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Alergia… en tiempos de Covid-19

Con la primavera surgió este otro problema de salud, que se extiende hasta septiembre y que es importante tratar para evitar contraer el coronavirus.

 

Silvia Martínez

 

Por esta época han subido las temperaturas, el sol está más presente y es también tiempo de floración de muchas plantas por lo que aumenta la concentración de polen en el aire.

Los árboles, los arbustos y las hierbas liberan esas partículas minúsculas al aire para fecundar y recorren en ese proceso largas distancias.

El mecanismo de liberación de polen (antesis) varía según la especie y algunos parámetros climáticos: los días calurosos y de vientos facilitan la polinización, mientras que una humedad relativa alta del aire lo dificulta.

Razones por lo que son más frecuentes los procesos alérgicos, las gripes estacionarias, cuyos síntomas suelen confundirse -en su etapa inicial- y hasta crear cierta alarma en las personas al pensar estar contagiadas con el virus SARS-CoV-2.

Un llamado del Instituto Superior de Salud (ISS) italiano, alerta que es común en estos meses aparezcan o empeoren algunos síntomas típicos de alergias respiratorias, como rinitis, conjuntivitis y oculorinitis, cuyos síntomas pueden asociarse con los del nuevo coronavirus.

Según el ISS esa patología la padece una de cada cuatro personas en el mundo y define a las alergias en su conjunto como una “respuesta hipersensible del sistema  inmune hacia agentes extraños, alérgenos representados por sustancias muy diferentes” y entre ellas cita al polen. La mejor manera de luchar contra ese mal es evitar el contacto con la sustancia que lo provoca, que de ser el polen resulta mucho más complicado pues significa no permanecer al aire libre durante el período de migración, cerrar las ventanas y usar filtros de aire y sistemas de aire acondicionado.

La alergia al polen se presenta con varios síntomas clínicos (ocular, nasal y bronquial) y ocurre con mayor frecuencia en primavera y otoño, es decir sólo en determinadas épocas del año, asociadas a la polinización de las plantas.

Si los síntomas aparecen de abril a junio, las gramíneas (hierbas) y el árbol del olivo suelen ser los principales responsables.

Según el período de aparición de los síntomas, las alergias al polen más frecuentes en Italia, indica el ISS, es la etapa primavera-verano, desde la sensibilización hasta las plantas con floración entre abril y septiembre.

El doctor Giuseppe Timoncini, alergólogo del Hospital San Pier Damiano en Faenza, de la norteña región de Emilia Romaña, ha dicho que si los alérgenos entran en el tracto respiratorio o en los ojos de una persona alérgica, provocan una reacción inmune que induce lagrimeo, secreción nasal, estornudos y tos.

Tanto los resfriados, la tos y la dificultad para respirar son síntomas comunes de alergia al polen y a la Covid-19, como también la conjuntivitis.

Esos malestares pueden crear preocupación en las personas, aunque, aclaró el especialista, “por lo general los alérgicos conocen la sintomatología típica, pero no quienes la experimentan por primera vez por lo que necesitan información para distinguirlos”.

La fiebre es el primer síntoma a considerar, propio de la Covid-19, pero no de la alergia al polen, por tanto, el primer motivo para consultar al médico, máxime si la persona tuvo algún contacto con un individuo contagiado con esa enfermedad.

La rinitis alérgica provoca ‘estallidos de estornudos y secreción nasal, más rara en la nueva infección por coronavirus’, apuntó el galeno.

El tratamiento contra la alergia es importante para evitar contraer el virus de la Covid-19 porque “reduce los síntomas típicos que pueden llevar a tocar la nariz y los ojos con las manos sucias”. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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