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Viaje de un inmigrante iraní hacia el ateísmo y el laicismo

Al elegir el ateísmo como periodista de la diáspora iraní, me he embarcado en un viaje intelectual y liberador. No se trata de rechazar la espiritualidad o la moral, sino de desafiar el dogma religioso y el autoritarismo. A través de mi periodismo, me dedico a buscar la verdad, la justicia y la dignidad humana, abogando por una sociedad más integradora.

 

Rola Zamzameh

 

Mi camino hacia el ateísmo ha estado marcado por experiencias personales, la exploración intelectual y el compromiso con la búsqueda de la verdad frente a la ortodoxia religiosa.

Varios factores me llevaron a abrazar el ateísmo y  esta elección tuvo implicaciones en mi identidad, mi profesión y mi defensa como periodista. Por un lado estuvo la educación cultural y religiosa. A al crecer en Irán, estuve inmerso en una sociedad en la que el islam impregnaba todos los aspectos de la vida, desde las normas sociales y las prácticas culturales hasta las instituciones políticas y los sistemas jurídicos.

Como miembro de una familia musulmana chiíta, me educaron con enseñanzas y rituales religiosos que conformaron mi visión del mundo y mi identidad desde una edad temprana. Sin embargo, incluso en este entorno religioso, albergaba dudas y preguntas sobre la naturaleza de la fe, la moralidad y la existencia.

Por otro lado, estuvo el despertar intelectual.

Mi actitud hacia el ateísmo se vio catalizada por un proceso de indagación intelectual y reflexión crítica, estimulado por la exposición a diversas ideas, perspectivas y filosofías.

Tuve el privilegio de conocer un amplio abanico de voces y relatos, tanto en Irán como en la comunidad internacional en general. Esta exposición amplió mis horizontes intelectuales y me desafió a enfrentarme a las contradicciones e incoherencias inherentes a la doctrina religiosa.

Igualmente, estuvo el factor de rechazo del dogma religioso. A medida que profundizaba en el estudio de la historia, la ciencia y la filosofía, me desilusionaba cada vez más el dogma y la superstición propagados por la religión organizada.

El choque entre las enseñanzas religiosas y las pruebas científicas, la hipocresía y la corrupción de las instituciones religiosas y los dictados opresivos de la autoridad religiosa contribuyeron a mi creciente escepticismo y, finalmente, a mi rechazo de los sistemas de creencias basados en la fe.

Otro elemento que fue decisivo en llevarme a optar por el ateísmo, fue la defensa del laicismo y el humanismo.

Elegir el ateísmo como periodista de la diáspora iraní no es sólo una decisión personal, sino también una forma de activismo social y político basado en el compromiso con el laicismo, el humanismo y el racionalismo. En un país donde el fundamentalismo religioso y el autoritarismo siguen reprimiendo la disidencia y socavando los derechos humanos, el ateísmo representa una audaz afirmación de la autonomía individual, la libertad intelectual y la responsabilidad ética.

Por otro lado, también quería abrazar el pluralismo y la diversidad. Como periodista ateo de la diáspora iraní, reconozco la importancia de abrazar el pluralismo y la diversidad en la sociedad iraní y en el mundo musulmán en general. El ateísmo no es sinónimo de imperialismo cultural ni de falta de respeto por las creencias religiosas, sino que manifiesta la diversidad de pensamiento y rechaza el conformismo intelectual.

Al defender el ateísmo, intento crear un espacio para el diálogo, el debate y el entendimiento mutuo entre iraníes de todos los orígenes y creencias.

Finalmente, otro factor decisivo en mi  viaje a la no religión, fue el navegar por la identidad y la pertenencia.

El ateísmo también ha planteado retos a la hora de abordar cuestiones de identidad y pertenencia.

Aunque estoy orgulloso de mi herencia iraní y de mi legado cultural, me niego a que me definan únicamente por mi afiliación religiosa o mi identidad nacional. Como periodista, me esfuerzo por superar categorías y estereotipos estrechos y por cultivar un sentimiento de pertenencia basado en valores compartidos de justicia, compasión y solidaridad.

*Rola Zamzameh:  Periodista senior de la Comisión y el Parlamento de la Unión Europea.

(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin)Fotos: Pixabay

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