Globo, Migrantes, Multicultura, Perfiles, Reino Unido

Un inmigrante de Portugal a Londres

Londres. Este cocinero luso asegura sentirse muy a gusto en una ciudad habitada por gente de diferentes nacionalidades, es decir, una ciudad tremendamente multiculturalidad.

 

Javier Duque

 

Nacido en Oporto en 1986, Pablo tenía claro desde hace unos años que quería venir al Reino Unido a vivir.

Y así lo hizo: aterrizó en Londres. Concretamente el 23 de septiembre de 2010.

En su último año de colegio se dio cuenta de que quería trabajar en Inglaterra. “No sé decir una razón concreta pero lo veía como una gran oportunidad para conocer mundo. Además, soy un fanático de la Premier League”, agrega. Tras acabar los estudios de secundaria, Pablo no quiso ir a la universidad y decidió más bien hacer un curso de hostelería. Algo a lo que, según cuenta, ya estaba acostumbrado porque su madre nunca estaba en casa a la hora de comer y él se hacía su propia comida.

Una vez acabado el curso, y estando ya preparado para ponerse detrás de los fogones, Pablo quería adquirir algo de experiencia en su país antes de marchar a Reino Unido. Pero el restaurante en el que iba a hacer las prácticas cerró y decidió que era el momento de marchar.

Llegó a Londres confiando en encontrar trabajo rápido, pero se encontró con otra realidad.

Tras aplicar en más de 15 restaurantes, no tuvo éxito. “Creo que tuve mala suerte porque dos amigos míos habían conseguido trabajo en lo suyo en apenas 10 días. Sin embargo, yo también acabé siendo afortunado”.

Afortunado, porque al no encontrar trabajo como cocinero, Pessoa decidió empezar de camarero. A las pocas semanas, una de las cocineras se fue y él le dijo a su manager si le daba la oportunidad de cubrir el puesto. Se lo dieron y Pessoa no los defraudó. Actualmente sigue en el mismo restaurante y todo parece marchar viento en popa.

Experiencia

Pablo no se arrepiente de la decisión que tomó. Asegura haber conocido a gente de todas partes del mundo y de todas las culturas. “Uno de mis compañeros de piso – al que quiero mucho – es musulmán y reza varias veces todos los días del año. Son cosas que chocan, pero que te hacen pensar y ver lo diferentes que somos”.

Destaca también que no ha conocido a muchos ingleses, ya que cree que es difícil porque ellos ya tienen aquí su propia vida y sus amistades. “No es como alguien que llega a otro país y necesita conocer gente nueva”.

En su trabajo afirma que hay un buen ambiente y que siempre le han tratado bien. “Lo duro en los restaurantes es el trabajo de `kitchen porter´”. Labor que, generalmente, la realizan indios, pero “ellos nunca se quejan”.

Respecto a sus planes futuros, Pablo prefiere no hablar de ello, ni pensarlo de momento. “Tengo un trabajo con un sueldo estable y eso, en los tiempos en los que estamos, ya es mucho. Y si vuelvo a Portugal será con la idea de montar mi propio restaurante”.

Pero cree que ahora no es el tiempo adecuado para volver a su país, ya que el actual gobierno está recortando los salarios por todos lados e, incluso, va a eliminar las pagas extraordinarias.

“Mis amigos están dejando el país, pero se están yendo a Brasil. Ese sí que es un país con un gran futuro »

Lo que más le sorprende es que algunos de sus compatriotas estén volviendo a Angola, antigua colonia portuguesa, para buscarse la vida. “Eso demuestra que los países que eran considerados pobres están avanzando. Y eso es bueno”, sentencia. (Memorias de The Prisma)

(Fotos: Pixabay)

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