Derechos Humanos, Política

Multilateralismo, el nuevo orden mundial

El viejo orden ha muerto. Lo que se espera es que se desplacen políticas viciadas y se impongan ideas beneficiosas a la humanidad. Se espera que ese nuevo orden surja a partir de negociaciones entre los polos de poder y se busque incluso el arreglo pacífico de las controversias entre naciones.

 

Javier Alexander Roa

 

La guerra de Rusia en Ucrania, más allá de contener el expansionismo militar de Estados Unidos y la Organización del Atlántico Norte (OTAN), hacia el este de Europa y territorios fronterizos, con la finalidad de preservar la soberanía y la integridad territorial, ha causado un resquebrajamiento del sistema globalista liberal, para impulsar (más visiblemente) un nuevo orden a través de los polos de poder en la geopolítica mundial o el nacimiento, definitivo, del multilateralismo.

El sistema geoeconómico y geopolítico construido por Estados Unidos acorde a sus intereses después de la Segunda Guerra Mundial y reforzado con la desintegración de la Unión Soviética (URSS) en los años noventa del siglo XX, cuando alcanzó transformarse como la única potencia global de la historia, está por terminar.

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante un discurso transmitido por televisión el 18 de marzo de 2022, advirtió que el “Nuevo Orden Mundial” está destruyendo deliberadamente la economía del mundo para impulsar un “Gran reinicio” en la humanidad.

Este derrumbe del sistema global liberal, comenzará a notarse, cuando Rusia, después que haya alcanzado sus objetivos en Ucrania, comience a tomar medidas para contrarrestar las sanciones occidentales, lo que ocasionará un “reformateo” de la economía mundial.

Estados Unidos y Europa, deberán aceptar el surgimiento de otros polos de poder liderados por Rusia y China. De igual manera, deberán aceptar la reconfiguración del nuevo orden mundial, donde los Estados optarán por formar partes de esos polos de acuerdo a sus intereses.

 El Orden Global Liberal, no desaparecerá, estará liderado por EEUU y Europa. Mientras los demás Estados estarán repartidos entre los polos de poder liberal y los que liderarán China y Rusia, cuyos principios (aunque pueda parecer paradójico) estarán centrados en el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

El presidente de EEUU, Joe Biden, el 21 de marzo de 2022, dijo (siguiendo a lo dicho por Putin anticipadamente) que el mundo en este momento está cambiando: “Va a haber un nuevo orden mundial y tienen que liderarlo”. Para ello, EEUU deberá “unir el mundo libre para hacerlo”. Biden argumenta, que esa fragmentación del Orden Mundial y el surgimiento de un Orden Mundial Nuevo, lo tratará de liderar EEUU, mientras Europa seguirá sumisa.

El patrón dólar que sustituyó el patrón oro, a través los acuerdos de Bretton Woods de 1944, realizados en plena Segunda Guerra, donde se estableció un nuevo modelo económico mundial, fijándose las reglas de las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados, entre ellos, el establecimiento de un sistema monetario mundial, no estará en desuso, pero, deberá fluctuar en el nuevo sistema económico, financiero y comercial con otras divisas de acuerdo a los polos de poder multilateral.

Las reservas internacionales, por la inseguridad que ha mostrado el sistema bancario globalista liberal, estarán resguardadas en los Bancos Centrales de cada uno de los países o en los bancos de estados aliados con estabilidad política y económica.

Desde hace años, Rusia y China vienen realizando sus transacciones económicas, comerciales y financiares a través de rublos y yuanes, utilizando el sistema de telecomunicaciones interbancario “SPFS” ruso, el sistema de liquidación de pagos “SWAP” y el Sistema de Pagos Interbancario Transfronterizos “CIPS” de China, desplazando al S.W.I.F.T o la corporación belga que brinda servicios relacionados con la ejecución de transacciones financieras y pagos entre bancos en todo el mundo.

Dichas plataformas que podrán ser ampliadas a medida que las sedes bancarias de otros países vayan sumándose al establecimiento de negociaciones económicas, financieras y comerciales en rublos y yuanes, y que, podría minimizar los efectos de un boicot de las transacciones financieras, como las aplicadas a Rusia en marzo del año 2022.

El impacto de las medidas coercitivas económicas, financieras, comerciales, políticas y culturales, impuestas por Estados Unidos y Europa a la Federación de Rusia, a través de la congelación de sus reservas internacionales, confiscando las riquezas de los ciudadanos rusos en los países occidentales, boicoteando la producción de todos los rubros de Rusia, desconectando sus bancos del Sistema Interbancario Mundial, expulsando a sus atletas de las competiciones deportivas internacionales, bloqueando sus rutas de navegación marítimas y sus rutas aéreas, entre otras tantas sanciones, afectando el sistema de interacción económica de Rusia con una parte del mundo, ha creado una incertidumbre y una alerta en los países con grandes economías como China, India, Sudáfrica, Brasil e Indonesia, quienes perciben las sanciones como una inseguridad para sus propios sistemas económicos, sus reservas internacionales en dólares y sus bienes fuera de la jurisdicción de sus estados.

Esta percepción negativa de las medidas coercitivas de occidente contra Rusia, ha impulsado a Arabia Saudita a considerar la utilización del yuan (que ha estado en la canasta de divisas del Fondo Monetario Internacional FMI desde 2016) para las negociaciones y los acuerdos petroleros con la República Popular China.

De la misma manera, India negocia con Rusia, un mecanismo de intercambio comercial en rupias y rublos.

La Unión Económica Euroasiática, integrada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, con la participación de China, están trabajando en un nuevo sistema monetario y financiero internacional independiente, que estará anclado a una nueva moneda internacional (por definir), que se calculará como un índice de las monedas nacionales de los países miembros y los precios de las materias primas.

El presidente Vladimir Putin, en una reunión de gobierno el 23 de marzo, anunció que había tomado la decisión de exigir a los “países hostiles” que paguen el gas en rublos y no con otras divisas, como medida a la congelación de los activos rusos por parte de los países occidentales.

Junto a este nuevo sistema económico, también surgirá un nuevo sistema de seguridad de las soberanías, ya sea colectiva o individual, donde China y Rusia, exigirán garantías jurídicas a través de acuerdos del cese de las amenazas y el expansionismo militarista de Estados Unidos y la OTAN, para construir una convivencia pacífica entre los pueblos. Al respecto, el Pentágono, informó el 22 de marzo, que la operación militar especial rusa en Ucrania afectará el contenido de la nueva edición de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos.

El nuevo orden de seguridad, no será impuesto por Estados Unidos, sino que surgirá a través de las negociaciones alcanzadas entre los polos de poder, donde todos los intereses estarán salvaguardados, pudiendo incluso, conducir hacia el arreglo pacífico de las controversias entre naciones y a una paz duradera en el tiempo.

No faltarán las amenazas de occidente para boicotear el desarrollo de este nuevo orden mundial, pero, la fuerza fuerte del orden multilateral de los polos de poder, desplazaran a esas políticas viciadas, imponiéndose las ideas beneficiosas a la humanidad.

El viejo orden ha muerto, ha nacido uno nuevo y, se llama, multilateralismo.

Fotos: Pixabay)

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