Europa, Globo, Reino Unido

Cierre de yacimiento de gas: Fría noticia para la Unión Europea 

No solo los vecinos de los Países Bajos deben prepararse para el cierre del campo de Groningen, sino también el propio Reino: el dinero recibido de la venta de gas fue la principal fuente de ingresos presupuestarios durante los últimos 60 años.

 

La decisión del gobierno de los Países Bajos de cerrar el campo de Groningen el 1 de octubre podría complicar significativamente los preparativos para el próximo invierno.

El yacimiento de gas de Groningen es considerado el más grande de la región, y, por lo tanto, los vecinos de los Países Bajos necesitarán urgentemente ubicar nuevos proveedores del combustible azul.

Apenas cuatro meses tendrán estos para buscar, pues el ejecutivo neerlandés anunció que los últimos metros cúbicos de gas para entregar a los estados de Europa Occidental se producirán el 30 de septiembre, y al día siguiente, el trabajo se detiene y se cierra por completo.

La desagradable noticia fue aceptada fríamente por la Unión Europea, pues los políticos de los Países Bajos lo reservaron para el momento más inoportuno: en vísperas del comienzo de la temporada de calefacción de otoño-invierno, cuando es alta la demanda.

Por otro lado, Ámsterdam no dio previamente una fecha exacta y afirmó que tenía la intención de cerrar el campo debido a la amenaza de terremotos.

Los científicos demostraron de manera irrefutable una conexión directa entre los movimientos telúricos y la perforación de pozos hasta el 1 de octubre de 2024.

Sin embargo, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, decidió hacerlo un año antes, lo cual es entendible: la producción del fluido comenzó en 1963 y los terremotos en la década de 1980, con cientos de réplicas que dañaron y destruyeron a miles de edificios.

Como era de esperar, el mercado de gas del continente fue el primero en reaccionar ante la fecha de la clausura, y la noticia de que los preparativos para el próximo invierno son cada vez más difíciles provocó un aumento en los precios del 30%. Analistas locales destacan que la producción en la región comenzó a reducirse hace mucho tiempo y ahora el gas de Groningen es una parte insignificante del balance del continente, el cual solía ser parte de una red de seguridad muy importante.

Según ellos, en caso de emergencia, con un invierno muy frío o un cierre en los campos de Noruega, ahora el principal proveedor de gas de Europa, las compañías podrían aumentar temporalmente la producción para cerrar la brecha. Actualmente, la producción del combustible en el campo se ha reducido al mínimo, y en los 3,5 meses que quedan antes de su cierre, aportará otros dos millones 800 mil metros cúbicos de gas.

Y a pesar de que Ámsterdam trata de tranquilizar a Bruselas, al decir que la decisión de cerrar podría revertirse temporalmente en caso de un invierno anormalmente frío, tomará alrededor de dos semanas para reanudar la producción de combustible azul.

Por otro lado, se sabe que las autoridades neerlandesas consideran la posibilidad de llenar con hormigón los pozos del campo en 2024.

A principios de año, el Gobierno local prometió asignar 22 mil millones de euros a los residentes de Groningen durante 30 años como compensación por las pérdidas causadas por los terremotos, pues de los aproximadamente 327 mil edificios en la región, al menos 127 mil se vieron afectados.

Esto se ve agravado con que más de tres mil 300 casas fueron demolidas en una década por razones de seguridad para vivir, según estadísticas de un instituto especial, ocupada exclusivamente del estudio de las consecuencias de la producción de gas local.

Y como consecuencia del cierre del campo, sus empleados tendrán que buscar nuevos trabajos. PL

(Fotos: Pixabay)

Share it / Compartir:

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*