¿Cuáles son los efectos de la “verguenza” en las familias caribeñas? Creo que las estructuras de familias disfuncionales que existen allí perpetuán esta poderosa emoción, siendo estas mismas estructuras causadas directamente por la humillación deliberada impuesta a los africanos por parte de los esclavistas y sus amos plantacionistas.
Nigel Pocock
“Verguenza” se define como una “emoción dolorosa que resulta de la percatación de haber hecho algo malo o estúpido. Los caribeños creen que sus antepasados hicieron esto precisamente.
El sentir verguenza puede llevar a dos respuestas, una negativa y otra positiva.
Las respuestas al verguenza incluyen: negación, evitación, agresión, actitud defensiva, actuar como cabeza de turco, sentimientos de rechazo e inferioridad, encubrimiento, represalias, incapacidad, impotencia, degradación, humillación, sentimiento de maldad irreversible, una “identidad fija”.
Esto conduce a una “mentalidad fija”, en la que la gente llega a obsesionarse con su imagen pública.
¿Cuál puede ser la respuesta positiva al “verguenza”? Los psicólogos lo ven como una oportunidad para reevaluarse a uno mismo.
Esto es desde una mentalidad “fija” hasta una mentalidad de “desarrollo”. Las relaciones que se han dañado históricamente pueden ser reparadas. La capacidad de responsabilidad personal puede ser renovada y hacerse más prosocial.
Parece probable que una importante causa de la mentalidad fija (“perdedora”) yazca no solo en la humillación del pasado, sino también en las estructuras familiares y los estilos de crianza heredados de la historia y especialmente el tipo de críticas que reciben los niños.
Los niños pequeños (de 3 años y medio de edad) no pueden distinguir entre las críticas dirigidas hacia una “tarea” y una “conducta”.
Todos ven las críticas como si estuviesen dirigidas a cómo son como personas, su propia “naturaleza” e identidad. Los niños ligeramente más mayores han mostrado ser capaces de distinguir estos tipos de críticas.
Las críticas que buscan ayudar a que los niños mejoren sus habilidades requeridas, animándolos a realizar mejoras estratégicas, mientras que al mismo tiempo alagan su esfuerzo, son el camino a seguir.
La humillación autoritaria y ritual de los plantadores “patriarcales” tuvo el efecto de crear un mundo social basado en un supuesto “talento natural” de (literalmente) los nacidos perdedores, que eran intrínsecamente incapaces de cambiar, incluso hoy en día.
Por consiguiente, el macho llegó a ser el modelo para todas las respuestas “negativas” mencionadas anteriormente, de negación, encubrimiento, agresión, actitud defensiva, actuar como cabeza de turco, represalias y demás.
Entonces, esto se perpetúa en un ciclo d e vínculo de infancia roto, además de una cultura autoritaria, dirigida por un sentimiento de inferioridad y comportamiento condicionado.
La expresión de esto es el aumento de todos los tipos de enfermedades físicas y mentales en el Caribe: esquizofrenia, bipolaridad, depresión, además de diabetes y enfermedades cardiovasculares. El verguenza es uno de los efectos más profundos del comercio de esclavos que terminó (legalmente) entre 1807-34 en el Caribe Británico.
Ha sido trasmitido a través de los dos siglos anteriores y continúa hoy. Nosotros, descendientes de ambos, perpetradores y esclavos, nos avergonzamos de esto, pero tenemos que afrontarlo.
Se necesita educación, terapia y asesoramiento familiar para tratar estos problemas. Los gobiernos regionales caribeños deben implementar políticas para ayudar a estos cambios.
Los gobiernos occidentales necesitan ayudar a financiar estos cambios, como parte de un movimiento que reconoce reparaciones en el punto de mira constructivas y curación.
Nadie puede proporcionar una solución perfecta, pero esto al menos dará un paso importante en la dirección correcta.
(Traducido por Alexandrina Sabal – Email: sabal.alexandrina@gmail.com) – Fotos: Pixabay
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