Globo, Multicultura, Perfiles, Reino Unido

Viviendo toda la vida entre dos culturas

Ha pasado la mayor parte de su vida en Francia, pero ha traído consigo a Stoke-on-Trent (Inglaterra) la emoción todavía reciente de haberse reencontrado al fin con sus orígenes chilenos.

 

Noelia Ceballos Terrén

 

Carolina* ha vivido toda su vida entre dos culturas, pero este ha sido el año en que se ha acercado más a sus raíces.

De padre francés y madre chilena, esta francesa de 23 años acaba de llegar al Reino Unido tras haber vivido seis meses en Argentina.

De allá regresó con el sueño de volver un día y de mantener “la costumbre de cenar tarde y cocinar empanadas”. A pesar de haber viajado numerosas veces en su infancia, a España y Latinoamérica, Carolina admite que este año ha conocido mejor lo que es vivir lejos del hogar, aunque nunca ha sufrido sentimiento de desarraigo. “¡En Argentina tenía la impresión de estar en casa!”, exclama entusiasmada.

La sensación se repite tres semanas después de haber llegado a Stoke-on-Trent, ciudad del noroeste de Inglaterra, donde cursa un master de Relaciones Internacionales. Disfrutar de cada lugar que tiene oportunidad de descubrir es la clave de una joven que sueña con dedicarse a la diplomacia.

Aunque su estancia en Inglaterra va a durar solo seis meses, tiempo en el cual finalizará su beca Erasmus, la  ya se augura positiva. Hasta tal punto que, estando ya en su último año de estudios, no descarta la posibilidad de instalarse en el Reino Unido.

“Me adapto muy bien, aunque lo único que hecho muchísimo de menos es el queso francés”, asegura sonriente.

En calidad de becaria y transcurrido ya un tiempo aquí, la joven francesa no tiene queja alguna sobre el trato que ha recibido en este país.

Tanto la administración de la universidad como sus demás compañeros son “muy amables, siempre se están preocupando de mi situación y mi instalación. Son gente muy acogedora”.

Este semestre, cuenta, va a estar lleno de nuevas amistades con estudiantes de horizontes muy distintos. Y es inevitable mencionar la fiesta que rodea a esta experiencia educativa compartida por tantos alumnos europeos.

Sin embargo, Carolina no puede evitar recordar Argentina. Y es que algo de ella se quedó en Buenos Aires. Por eso no sorprende que ella, que nunca estudió español antes, sino alemán, volviera a la capital porteña tras un primer paso por la universidad. Desde entonces no repara en hacer halagos sobre esta nación: “Un país fabuloso con gente muy acogedora, que sabe disfrutar de la vida a pesar de que el día a día es duro económicamente para los locales”. También 2013 tuvo la oportunidad de trabajar en la embajada francesa en Buenos Aires. Con un océano de distancia desde su casa y un idioma que no dominaba a la perfección,

Carolina no tuvo problema alguno en hacerse a la vida local.

“No fue nada difícil integrarme en el país. Los orígenes de mi madre debieron ayudarme a adaptarme con mayor facilidad”, reconoce. Una vivencia “muy bella, del punto de vista social, cultural y profesional”.

De momento afronta con ilusión esta etapa en Inglaterra. Pero como no olvida de dónde viene, le gusta mantener contacto con otros hispanohablantes en Stoke-on-Trent. Tener dos culturas es un regalo que Carolina sabe apreciar: “Estoy muy orgullosa de poder representar a dos países. Es cierto que es muy difícil tener una doble nacionalidad porque no llegas a sentir que formas realmente parte de la gente local. Pero he sabido adoptar la música y las pequeñas costumbres para aprender a integrarme”.

*Carolina: Nombre ficticio, hechos reales.

(Fotos: Pixabay)

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