Globo, Multicultura, Perfiles, Reino Unido

Es muy duro ser inmigrante en Londres

25 años, de Bolivia y con el apoyo de su pareja, no cesa en la persecución de sus metas en Londres, pese a su condición legal.

 

Siendo un adolescente, se fue a vivir a Italia en busca de mejores prospectivas, pero pese a conseguir la residencia, no pudo obtener la ciudadanía que deseaba.

En la capital italiana de Roma, cursó una licenciatura en económicas que le hizo plantearse la idea de realizar un master en administración de empresas.

La ciudad elegida para cursarlo decidió que fuera Londres, pero para ello debía mejorar su nivel de inglés y pasar una prueba académica llamada “Ielts”, que demostraría sus conocimientos lingüísticos y le permitiría acceder al master deseado. De esta manera, hace menos de un año llegó a la ciudad británica con su pareja Carolina Romero, la cual conoció mientras estudiaba en Italia y con la que comparte las mismas ambiciones académicas.

Al llegar, recibió la ayuda de una compañera de su pareja, que les alojó en su casa la primera semana, pero tras ello, recuerda lo duro y tedioso que fue encontrar una habitación adecuada donde poder vivir.

Al principio en la ciudad, tuvo que vivir mucho más lejos de lo deseado, en zona 5, para poder pagarse la vida, este hecho le imposibilitaba realizar todos los desplazamientos deseados, ya que el precio del transporte es muy caro.

Por suerte, tiempo después se mudó junto a su pareja a una de las principales zonas de latinoamericanos de Londres, Elephant and Castle.

Igualmente, sus dificultades iban más allá de la búsqueda de casa, ya que no podía encontrar un empleo que le sustentara económicamente debido a su situación legal.

Este hecho es debido a que, al no haber podido conseguir la nacionalidad italiana, todavía es considerado como un ciudadano boliviano, con visado de turista en Londres.

De esta manera, no se le permite trabajar, por lo que ha ido viendo como se le cierran las puertas a empleos aptos para un joven de su edad con tal formación académica.

Igualmente no se amilana y considera un gran logro el hecho de estar mejorando notablemente su nivel de inglés.

Espera que sus deseos se cumplan y pueda cursar ese master por el que volvió a dejar su hogar con el único apoyo de su pareja.

Tras la larga temporada que le espera en esta ciudad británica, tiene la clara intención de regresar a su país, queriendo emplear allí todo el conocimiento internacional que esta obteniendo gracias a sus muchas migraciones.

Considera que es muy duro ser inmigrante en esta ciudad, especialmente por el trato que confieren las personas inglesas a los extranjeros.

Dice que aunque Londres es una ciudad que acoge diariamente miles de turistas, los ingleses no tienen paciencia con las personas que no conocen el sistema. “Se dice que los ingleses son educados y gentiles, pero yo no he tenido esa impresión”, añade. “No entienden – dice – el hecho que muchos inmigrantes vienen sin conocimientos de inglés y sin experiencias migratorias previas, y que tenemos que aprenderlo todo de cero”.

Pese a ello, a la hora de comparar Londres con Roma, ciudad en la que residió durante 10 años, dice que la capital italiana tiene un clima de discriminación más fuerte y es más complicado que un inmigrante consiga empleo.

*Alberto: Historia real, nombre ficticio

(Fotos: Pixabay)

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