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Crisis en Cuba: la culpa que le cabe a EEUU

Las nutridas protestas que se dieron en Cuba el 11 de julio y que continuaron días después, originaron titulares sobre el descontento que reina en la población. Muchos se han apresurado a culpar al gobierno cubano. Pero no han pensado en la culpa que en ello tiene el país del norte.

 

Embargo. Foto de Preservationgal / Flickr. Creative Commons License.

Deisy Francis Mexidor

 

El presidente Joe Biden -quien prometió cuando era candidato presidencial por el Partido Demócrata cambiar las políticas hacia Cuba- olvidó que el bloqueo de Estados Unidos es la causa principal del sufrimiento económico padecido durante décadas por el pueblo cubano.

Biden dijo que era necesario el “alivio de las trágicas garras de la pandemia”, pero pasó por alto un elemento esencial: es urgente que su gobierno levante el cerco económico, financiero y comercial para que Cuba acceda a mercados y obtenga recursos.

Biden culpa de la actual situación al “régimen autoritario de Cuba”, pero olvida otra vez que el proyecto social que se construye en la mayor de las Antillas lo respaldó más del 86% de su población en un referendo, lo cual avala la elección libre de su futuro.

El presidente estadounidense pide que en Cuba se atiendan las necesidades del pueblo en “este momento vital”. Pero atender esas necesidades consiste en desarrollar vacunas propias para inmunizar contra el Covid a toda la población, ya que adquirirlas en el mercado internacional sería difícil, debido al bloqueo.

Por tanto, se trata de sortear los obstáculos impuestos por la persecución financiera y comercial para que la mayoría no quede desprotegida y abandonada a su suerte.

Como expresó la activista estadounidense Medea Benjamin, el bloqueo es la causa fundamental de las carencias que afectan al pueblo de Cuba.

Cuando el Covid-19 provoca un grito mundial de solidaridad y cooperación, el gobierno de su país (Estados Unidos) mantiene una política que intenta estrangular la economía cubana, advirtió Benjamin, cofundadora de la organización pacifista Code Pink (Código Rosa), en declaraciones vía Internet a Prensa Latina.

Para ella es criminal que el presidente Biden mantenga las crueles sanciones contra Cuba cuando, de un plumazo, podría levantar todas las medidas coercitivas que impuso Donald Trump (2017-2021).

Benjamin ha dicho que, sin embargo, Biden está anteponiendo burdos cálculos políticos (que tienen que ver con la agenda interna) sobre el bienestar de 11 millones de cubanos. A casi seis meses de llegar a la Casa Blanca, el gobernante demócrata sigue sin dar señales del prometido cambio de política hacia Cuba y, por el contrario, mantiene vigentes las 243 medidas coercitivas impuestas por Trump, quien llevó a extremos el bloqueo.

Analistas sugieren que Biden sigue la misma línea de Trump, pues no ha existido modificación alguna en la política bilateral y alertan que de enero a la fecha se han tomado disposiciones que corroboran esa línea, como lo fue el incorporar al Registro Federal a un país no terrorista en la lista de países patrocinadores del flagelo.

O también el haber ratificado en un informe publicado en mayo la decisión fraudulenta de Trump de incluir a Cuba en un listado de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo. También lo hizo con un listado Trata de Personas.

Según fuentes diplomáticas, sin existir razón alguna, Estados Unidos endureció con mentiras y maquillaje retórico el texto infame del reporte que acusa a Cuba injustamente de Trata de Personas, buscando así desvirtuar la verdadera naturaleza de los programas de cooperación en materia de salud de la isla. Tampoco han faltado -indican- las amenazas y recomendaciones engañosas a las naciones que tienen acuerdos de cooperación con Cuba.

Además, liberaron el 25 de junio al connotado terrorista Eduardo Arocena, quien asesinó en la calles de Nueva York al diplomático cubano Félix García, el 11 de septiembre de 1980.

Según CNC TV Granma, entre los criminales actos de Arocena contra Cuba, figura “la provocación de la epidemia de dengue hemorrágico que se desató, a finales del mes de mayo de 1981 y que afectó a unas 344 203 personas ocasionándole la muerte a 158 personas, entre ellas a 101 niños”. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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