La inmersión de la mente del espectador en una realidad virtual puede observarse en el comportamiento zombi de personas de todas las edades pegadas a las pantallas de teléfonos o tabletas, parte de un ansia de inmediatez que ya parece arraigada en la cultura occidental.
Sean Sheehan
Es un aspecto del tema de “Immediacy” («Inmediatez»), de Anna Kornbluh, que examina cómo los modelos de capitalismo del siglo XXI, como Uber, y el consumismo a la carta, como el envío en el mismo día y el consumo con un solo clic, mejoran los beneficios buscando la fluidez, la conectividad y la inmediatez. La inquietante preocupación del libro de Kornbluh es cómo esta evolución está dando lugar a una nueva estética que no siente la necesidad de la mediación.
La mediación, «dar sentido y significado incrustándose en el medio», es necesaria porque lo que está inmediatamente presente necesita ser interpretado y situado dentro de un horizonte de significado. La importancia de esto se está descompensando con espectáculos de inmediatez que prometen autoidentidad; «comerse lo real con cuchara», como dice Kornbluh.
La inmediatez en la economía, alimentada por la tecnología digital, se está reproduciendo en nuestras mentes a medida que nos aclimatamos a navegar y hojear (resumido por Kornbluh como «ver es leer»).
El visionado de páginas y el clic de enlaces proporciona a las gigantescas empresas que gestionan gran parte de nuestra comunicación en línea demasiada información sobre nuestras vidas y nos ahoga en imágenes que alimentan el narcisismo. Kornbluh encuentra un reflejo estético de esta situación en los autores que rechazan la mediación en su escritura y destaca la autoficción de Knausgaard por su enumeración inmisericorde de una cosa tras otra y a la escritora Rachel Cusk, que considera pasada de moda la ficción narrativa.
“Immediacy” es fiel a sí mismo al no ser un libro de lectura rápida. Su material es muy variado y su escritura tiene una fluidez rica y a veces densa que exige una relectura paciente. Aquí resume un tipo de escritura popularizada por «Testo Junkie» («una autoteoría» en español) de Paul Preciado:
Las modalidades flexibles y las movilidades ilimitadas de la autoteoría la dispersan ampliamente. En estas obras lucrativas y veneradas, los académicos ofrecen expresiones líricas de experiencia personal y elucubraciones impresionistas salpicadas de ocurrencias teóricas… Plenitudes de persona carismática, receptividad corpórea e inundación afectiva diseñan un pleno evanescente que se adelanta a la crítica… La inmediatez en la teoría es esta intensidad sin argumentos, inmersa en el disenso y desprovista de integración de alto orden. Desciende suavemente.
No es de extrañar que la autofoto (selfie) se convierta en la firma de esta nueva estética, y el «Selfish» de Kim Kardashian se considera un ejemplo por su astuta pseudoironía y el despliegue de imágenes #No Makeup #NoFilter para convencer al espectador de una verdad sin intermediarios.
En su capítulo final, Kornbluh busca antídotos contra la inmediatez en escritores de ficción como Colson Whitehead, Brandon Taylor y Diana Evans, y en teóricos de la cultura como Caroline Levine y Sianne Ngai. Ofrecen resistencia a las formas culturales que fomentan el consumo pasivo en lugar del pensamiento crítico. Es hora, deja claro, de salir de la rueda de hámster que nos mantiene embelesados con formas lustrosas de inmediatez y gratificación instantánea.
“Immediacy or, the style of too late capitalism”, de Anna Kornbluh, ha sido publicado por Verso.
(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin)
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