Europa, Globo, Reino Unido

El racismo visible e invisible de Europa

Y este continente debe lucha contra ello. Si no hay un cambio estructural que arranque de raíz todo tipo de discriminación, la violencia seguirá llevándose vidas inocentes.

 

Glenda Arcia

 

Según la Agencia de la Union Europea para los derechos fundamentales (FRA, por sus siglas en inglés), el racismo y la xenofobia son problemas persistentes en los 27 estados, donde numerosas personas mueren cada año debido a crímenes de odio.

Además, existe una creciente pasividad ante esos hechos, lo cual está relacionado con el ascenso de sectores ultraderechistas, indica un estudio de esa entidad.

Tras realizar varias investigaciones, la FRA concluyó que en Letonia, por ejemplo, el 25% de mil cinco entrevistados admitió no querer trabajar junto a personas provenientes de África. Mientras, en Rumanía, el 62% de los indagados afirma que la violencia física motivada por el odio existe en el país. “El racismo estructural y la discriminación están profundamente arraigados en las sociedades europeas”.

«La legislación sobre el tema muchas veces no se aplica de la manera correcta y hay muy pocos progresos en la implementación de planes nacionales para enfrentar el problema”, apunta un reporte de ese organismo.

Asimismo, indica que muchas veces los delitos no son denunciados, principalmente porque las víctimas no creen que la policía hará algo al respecto o consideran que los procesos no tendrán un resultado justo.

De esta manera, los crímenes no son reportados, los agredidos no reciben la ayuda necesaria, los atacantes quedan impunes y las autoridades no llegan a conocer la verdadera amplitud y complejidad del fenómeno.

En 2018, la FRA llevó a cabo un estudio con más de cinco mil 800 personas de 12 naciones de la UE y confirmó que gran parte de los afrodescendientes son afectados por el acoso y la violencia, incluso a manos de la policía.

Sin embargo, muy pocos de ellos denuncian los ataques en su contra ante alguna autoridad.

El 30% de los entrevistados aseguró haber experimentado acoso por motivos raciales (gestos y comentarios ofensivos,  amenazas) en los cinco años precedentes a la realización de la encuesta.

De ellos, solo el 14% reportó lo ocurrido. De acuerdo con la FRA, el 5% de los participantes en el estudio fue víctima de violencia racista en el quinquenio anterior a las indagaciones, y el 64 por ciento de esa cantidad no recurrió a las autoridades.

El 34% de esas personas alegó que acudir a los oficiales no cambiaría nada y el 28% dijo no confiar o tener miedo a la policía.

De los países analizados, Finlandia, Irlanda y Austria registraron la mayor cantidad de actos violentos.

Tras el asesinato del afroamericano George Floyd por la policía estadounidense, numerosas voces se alzaron en Europa para denunciar el horrendo crimen e instaron al viejo continente a mirarse de manera autocrítica ante el espejo del racismo.

Las condenas que surgieron en territorio norteamericano, se expandieron por todo el mundo y llegaron también a las calles europeas y a sus instituciones políticas.

Durante una de sus sesiones plenarias, los miembros del Parlamento Europeo criticaron la brutalidad de los oficiales estadounidenses y manifestaron su desacuerdo con toda forma de racismo y discriminación. La sueca Alice Kuhnke, del grupo de los Verdes, aseguró que es necesario enviar una fuerte señal de condena a Estados Unidos, pero consideró que la UE también tiene mucho por hacer para combatir ese fenómeno.

“Este Parlamento y la Comisión Europea deben definir los pasos a seguir para construir una sociedad sostenible, que no abandone a ninguno de sus miembros. No puede haber espacio para el racismo y la discriminación”, afirmó.

Por su parte, el francés Younous Omarjee, de la Izquierda Unitaria/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL), recordó que el pasado europeo está marcado por la esclavitud, la colonización y el holocausto y pidió hacer lo posible para eliminar todo resto de esos terribles períodos de la historia.

Y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, abogó por luchar contra el racismo visible y el que se encuentra oculto en las estructuras de funcionamiento de la sociedad.

No obstante, el español Miguel Urbán, miembro del GUE/NGL, pidió menos palabras hipócritas y mayores acciones para identificar y procesar a los culpables de delitos por motivos raciales.

Recordó que en los Estados de la alianza se observan a diario agresiones de ese tipo, en especial los relacionados con los migrantes, quienes son maltratados y explotados. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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