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Bolivia (1): la derecha amenaza la recuperación de la democracia

Después de todo un año de horror racista y represivo perpetrado por el gobierno de facto resultante de un golpe de Estado, el pueblo de Bolivia acudió a las urnas el 18 de octubre de 2020 y asombró a su propio país y al mundo al dar al candidato del partido MAS-IPSP de Evo Morales, Luis Arce, una victoria aplastante.

 

Foto de Public Reading Rooms

Francisco Domínguez*

 

El golpe de Estado que instaló un régimen racista liderado por Jeanine Añez, fue orquestado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, llevado a cabo por fascistas en noviembre de 2019 y, por supuesto, apoyado por los Estados Unidos.

Los detalles de esta aplastante victoria revelan el tamaño de la derrota del régimen de extrema derecha de facto: el MAS-IPSP ganó la presidencia con un 55% de los votos emitidos, frente al 28% del derechista Carlos Mesa, y el 14% del ultraderechista Luis Camacho.

Este fue un mucho mejor desempeño en comparación con las elecciones de noviembre de 2019, cuando su candidato, Evo Morales, ganó con el 48% contra el 36% del derechista Carlos Mesa.

No sólo eso, el MAS-IPSP ganó en 6 de los 9 departamentos del país (con el 68% en La Paz; 65% en Cochabamba; 62% en Oruro; 57% en Potosí; 49% en Chuquisaca; y 46% en Pando), la derecha ganó en 2 (con el 50% en Tarija, y el 39% en Beni) y la extrema derecha que salió victoriosa sólo en Santa Cruz (con el 45%, y el MAS-IPSP con el 36%).

Los 6 departamentos en los que Arce resultó victorioso contienen casi 7 millones de la población total de Bolivia de 11 millones.

La cosa se pone mejor: Los candidatos del MAS-IPSP obtuvieron 75 de los 130 escaños de la Asamblea Legislativa Plurinacional, y 21 de los 36 del Senado. El candidato presidencial del MAS-IPSP también ganó en 314 municipios, la extrema derecha en 21 y la derecha en 18.

Se trata de una victoria electoral muy sólida, tanto más impresionante cuanto que se produjo en el marco de un año de persecución política y judicial sistemática contra el MAS-IPSP, sus dirigentes y cuadros (el propio Morales fue acusado de terrorismo que le obligó a huir del país), incluyendo una brutal represión contra los movimientos sociales asociados a él; el encarcelamiento ilegal, el acoso y el exilio de sus dirigentes y el uso entusiasta del lawfare.

Todo ello en un contexto de violencia racista bien organizada y muy bien financiada, desatada especialmente contra las mujeres indígenas, por grupos paramilitares fascistas, la policía y las fuerzas armadas que perpetraron masacres contra los movimientos sociales que defendían sus derechos y luchaban por la democracia.

Para colmo, los principales medios de comunicación nacionales e internacionales, en el mejor de los casos, trataron de encubrir, y en el peor, de apoyar, a los golpistas y a la brutal violación de los derechos humanos por parte del régimen de Añez.

Las políticas económicas de Añez, en consonancia con la ideología de la extrema derecha y la de sus mentores extranjeros, se dirigieron deliberadamente tanto a demoler lo que se había logrado para la nación en los 14 años de gobierno de Evo Morales como a revertir brutalmente todas las políticas sociales que habían beneficiado al pueblo.

No es una empresa menor dado el progreso y la transformación bastante asombrosa que Bolivia y su pueblo habían experimentado en ese corto período de tiempo.

A continuación enumeramos algunos de los logros más importantes del gobierno del MAS-IPSP durante el período 2006-2019:

  • El PIB de Bolivia pasó de 9.574 bn de dólares en 2005 a 40.000 bn de dólares en 2013 (un incremento de más del 400%), es decir, un promedio anual del 4,6%, el más alto de la región, por lo que a partir de 2006 Bolivia tuvo superávit fiscal en 2006 por primera vez en su historia; y en 2018 tuvo 8.946 millones de dólares en reservas internacionales.
  • La pobreza extrema se redujo del 38% en 2006 al 16% en 2018 (un mínimo histórico)
  • La mortalidad infantil se redujo en un 56%;
  • Los bonos sociales (para ancianos, alumnos de primaria y secundaria, mujeres embarazadas) beneficiaron a 5,5 millones de personas (más del 50% de la población)
  • El ahorro interno en el período 2006-2018 pasó de 4.361 millones de dólares a 27.123 millones de dólares.
  • La deuda externa bajó del 61% del PIB en 2004 al 23% en 2018
  • El número de centros de salud pasó de 2.870 a 3902, y se construyeron 49 nuevos hospitales bien equipados por el Estado con la última tecnología médica (la sanidad pública es gratuita)
  • Con la colaboración de médicos cubanos, la Operación Milagro realizó más de 3 millones de atenciones oftalmológicas y 742.000 cirugías que permitieron devolver la vista a muchos bolivianos (Añez expulsó a los médicos cubanos) – El presupuesto para salud pasó de 2,5 millones de bolivianos (moneda nacional) en 2005 a 18, 805 millones en 2018
  • El analfabetismo, con el uso del método cubano Yo Si Puedo, fue erradicado en 2014.
  • Entre 2014-18 el metro-cable de nueve líneas en La Paz (terminado en 2014), había transportado 174 millones de pasajeros
  • El agua potable para 2020 llega a 9,7 millones de personas de una población total de 11 millones
  • El fin del sistema de latifundios llevó a la redistribución de cerca de 1 millón de hectáreas de tierra a campesinos y familias campesinas.
  • En 2005 sólo el 18% de los parlamentarios eran mujeres, en 2018 han aumentado al 51%
  • Bajo décadas de neoliberalismo sólo se construyeron 1.098 km de autopistas, pero entre 2006-18 se añadieron 4.796 km nuevos a las autopistas existentes
  • Todo lo anterior fue financiado por la renacionalización de la industria energética (Bolivia es rica en gas principalmente pero también tiene petróleo; y es extraordinariamente rica en minerales, especialmente litio)
  • Bolivia puso en el espacio el satélite Tupac Katari y renacionalizó ENTEL (empresa de telecomunicaciones) otorgando acceso a Internet a millones de bolivianos de forma gratuita, como un derecho fundamental
  • Con una decisión histórica a nivel mundial, se reconoció a 36 naciones indígenas derechos culturales especiales y ancestrales a la tierra, por primera vez en 500 años, lo que se consagran en la nueva Constitución del Estado Plurinacional
  • No es de extrañar, que en 2018 el Informe Mundial de Desarrollo Humano, clasificara a Bolivia por primera vez como “país de alto desarrollo humano.”
  • El MAS-IPSP de Morales afirmó la soberanía nacional eliminando la injerencia extranjera (de EEUU) con la expulsión de la DEA, USAID, CIA y hasta del embajador de EEUU.
  • Y mucho, mucho, más.

El régimen de Añez adoptó políticas que buscaban echar por tierra todos estos avances, algo que casi logró en menos de un año.

*Fuente original: Public Reading Rooms – (Próxima semana: Bolivia (2): Después de la represión viene Arce)

(Fotos: Pixabay)

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