Derechos Humanos, Globo, Política, Reino Unido

Extradición de Julian Assange: oficial y descaradamente política

Un día trágico para toda la democracia en el mundo y para el hombre que demostró una amplitud de ética y valor que aún no existe, para quien abrió la Caja de Pandora del Estado Profundo. Su extradición cae en manos de los mismos que planearon y ejecutaron su secuestro en la embajada de Ecuador.

 

Julian Assange. Foto de Garry Knight/ Flickr/ Le Journal des Alternatives. Creative Commons License.

Sara Vivacqua*

 

Julian Assange puede ser extraditado a Estados Unidos. Así lo decidió el tribunal de apelación británico, el viernes 10 de diciembre ) a las 10:15 de la mañana, hora de Londres,

Los jueces, Lord Burnett de Maldon y Lord Justice Holroyde, fallaron a favor del gobierno de Estados Unidos, anulando la decisión del juez de primera instancia que bloqueó la extradición de Julian Assange por considerarla “opresiva” debido a las condiciones carcelarias en Estados Unidos y al alto riesgo de suicidio del activista.

La sentencia se remitirá ahora al tribunal de Westminster, al que se ordenará que envíe el caso al Ministerio del Interior para su extradición.

En la práctica, la justicia británica se ha acogido a una controvertida norma de la ley de extradición que aleja la orden del poder judicial y la transfiere al ejecutivo.

La extradición de Assange es ahora oficial y descaradamente política, al caer en manos de los mismos que planearon y ejecutaron el secuestro del activista australiano en la embajada de Ecuador.

La connivencia oficiosa entre el gobierno y la justicia comienza a manifestarse sin fin.

El anuncio de la decisión del tribunal se comunicó la noche del jueves a última hora al público. La decisión se leyó el viernes en una sesión a distancia en una sala vacía, sin presencia de las partes, ni siquiera del acusado, ni siquiera por videollamada.

Lord Justice Holroyde, sin mayor justificación, dijo que Lord Burnett, ponente de la decisión, «no puede estar presente hoy» y leyó un resumen de la sentencia en quince minutos.

En un tribunal fantasma, sin público, tras unos minutos, como en una escena de ficción, se declara el destino de un hombre. También se declara el precedente más oscuro sobre las restricciones a la libertad de expresión y de prensa desde las constituciones de posguerra y los tratados internacionales que declaran los derechos fundamentales.

Lord Burnett tiene razones para no querer exponerse, ni siquiera por videollamada en una sala vacía. Según revela Declassified UK, es amigo personal desde hace más de 40 años de Sir Alan Duncan, quien como ministro de Asuntos Exteriores organizó la expulsión de Assange de la embajada de Ecuador. Vio en directo cómo la policía británica sacaba al australiano del local y lo celebró con copas el mismo día con su equipo.

Fue Alan Duncan quien llamó a Assange «gusano miserable» en medio de una sesión parlamentaria en marzo de 2018 y voló a Ecuador para agradecer al presidente Lenín Moreno la entrega de Assange. Ahora queda entregar el regalo al destinatario final, la CIA, que según filtraciones internas conspiró para secuestrar y asesinar extraoficialmente al activista.

En su recurso, el gobierno estadounidense ha ofrecido garantías diplomáticas al tribunal. Estados Unidos afirma que, en caso de ser extraditado, Assange no será enviado a la infame prisión ADX de Florencia, ni será sometido a medidas administrativas especiales, consideradas oficialmente por la ONU como tortura psicológica.

Sin embargo, estas garantías diplomáticas podrían ser revocadas en cualquier momento si Assange rompe las reglas, sea lo que sea que eso signifique en términos prácticos.

En unas pocas frases, el juez no justificó su decisión y se limitó a concluir: «Por lo tanto, somos conscientes de que si las garantías se hubieran dado antes de la jueza, ella habría respondido a la pregunta pertinente de manera diferente.»

John Shipton, padre de Julian Assange, recuerda que la guerra de Irak, la misma que denuncia su hijo y el motivo de su persecución, fue una invención estadounidense basada en garantías diplomáticas.

Estados Unidos ofreció garantías a las naciones que conservaban armas de destrucción masiva, un argumento que abrió el camino para la invasión del país.

La caza de Julian Assange se perpetúa mientras su estado psicológico y físico está agotado. En una reciente conversación con el padre del activista, me pidió un favor: «No hablemos de mi visita de ayer a Assange, y no me preguntes cómo está. Cuando le dije que la entrevista con el ex agente de la CIA John Kiriakou trataba de reivindicar la verdad para los que lucharon en la dictadura, agachó la cabeza, se cubrió la cara y se echó a llorar.

Hoy es un día trágico para toda la democracia en el mundo y para el hombre que demostró una amplitud de ética y valor que aún no existe. A Assange se le acusa de haber publicado «ilegalmente» miles de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en 2010 y 2011, poniendo de manifiesto de forma definitiva e irreversible ante el mundo el verdadero alcance de los crímenes de guerra, el genocidio de civiles, el secuestro y la tortura como política de Estado en nombre de la democracia.

Pero la verdadera batalla comienza ahora, y espero que la justicia no llegue demasiado tarde para el hombre que cambió la historia del periodismo y abrió la Caja de Pandora del Estado Profundo.

*Sara Vivacqua: Abogada en el Reino Unido, licenciada en Derecho por la Ruprecht-Karls-Universität Heidelberg. Miembro del Comité para la Defensa de Julian Assange (Londres) y organizadora de Lawyers for Assange. (Articulo publicado en DCM)

(Traducido por Monica del Pilar Uribe Marin)– Photos: Pixabay

Share it / Compartir:

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*