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Mansour: el capitalismo es insensible y es cortoplacista

Mansour Mohammadian es el fundador de la Economía del Tercer Camino, un modelo que propone sustituir el sistema económico actual tras el colapso financiero. El paradigma se basa en principios olvidados para regir la economía como la solidaridad o la confianza.

 

Miriam Valero

 

Este profesor iraní de Bioeconomía de la Universidad Complutense de Madrid comenzó en la década de los 80 a intentar cambiar el agresivo sistema económico mundial.

Ese sistema que sólo apostaba por crecer eternamente y había olvidado principios fundamentales para la supervivencia de la humanidad como la preservación del medio ambiente. Se resignó a ver la economía como algo separado de la vida y de la biología. Y su propuesta, la Economía del Tercer Camino, intenta integrar ambas ciencias en un modelo económico que se basa en principios como la solidaridad, la confianza o el altruismo, valores que ha borrado el capitalismo de la percepción financiera.

En concreto, su modelo propone mezclar el libre mercado con la intervención del Estado, mirar a la globalización de forma escéptica ya que ha concentrado la riqueza en una minoría, reducir el consumo voraz y la producción agresiva que reina en la sociedad de hoy, así como poner el énfasis en el reciclaje y la regeneración de los recursos.

Mohammadian habló conversó con The Prisma y detalló los pilares de su teoría explicados en el libro “La Bioeconomia: Economía del tercer camino. Entre la antigua economía local y la nueva encomia global”.

¿Cómo define la Bioeconomía? ¿Cuáles son sus principios básicos?

La Bioeconomía surge de la síntesis de la biología y de la economía. El filosofo británico C.P. Snow, habló hace medio siglo de las dos culturas que habitan la tierra, la cultura de la biología por un lado y la cultura humanista de la economía por otro. Con la Bioeconomía he querido proponer crear un puente y acabar con esta separación para llegar a una tercera cultura en la que ambas se unan.

¿Y cómo es el capitalismo?

La economía se ha alejado de las raíces biológicas, de la naturaleza. Por ello, el sistema capitalista no es completo y no va a funcionar. No hay solidaridad, fraternidad, altruismo, no hay factores no económicos, intangibles que tengan en cuenta los sentimientos humanos o las necesidades biológicas de la tierra. Que son por los que apuesta la Economía del Tercer Camino.

El capitalismo lleva con nosotros desde la revolución industrial y es un sistema que sólo aspira a crecer sin descanso y, mientras, explota los recursos biológicos que un día se van a terminar.

Este crecimiento feroz no se puede mantener. El capitalismo no es sostenible ¿De dónde viene el calentamiento global? ¿De donde viene el agujero de la capa de ozono? Todo esto es resultado de nuestro sistema económico.

¿En qué ha fallado el capitalismo?

El capitalismo es un sistema sin sentimientos y se basa en el beneficio a corto plazo.

Yo no hago nada que no tenga un beneficio para mí. No miramos qué ayuda a otras personas. Es verdad que ha creado mucha riqueza, pero ha fallado en la distribución de la misma.

Si el capitalismo no sigue creciendo va a ser su final. No tiene otra opción. Tiene que continuar devorando los recursos biológicos. Esta en una lucha infernal. Tarde o temprano los recursos que usa el capitalismo se van a terminar y entonces ¿Qué va a hacer la humanidad?

¿Puede ser la economía del tercer camino la solución al colapso financiero?

Puede acabar con esto. El problema que tenemos desde hace cuatro años con la recesión económica no parte sólo de problemas económicos, sino también de falta de valores. No tenemos confianza.

Los gobiernos inyectaron dinero en los bancos para que estos lo utilizaran como crédito para reactivar la economía y tener crecimiento, pero los bancos no lo han prestado porque no se fían de las personas.

Y la confianza es una de las bases del tercer camino, junto con la solidaridad, la empatía y el altruismo.

Su paradigma habla de hacer compatibles conceptos tan opuestos como el altruismo o la solidaridad con la adquisición de beneficios.

El tercer camino no va en contra del consumo o de crear dinero.

Un sistema económico tiene que crear dinero y crecer, pero tiene que usar sus beneficios para, por ejemplo, poder ayudar a los más desfavorecidos.

Hay que crear esta riqueza no de manera competitiva, salvaje, consumista, para enriquecernos. Hay que competir, pero teniendo en cuenta la cooperación, cambiando la cantidad por calidad.

Otro de las propuestas de su modelo es disminuir el consumo de la sociedad, ¿cómo hacerlo?

Hay que consumir según nuestras necesidades. Practicar la austeridad es un fundamento de la economía del tercer camino. Por ejemplo, la idea de crédito que es una parte fundamental del capitalismo no se practicaba hace años y de ahí viene el problema. Yo no tengo un carro, voy al banco y pido un crédito y compro uno. Del mismo modo surgen las burbujas inmobiliarias, los precios subían y la gente pedía créditos para comprarlos y después de unos meses lo vendían con muchos más beneficios y compraban otro.

Usted ha dicho que le gustaría viajar a la Amazonía para conocer la vida de los indígenas y ver cómo viven en comunión con la naturaleza. ¿Tienen ellos alfo que enseñarle a nuestro sistema económico actual?

Sí. Con el capitalismo hemos ignorado todo el conocimiento de los indígenas y estos pueblos nos pueden explicar cómo vivir en armonía con su entorno, cómo vivir una vida austera, y vivir mejor. La idea del capitalismo ha sido más dinero, más felicidad. Pero esto es totalmente falso, mucho dinero no trae felicidad y a veces produce infelicidad. Los pueblos indígenas no tienen carro, no tienen lavadora, pero muchas veces son más felices que nosotros.

¿Qué posibilidades reales tiene la teoría de implantarse como sistema mundial?

Muchas personas me dicen que es muy utópica pero, de hecho, hoy en día muchos países están practicando algunos de sus principios, aunque no la denominan así.

Por ejemplo China o India lo hacen y no han tenido el problema de recesión económica.

Esto es porque, especialmente en China, están practicando una economía híbrida entre la economía de libre mercado y del Estado. El gobierno ha estado encima de los bancos, mirando como un hermano mayor para asegurar que no ocurra lo que ha pasado en occidente.

Poner en marcha la economía del tercer camino es complicado en el sentido de que no ocurrirá de una década o dos. Sin embargo, para comenzar a hacer funcionar la Bioeconomía sólo hace falta que el 1% de la población de una ciudad o de un país comience a adoptar sus valores.

¿De que depende?

Depende de nosotros, no podemos depender siempre de los gobiernos. Tenemos que comenzar  adoptando estas actitudes. Si tú me pides algo, yo tengo que tener confianza en ti. Ser solidarios.

Soy optimista, y dentro de 50 años, al menos, deberíamos haber cambiado las partes inhumanas del capitalismo industrial e incluir los factores del sentimiento humano. Al menos, conseguir que la sociedad recobre su faceta humanista y pueda practicar los valores y pensar que el dinero y lo material no son todo en este mundo. Sí. Con el capitalismo hemos ignorado todo el conocimiento de los indígenas y estos pueblos nos pueden explicar cómo vivir en armonía con su entorno, cómo vivir una vida austera, y vivir mejor. La idea del capitalismo ha sido más dinero, más felicidad. Pero esto es totalmente falso, mucho dinero no trae felicidad y a veces produce infelicidad. Los pueblos indígenas no tienen carro, no tienen lavadora, pero muchas veces son más felices que nosotros.

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