No tiene intención de dejar su acento atrás, pese a llevar 7 años en Inglaterra está muy orgullosa de sus raíces y entre ellas está su manera de hablar que le hace especial. Es mexicana y la idea de vivir en una ciudad distinta a la suya no la asustaba. Finalmente, a raíz del trabajo de su marido, viajó a Londres en 1997.
Paula Coll
Él trabajaba en una cadena de restaurantes en México, pero tuvo que desplazarse a Inglaterra debido a que uno de los restaurantes, que la cadena tenía ubicado en la ciudad inglesa, tenía pérdidas.
Tenía que encargarse de revisarlo e informar de cuál era la causa de los problemas que estaba sufriendo el restaurante.
De esta manera, la familia, compuesta por tres hijos, Marysol y su marido, decidió desplazarse y empezar una nueva vida lejos de su hogar. Por desgracia, la renta subió y el restaurante tuvo que cerrar sus puertas, pero Marysol y su familia decidió quedarse y labrarse un futuro nuevo.
Ella sabía que Londres podía ofrecerle grandes oportunidades laborales y con sus conocimientos en hostelería y los de su marido, no dudaron en abrir un restaurante familiar.
El 17 de marzo de 2005 abrió un restaurante mexicano con emprendedores y entusiastas con ganas de trabajar y mostrar las raíces de su país.
Su sueño siempre fue abrir un restaurante y lo consiguió. Considera que haberlo conseguido le ha ayudado a comprender la realidad de México desde otro punto de vista. Ahora entiende mucho más los problemas de su lugar de nacimiento y está más comprometida con la sociedad. Participa en maratones para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer de próstata.
Así pues, el restaurante en boca de Marysol, es “una ventana a la cultura de México”. A través de la comida, muestra el colorido, los olores y los sabores tan especiales que el país ofrece.
Ve en su manera de ser y en la de sus trabajadores, una herramienta para mostrar a Londres la simpatía y la amabilidad del pueblo latino, y en especial del mexicano.
No tiene intención de dejar esta ciudad. Es una orgullosa mexicana pero con el corazón en la capital inglesa.
No cree que el idioma sea un inconveniente para una persona que decide desplazarse a un país nuevo y desconocido. Ella vino sin saber inglés y ha conseguido abrir un negocio que, aunque es pequeñito, es muy gratificante.
No tiene intención de dejar su acento atrás, pese a llevar 7 años en Inglaterra está muy orgullosa de sus raíces y entre ellas está su manera de hablar que le hace especial.
Le fascina su trabajo, cómo lo hace y donde. Sabe que es una labor cansada y que requiere mucha dedicación pero le hace sentir bien y se siente orgullosa de haber llegado donde está.
Sus hijos se han criado en Londres y le gusta la educación que esta ciudad les puede ofrecer, por lo que se siente segura estando aquí y cree que es la mejor decisión que pudo tomar.
Ve la cantidad de flujos migratorios que hay en la ciudad. La gente viene y va por miles de razones y eso le hace sentir afortunada por poder seguir donde está y vivir feliz. (Memorias de The Prisma. Marzo, 2014)
(Fotos: Pixabay)
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