Palma, en la occidental provincia de Pinar del Río, para la cual recientemente se firmó una asociación económica internacional con el objetivo de evaluar la factibilidad de ese depósito que contiene más de 51 millones de toneladas del mineral.
Según el funcionario, las fábricas productoras hoy solo extraen níquel y cobalto, pero desde los inicios de la producción niquelífera en Cuba, hace más de 70 años, se conservan las colas de la industria las cuales contienen un 45% de hierro.
Solamente en Moa, un proyecto de ferroníquel puede disponer de recursos minerales para más de 50 años, unido a las posibilidades de las fábricas de solicitar a la ONRM concesiones mineras en otras áreas y extender la vida por otros 50 años más, cuenta Ruiz.
A su juicio la fábrica Comandante Ernesto Che Guevara se encuentra en el primer año de un proceso de capitalización previsto para cuatro, cuyo cronograma se cumple a pesar de las dificultades que impuso la pandemia de la Covid-19.
El mejoramiento de la infraestructura incluye los principales equipos de las plantas de procesos: secaderos, hornos, sedimentadores y tanques, así como otros tipos de hornos y máquinas del proceso industrial.
En paralelo se lleva a cabo un programa de capacitación a los obreros, y la revisión de los sistemas de gestión de calidad para asegurar el cumplimento de los cronogramas. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos y la última actualización Statista 2019, la isla constituye la quinta reserva global del metal y la tercera de cobalto.
En lo que respecta a las expectativas de participación del níquel en el mercado para vehículos eléctricos la aplicación principal del níquel es y seguirá siendo la producción de acero inoxidable y aceros especiales, en cuyas producciones se utiliza entre un 75% y 80% de la producción mundial de níquel primario, obtenido de la minería, mientras el pujante mercado de las baterías solo consume entre cuatro y cinco por ciento del metal. (PL)