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Vanessa Winship: fotografiar la incertidumbre

Para T.S. Eliot, el invierno es amnésico y deficiente, «cubriendo / la Tierra de nieve olvidadiza, alimentando / una pequeña vida con tubérculos secos», pero en «Snow» de Winship es un tiempo preñado, un periodo de espera, una estación meditativa; no el despertar, el exceso o la melancolía de otras divisiones del año.

 

Sean Sheehan

 

Algunas de sus fotografías son en blanco y negro, otras en colores apagados, algunas utilizan un papel más ligero y permeable.

Su temática se limita al campo y, cuando aparecen personas, se trata de los Amish, un pueblo de la periferia.

La habitual afinidad de Winship por las comunidades humanas y sus lugares la abandona cuando se ve arrastrada e inquieta por la introspección de la naturaleza.

Winship tomó estas fotos en Ohio, que visitó por primera vez en un encargo distinto, y el lugar se le metió en la piel sin ninguna razón obvia en aquel momento. Las visitas posteriores le llevaron a enviar las fotos a un viejo amigo, el poeta y novelista Jem Poster, en busca de palabras que pudieran acompañar a sus imágenes.

Su respuesta, una breve pieza de ficción que se entrelaza con las fotos de “Snow”, habla de un fotógrafo por encargo cuya visita a un escultor en un lugar aislado se convierte en una experiencia cada vez más desconcertante.

Su título, «Ice»(Hielo), podría ser una metáfora de la fina membrana que separa una superficie aparentemente segura de la precariedad y la incertidumbre, convirtiendo el texto en una cámara de eco de un estado del ser que se hace sentir en las imágenes de la escarcha que recubre finamente la vegetación latente bajo cielos silenciosos. Poster da voz a los paisajes liminales y sin palabras de las fotografías de Winship

Su cámara mira fijamente la realidad sin ofrecer una explicación a la indirección que tiene ante sí, y sus imágenes no pueden reducirse a representaciones miméticas de la realidad. Esta postura es distinta de la del personaje que maneja la cámara en «Ice»: ella procede del mundo de la fotografía artística, con su seguridad en sí misma y su sentido del derecho, y se enfrenta a la picardía del escultor y su obra de arte, que la deja despojada, despojada de sus certezas.

Las imágenes poseen un distanciamiento de la modernidad similar al de Amish: las escasas casas de tablas de madera y las vallas publicitarias abandonadas se retratan sin la resistencia de los árboles desnudos, las rocas y el agua que existen en sus proximidades.

El significado está abandonado, falta la agencia en el rostro irresoluble de la recalcitrancia de la naturaleza; no hay sublimidad. Las fotos evocan visualmente la naturaleza enigmática que el novelista John M Harrison evocó con tanta destreza en “The sunken land begins to rise again” (La tierra hundida comienza a resurgir).  En una obra  suya anterior, Winship fotografió una pequeña ciudad portuaria del sur de Francia, Sète, y las tonalidades tranquilas y poco elocuentes que encontró en aquel lugar, hallan eco en los paisajes invernales de Ohio.

La obra “Snow” de Vanessa Winship ha sido publicada por Deadbeat Club.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin) – Fotos suministradas por la editorial y autorizadas para su publicación.

 

 

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