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El rol de la filosofía y la Tesis 11 de Marx

Sólo un saber radical como la filosofía puede provocar un cambio igualmente radical. Claro, no todas las filosofía son iguales, ni todos los filósofos están interesados en una transformación tal como lo plantea Marx. Entonces la cuestión de fondo es el tipo de filosofía que se profese.

 

Claudio Chipana

 

En un texto juvenil de 1845 titulado “Tesis sobre Feuerbach” – publicado por Engels en 1888 – , dice  Marx  que  “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Desde entonces esta frase se ha convertido en una de las  más citadas de Marx  junto con su no menos  célebre  “Proletarios de todos los países uníos” –  ambas inscritas en su tumba en el cementerio de Highgate en Londres. Marx intenta dividir la historia de la filosofía entre lo que ha sido hasta ese momento y una filosofía con una misión distinta, del mismo modo en que los filósofos de la escuela de Frankfurt hablaron de la filosofía tradicional y la filosofía crítica.

Con su distanciamiento de la filosofía contemplativa Marx se propone rescatar a la filosofía de su letargo que la ha confinado a un rol inefectivo para la vida. Para Marx la filosofía puede cumplir un rol revolucionario y no solo ser útil en un sentido instrumental.

Claro, la filosofía no es el único saber que puede ejercer un impacto en la vida. Fácil es percibir que la sociedad ha cambiado bastante gracias al desarrollo científico y tecnológico  para no hablar del impacto de las humanidades y de las artes.

Marx no deja de lado estos cambios tecnológicos, lo que llamó las “fuerzas productivas” de la sociedad.

Más bien él está pensando en un cambio cualitativo de la sociedad como totalidad. Esto es, en una transformación  de las “relaciones de producción” capitalistas.

Esto es constatable en sus escritos posteriores, por ejemplo el prólogo de la “Contribución a la crítica de la economía política” (1859). Para Marx, el capitalismo no son sólo las máquinas, no es sólo la tecnología, sino una relación social especifica entre la burguesía y la clase trabajadora. Bajo el capitalismo, el capital se apropia de lo que produce el trabajo mediante la explotación capitalista.

En consecuencia, para Marx la transformación del mundo no puede ser otra que la superación del capitalismo.

Sin embargo, queda la duda siguiente. ¿Cómo un saber como la filosofía, considerada de poca utilidad, abstracta y hasta superflua, puede ser capaz de transformar no ya un aspecto de la sociedad sino la sociedad toda?

No es que los filósofos sean seres privilegiados o selectos. Se trata de que la filosofía, desde la antigüedad, ha sido una ciencia que a diferencia de las ciencias particulares versa sobre lo general y comprende la totalidad de lo real.

Además la filosofía deber ser ante todo crítica y transformadora. Las categorías filosóficas, ya sean epistemológicas o éticas  no versan sobre lo particular. Por eso es posible hablar de la radicalidad de la filosofía y de su poder revolucionario. Para Marx, la filosofía  no sólo busca cambiar las mentes, busca principalmente cambiar el mundo real. No es una paz interior el individuo aislado, sino una transformación de las condiciones materiales de existencia de la sociedad lo que busca esta filosofía crítica o llamada también de la praxis.

Sólo un saber radical como la filosofía puede provocar un cambio igualmente radical. Claro, no todas las filosofía son iguales, ni todos los filósofos están interesados en una transformación tal como lo plantea Marx. Entonces la cuestión de fondo es el tipo de filosofía que se profese.

(Fotos: Pixabay)

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