Terry Eagleton es un crítico literario de confianza. Lo ha leído todo, sus juicios son invariablemente acertados y su humor es la guinda del pastel.
El tema de “Lo real” (The real thing) es la ficción, en su mayoría novelas que se engloban ampliamente bajo el paraguas del realismo literario, preguntando e interrogando sobre el significado y el uso del término.
Puede parecer obvio decir que el realismo consiste en ver las cosas como realmente son, pero Eagleton sabe que esto plantea todo tipo de problemas y puede llevar a los incautos de un extremo al otro.
Refiriéndose al relativismo cultural del posmodernismo, observa: «Asumen que si la verdad no está blasonada en los cielos con una luminosa escritura gótica, entonces no existe».
Considera que hay argumentos filosóficos para afirmar que el mundo es independiente de lo que pensemos de él, al tiempo que acepta que lo describamos y organicemos de diferentes maneras. Lo que no se tiene en cuenta es la postura de Źiźek, que se opone igualmente al posmodernismo, pero de un modo más radical: la verdad en sí misma no lo es todo, la realidad no se sostiene porque es incompleta y necesariamente incoherente. Esta es también una forma de realismo ya que, como señala Eagleton, el término es un grupo familiar y, como la mayoría de las familias, sus miembros no siempre están de acuerdo.
Las novelas tienen la rara habilidad de inventar un mundo que es convincente y que, sin embargo, sólo existe en el lenguaje utilizado para inventarlo. Produce la misma realidad que parece reproducir», dice Eagleton, una mezcla de lo mimético y lo no mimético que constituye estilos de escritura tan diferentes como los de Dickens y Henry James. Es difícil establecer reglas básicas para la ficción literaria y hay escritores antirrealistas pero políticamente conservadores, como Jorge Luis Borges.
Toda ficción, incluso la más extravagante, se relaciona con la realidad y en una frase característica del humor y la perspicacia de Eagleton escribe: «Mientras los extraterrestres de Alfa Centauri viajen por el cosmos en naves espaciales, hablen a quienes secuestran con voces robóticas y se interesen clínicamente por sus genitales, en realidad no son extraterrestres en absoluto, independientemente de que apesten a azufre y no tengan ni idea de quién es Britney Spears».
El abanico de escritores que se abordan en este libro es refrescantemente amplio: George Eliot y Thomas Hardy, pero también Jane Austen y Cervantes, Flaubert y D.H. Lawrence. Lo más probable es que, sean quienes sean sus escritores favoritos, al menos alguno de ellos aparezca en alguno de los capítulos. También se examinan algunos críticos literarios notables, aunque no con el detalle que se les concede en su reciente Critical revolutionaries, y hay un interesante relato sobre el crítico comunista húngaro Győrgy Lukács.
Leemos ficción por placer, pero también por conocimiento, y Eagleton defiende convincentemente la lectura de libros que sean agradables en sí mismos, pero también capaces de decirnos verdades.
“The real thing: reflections on a literary form”, de Terry Eagleton, es publicado por Yale University Press.
(Traducido por Camila Marquez) – Fotos: Pixabay