Alrededor de 30 mil islas en el Océano Pacífico enfrentan una amenaza real por el aumento del nivel de los océanos, que se estima será de entre 24 a 30 centímetros para 2065.
Amelia Duarte de la Rosa
La situación de la mayoría de las islas de la Melanesia, la Polinesia y la Micronesia es una carrera contra el reloj de la naturaleza, amenazada por la elevación del nivel del mar directamente vinculado al calentamiento global.
Las leyes de dilatación térmica, o sea, la temperatura elevada de los océanos hacen que las moléculas de agua se agiten más y se alejen unas de otras por lo que el volumen del agua crece y el nivel del mar sube. Se cree que la subida media es de 3,2 mm por año desde 1993, según recoge el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2018).
Además, la acumulación de emisiones de gas carbono a la atmósfera aumenta la temperatura de la superficie de la Tierra lo cual provoca olas de calor más intensas, sequías, huracanes más fuertes y toda la destrucción de ecosistemas que esto conlleva.
Asimismo, la salinización y la erosión como consecuencia de la subida del nivel del mar y las actividades humanas reducen el tamaño de las tierras agrícolas productivas, y por ello, amenazan la seguridad alimentaria de las familias y a nivel local, según el grupo de expertos.
De acuerdo con el informe del IPCC de 1880 a 2012 la temperatura media mundial aumentó 0,85 °C, mientras el nivel medio mundial del mar ascendió 19 cm y la extensión del hielo marino en el Ártico disminuye cada década.
La ONU considera que el cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo y desde1992, dio los primeros pasos para afrontar el problema con la Convención Marco sobre Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto y más recientemente con el Acuerdo de París.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a los líderes para desarrollar planes concretos para 2020, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 por ciento en los próximos 10 años y a cero para 2050. Los últimos esfuerzos de este año se concentran en España en la Conferencia de las Partes (COP 25), evento destinado a enfrentar los problemas de la Biodiversidad y el de la Desertificación.
No obstante, los especialistas creen que las consecuencias del cambio climático ya son irreversibles y aun cuando la mayoría de los países del orbe ratifican el compromiso con el medio ambiente, solo unos pocos toman acciones gubernamentales para frenar el deterioro de la naturaleza.
El estudio publicado en la Geological Society of America, asegura que las islas del Pacífico de poca altitud podrían reaccionar al cambio climático modificando su forma, pero de todas formas su población tiene una alta susceptibilidad de sufrir por las inundaciones.
Los científicos afirman que estas islas ‘reaccionan de forma morfodinámica’ al entorno pues están constituidas por esqueletos de minúsculos organismos coralinos, más que por roca sólida.
Por tanto, sostienen que algunas zonas se volverán inhabitables y otras van a adaptarse a la subida de las aguas, por lo que consideran que depende solo de los gobiernos y de las poblaciones decidir la estrategia a adoptar en la futura adaptabilidad o no estos pequeños estados. (PL)
(Fotos: Pixabay)