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Inmigrantes en tiempos de Covid: con el enemigo en casa

La actual pandemia global no impidió que la activista boliviana Amancay Colque denunciara la represión del autoproclamado gobierno de transición, que reprimió a los ciudadanos a través de la fuerza militar para permanecer en el poder. Sin embargo, ella ha tenido que hacer también frente a la angustia de ver a su hijo infectado por el coronavirus.

 

Amancay Colque

Nathan Raia

 

Durante la actual pandemia, escuchamos o leemos constantemente noticias sobre el número de nuevos contagios, de muertes y de recuperaciones.

Los números son tan aterradores como los hechos, pero las cosas empeoran sin duda cuando la pandemia azota nuestra propia casa y toca a uno de nuestros seres queridos.

Eso le sucedió a Amancay Colque, una inmigrante que ha vivido en Reino Unido durante décadas y a quien la angustia, el miedo y la frustración acompañaron en las semanas en las que su hijo estuvo postrado en la cama debido al coronavirus.

Amancay contó a The Prisma su historia.

«Caí enferma al comienzo de la cuarentena, no por el virus, sino del estrés de leer sobre cómo era el contagio del Covid-19 y la información contradictoria por parte del gobierno, que afirmaba que todo estaba bien y que debíamos seguir trabajando como hasta ahora. Sentí que tenía el deber de cuidar a mis alumnos y para la mañana del lunes, cuando mis estudiantes debían realizar un examen, mi cuerpo se negó a cooperar. Tuve que llamar por enfermedad.

Amancay Colque y su hijo

Cuando mi hijo contrajo el virus, yo estaba enferma, entonces supe que teníamos que afrontar esta situación nosotros mismos. Las instrucciones del gobierno por aquel entonces eran: “Si piensa que ha contraído el virus, no se dirija al hospital, permanezca en casa”. Por lo tanto, me preparé y leí sobre cómo cuidar de alguien con Covid-19. Mi amigo me envió instrucciones del doctor. John Campbell, que enseña medicina en la red.

Aprendí que era importante medir el nivel de oxígeno en el flujo sanguíneo. Esto era importante decidir cuándo

buscar ayuda profesional. Yo había comprado un oxímetro en la red, pero no estaba segura de sí recibiría el artículo a tiempo. Entonces, de nuevo, mi amigo me aconsejó usar una aplicación en mi teléfono. Esta aplicación fue un salvavidas.

Llamé al número de emergencias una sola vez, ya que mi hijo casi se desmaya. El consejo fue muy básico: “Puede darle Paracetamol o Ibuprofeno, luego dele naranjas o vitamina C”.

Yo sabía que tenía que luchar contra el virus él mismo, así que me aseguré de que estaba hidratado. Le di papaya y zumo de naranja, fruta y comida saludable. También le di vitamina D y Zinc, ya que son importantes para fortalecer el sistema inmune y combatir el virus.

Me aseguré de que su ropa de cama y la suya propia se lavaran diariamente. Nunca he limpiado tanto mi casa. Estaba completamente agotada al final de cada día.

Llevábamos mascarillas cuando estábamos en zonas comunes. No contraje el virus porque creo que seguimos los protocolos sugeridos para prevenir el contagio.

Mi hija estaba a cargo y nos proporcionaba todas nuestras compras y se aseguraba de que todos tuviéramos comida y suministros de limpieza. Ella tuvo que visitar numerosas tiendas para conseguir productos esenciales en nuestra lista de la compra. Yo estaba muy contenta extasiada cuando pasaron dos semanas y mi hijo estaba bien. Aunque, él tenía aun una tos leve.

Regresé al trabajo después de Pascua. No estaba muy segura sobre cómo enseñar en la red, pero tan pronto como empecé a hablar con mis estudiantes, las cosas empezaron a encajar. No creo que sea lo mismo que enseñar en persona, por supuesto, pero es posible enseñar y aprender en línea.

El futuro es incierto, y todavía no sabemos suficiente sobre el virus y podría haber futuros virus.

Si hay algo claro, sin embargo, es la absoluta necesidad de tener un sistema sanitario estatal. Es necesario mantener el NHS público y no privado, defender el NHS en este país es defender la vida.

Estoy absolutamente convencida de que cuidar de la salud de todos es fundamental para el bien de la humanidad. Los EE.UU. es un buen ejemplo de un país que ha permitido el lucro dirija su sistema sanitario, es impactante ver el número de personas que han fallecido en el país más rico del mundo.

Yo soy de Bolivia y tristemente la situación en mi país es grave. Esto se debe a que el pasado mes de noviembre hubo un golpe de estado, cuando el reelegido presidente Evo morales fue depuesto por un golpe militar civil. Esto ha sumergido al país entero en una profunda crisis política y económica.

El autoproclamado gobierno provisional, respaldado por los EE.UU., ha usado la fuerza militar para mantenerse en el poder. La pandemia le ha otorgado la justificación que necesitaban para reprimir a la gente corriente que vive su vida diaria.

Mientras que en los otros lugares del mundo la policía y el ejército se han desplegado para atender a los ciudadanos, en áreas rurales y de clase trabajadora de Bolivia, la policía y el ejército son utilizados para brutalizar, arrestar y acosar a la población.

Lo que es más, en áreas donde el gobierno local se encuentra aún bajo el antiguo partido de gobierno MAS, ellos pudieron organizar la distribución del equipo de bioseguridad y alimento a familias de bajos ingresos.

Más de 6 toneladas de fruta cítrica fueron distribuidas por la Federación de campesinos desde el trópico a otras áreas. Ver la solidaridad de las personas que están más reprimidas por el actual régimen, me inspira a seguir apoyando a grupos auto organizados, informar y conectar los grupos y a negarme a rendirme y quedar indefensa.

Pensamos que el confinamiento haría imposible organizar encuentros políticos y manifestaciones. Sin embargo, nos equivocamos una y otra vez. Nunca he estado más ocupada con reuniones y discutiendo ideas políticas. Las manifestaciones del Black Lives Matter fueron un soplo de aire fresco. El hecho de que estemos confinados no significa que tengamos que dejar de luchar por nuestros derechos. Pienso que esto nos da la oportunidad de aprender, debatir ideas y explorar caminos para avanzar y construir una nueva sociedad.

Reino Unido debería de haber estado bien preparado, ya que es uno de los países del G8.

El objetivo ideológico de transformar el NHS en una empresa privada por parte del Partido Conservador y las denominadas medidas austeras empujaron al país a cortar los servicios hasta lo más mínimo. Las áreas más afectadas fueron los centros geriátricos, donde se registró la tasa de mortalidad más elevada.

Este gobierno perdió muchas oportunidades para hacer las cosas bien y se podrían haber salvado muchas vidas. El Reino Unido debería de haber entrado en cuarentena mucho antes. No pidió el EPI a tiempo para proteger a personal en primera línea y tampoco estableció un sistema eficaz para detectar el virus.»

(Traducido por Lidia Pintos Medina) – Fotos: Pixabay

 

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