Derechos Humanos, Globo, Política, Reino Unido

Julian Assange, salvar al mensajero, salvar la libertad de expresión

El lunes 24 de febrero de 2020 dio comienzo el juicio sobre la extradición del periodista australiano a los Estados Unidos. Fueron cinco días en los que se confirmó que este es uno de los juicios más injustos que hayan tenido lugar en un país democrático en décadas. El 18 de mayo, un evento en Londres dirá basta y se alzará en defensa de Assange.

 

ulian Assange. OperationPaperStorm Photo Flickr bit.ly/2KDKhHv

Nathan Raia

 

En los días de esta primera parte del juicio, quedó claro que los derechos de Julian Assange no fueron respetados.

El juez no mostró piedad ni compasión por él, en la corte fue separado de sus abogados por una gruesa pared de vidrio, le impidieron comunicarse con sus defensores, lo esposaron once veces y lo desnudaron dos veces.

Además, los guardias confiscaron el archivo de su caso, que estaba leyendo, cuando regresó a prisión y lo pusieron en cinco celdas diferentes. (Los informes diarios sobre el juicio están en el sitio web del ex diplomático Craig Murray).

Pero esos días en Woolwich Crown Court no han sido los únicos donde la injusticia contra el fundador de WikiLeaks  ha sido evidente. Ha sido así desde 2010, cuando la organización empezó publicar y filtrar cables dejando al descubierto crímenes de guerra, empezando con las imágenes de helicópteros norteamericanos atacando a civiles inocentes en Bagdad.

Poco después libero más de 90,000 documentos secretos relacionados con las operaciones militares estadounidenses en Afganistán y casi 400.000 informes sobre la campaña militar de Estados Unidos en Irak.

Con la publicación de estos documentos Assange marcó su destino y a partir de ahí empezó una persecución donde la difamación, las mentiras y la violación de derechos humanos han estado siempre presentes.

Estados Unidos, Ecuador y el Reino Unido, han sido los países donde esta injustica se ejecuta sin clemencia alguna.

No solo es la primera vez que un periodista es víctima de tales abusos por ejercer su oficio, sino también la primera vez en la historia de los Estados Unidos en que un periodista es juzgado por la violación de la Ley de Espionaje. Una ley promulgada en 1917 para enjuiciar a espías que filtrarían secretos al enemigo.

Sin embargo, ni siquiera Estados Unidos está acusando a Assange de haber hecho eso.

James Lewis, fiscal de los EE. UU., argumenta que WikiLeaks, al publicar archivos secretos, puso en peligro fuentes e informantes, que hablaron con las tropas o con diplomáticos estadounidenses, en países como Afganistán, Irak, China e Irán.

Tales acusaciones han sido hechas en los últimos diez años, pero nunca se ha presentado una evidencia tangible de que tal daño haya sido causado a fuentes e informantes.

Mientras tanto, en los Estados Unidos, el senador demócrata Ron Wyden, junto con el representante Ro Khanna, presentó al Congreso una reforma de la Ley de Espionaje. Esta reforma tiene como objetivo proteger a los periodistas y garantizar que los denunciantes puedan denunciar de manera efectiva cualquier abuso al Congreso. Si esto pasara, podrían aumentar las posibilidades de libertad de Assange.

Weyden declaró a la prensa que “La Ley de Espionaje actualmente otorga poderes supremos a un fiscal general deshonesto como Bill Barr o a un presidente sin escrúpulos como Donald Trump para atacar a periodistas y denunciantes que revelan información que prefieren mantener en secreto. Este proyecto de ley garantiza que solo el personal con autorización de seguridad pueda ser procesado por revelar información clasificada de manera incorrecta”.

Lo cierto es que hasta el momento no parece haber esperanzas para Julian Assange.

Con sus derechos violados y con un sistema y unos gobiernos decididos a condenarlo, Assange enfrenta una seria posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos donde podría ser sometido a tortura y encarcelado toda su vida.

Mientras tanto, la salud de Assange se deteriora, sus padres no dejan de pedir poner fin a esta injusticia, y los seguidores de Assange y todo aquel con sentido de justicia por la libertad de información, piden que no se le extradite.

Por eso varios actos y acciones se han realizado y siguen realizándose. Uno de ellos es «Shutdown the show trial”, que se llevará a cabo en Londres y es  organizado por Simpson Media uk Simpson Twitter & YouTube, Free Julian Assange Committee Switzerland, Free Chealsea Manning, Brisbane Assange Action Queensland y Free Assange.

Los organizadores están pidiendo un movimiento global en defensa de Assange, diciendo que aquellos que no quieren que Julian Assange muera tienen que “levantarse y decir basta”, señalando el hecho de que si es extraditado, pasará el resto de su vida en una prisión de los Estados Unidos.

Además, su abogado ha advertido que existe el riesgo de suicidio si Assange es transferido a los Estados Unidos.

Como ya lo dejó en claro el relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, quien visitó Assange en Belmarsh, acompañado por dos expertos médicos: “El Sr. Assange mostró todos los síntomas típicos de la exposición prolongada a la tortura psicológica, incluido el estrés extremo, ansiedad crónica y trauma”. Y  Melzer advirtió: “El exponer de manera continua al señor Assange a la arbitrariedad y al abuso, pronto puede terminar costándole la vida.”

«Shutdown the show trial”. Fecha y lugar: lunes 18 de mayo de 2020, a partir de las 18 h. hasta las 11.55 pm. en la prisión de HM Belmarsh, Londres, Reino Unido. Para más información, visite la página del evento de Facebook.

(Traducido por Mónica del Pilar Uribe Marín) – Fotos: Pixabay

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