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España: entre la ultraderecha y la conexión ‘latinoamericana’

En pocas semanas se enfrentarán en España las formaciones conservadoras y nostálgicas del franquismo, y las defensoras de un Estado de Derecho y conquistas en justicia social, derechos humanos y libertades ciudadanas.

 

Miguel Ángel Ferris

Corresponsal en Paris

 

Un escenario en el que ha desaparecido por completo el centro político, engullido mayoritariamente por las derechas, y en el que se enfrentan también los territorios con una identidad política más acentuada e independiente, como   Catalunya o Euskadi, con los que amenazan con una vuelta al centralismo monárquico e incluso preconstitucional. La espadas están en alto en la piel de toro.

Un torero se dispone a ejercer la vicepresidencia del gobierno del País Valenciano, una de las regiones más prósperas y dinámicas del Estado español. Además la ultraderecha va a dirigir las consejerías de Cultura, Justicia e Interior (cuerpos policiales). Y lo hará no sólo en dicho territorio, sino también en muchos de los gobiernos autonómicos y municipales en los que ha pactado con el Partido Popular (PP) el reparto de competencias. Esto lo ha hecho ante la mirada espantada de los movimientos feministas, LGTBI, animalistas, ecologistas y en general de la mitad del país que vota opciones progresistas.

Todas las líneas rojas que se habían marcado desde los medios de comunicación más influyentes, las fuerzas democráticas y el conservador PP, han saltado hace tiempo por los aires y, tras los recientes avances en los gobiernos europeos de Finlandia e Italia, el impacto de la ola del sunami ultraderechista amenaza ahora con demoler las instituciones democráticas españolas.

Los peores presagios apuntan a que, tras el escenario electoral de junio del 2024, éste pueda alcanzar el corazón del proyecto histórico de un continente cohesionado por los derechos humanos, la defensa de constituciones liberales y los Estados de Derecho.

En España la mayoría de las encuestas da, por el momento, una ajustada victoria a la alianza entre ultraconservadores del partido de Alberto Núñez Feijoo (presidente del PP) y el partido fascista VOX.

Las alarmas han saltado entre las formaciones clásicas (Partido Socialista Obrero Español -PSOE) y las integradas en la nueva Coalición que agrupa a todas las formaciones electorales de izquierda, llamada “Sumar”.

El liderazgo de su candidata estrella, Yolanda Díaz, actual vicepresidenta segunda del gobierno progresista español, es indiscutible, siendo la política más valorada del escenario nacional. Sólo la suma de dicha Coalición de Izquierdas y los votos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) podrían salvar al país de una regresión histórica en su largo periodo de transición de la dictadura de Franco a la Democracia.

Lo transcendental del resultado de las elecciones del próximo 23 de junio en España está vinculado en primer lugar con el rol que desempeñará este país en el periodo de presidencia semestral de la Unión Europea (UE), que da comienzo el próximo 1 de julio. Este podría ser presidido por un gobierno del líder conservador amigo de narcotraficantes gallegos y aliado con un partido de visión antieuropeísta, cargado de nostalgias por el pasado colonial, evangelizador y esclavista español.

En segundo lugar, y no menos grave para el contexto internacional y sus amenazas globales crecientes, una victoria de las derechas extremas españolas podría además variar la relación del conjunto de la UE, en cuya relación con Latinoamérica tiene un papel muy preponderante, con el conjunto de los países de la región y la potencia hegemónica de los Estados Unidos.

La visión de los partidos ultraliberales hispanos es contraria al actual proceso de constitución y avance de propuestas progresistas en el subcontinente. Además tiene una enemistad declarada con la mayoría de presidentes y gobiernos de izquierdas de Latinoamérica, mayoritarios en la región. El pro-atlantismo estratégico y la sumisión a las órdenes e intereses de los EE.UU es una de sus principales señas de identidad.

Por otra parte, la creación de un mercado y un proyecto político neocolonial, que desde VOX llaman “Iberosfera”, pretende reconstruir las viejas alianzas entre las élites derechistas locales y las compañías transnacionales españolas, amparadas por el ascenso de un posible Gobierno ultraconservador.

Dicho proyecto podría contar con la joint-venture de los gobiernos más autoritarios del escenario europeo, ávidos de nuevas relaciones comerciales más allá de las que ahora pretende restablecer la Comisión Europea y sus líderes regionales con Latinoamérica, ante la penetración de China y Rusia en la región.

En definitiva, unos resultados adversos a las formaciones del actual gobierno de coalición de izquierdas español, podría alimentar los procesos de ascenso del autoritarismo y retrocesos democráticos en todos los órdenes, no sólo en el propio país, sino en los escenarios de una Unión Europea debilitada con la guerra de Ucrania y los nuevos ejecutivos populistas patrióticos, y del actual cambio de ciclo de gobiernos de cambio político progresista en América Latina.

(Fotos: Pixabay)

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