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Futuras elecciones en Bolivia: el miedo de la derecha

La posibilidad de lograr una candidatura única de quienes apoyan al gobierno de facto de Bolivia parece cada vez más lejana, pues, por el contrario, en ese sector se intensifica la pugna por la presidencia.

 

Photo courtesy of Wikimedia Commons/ Paulo Fabre. Free use Creative Commons. 23 October 2019

En tal sentido, obtienen escasa acogida los reiterados llamados a no dispersar fuerzas lanzados por la presidenta del régimen, Jeanine Áñez, quien se identificada con el exdirigente regional del oriental departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.

“La dispersión del voto es muy dañina. Experiencia, ya la tenemos; resultados o consecuencias de esa dispersión, ya los pasamos; no queremos volverlo a vivir”, expresó el pasado Áñez hace unos días.

Como presidenta actual sus palabras son una nueva intromisión en el proceso por las elecciones generales convocadas para el próximo 3 de mayo.

Áñez habló de las sucesivas derrotas sufridas desde hace 14 años frente al líder indígena Evo Morales y su Movimiento al Socialismo (MAS).

Dicho movimiento consolidó la semana pasada su unidad en torno a la candidatura presidencial del exitoso exministro de Economía Luis Arce Catacora, con el excanciller David Choquehuanca como aspirante a la vicepresidencia.

Frente al llamado de Áñez, el político derechista Jorge Quiroga -exmandatario efímero, entre 2002 y 2003 por la muerte de su mentor, el exdictador Hugo Bánzer-, insistió en llevar adelante su candidatura presidencial.

Quiroga manifestó que su postulación no busca dividir ni dispersar el voto en las nuevas elecciones de mayo próximo, sino concentrarlo, a su favor, para impedir una nueva victoria del MAS.

Sin embargo no habló de que las encuestas le asignan menos de 2% de intención de voto a su favor, muy por debajo del candidato del MAS -antes que Arce fuera nominado- y otros aspirantes reales y potenciales.

Quiroga ha ofrecido “un gobierno fuerte”, con un lenguaje extremo y abundante en adjetivos e insultos que, según observadores locales, parece indicar quequiere ser una versión andina del presidente derechista brasileño, Jair Bolsonaro.

Quiroga también se ha declarado en contra de elegir “un gobierno timorato, sin capacidad, sin competencia” que propicie que el MAS vuelva después al gobierno, en un desenlace similar al de Argentina.

Igualmente ha hecho alusión tácita al candidato centro-derechista Carlos Mesa, derrotado por Evo Morales en los anulados comicios de octubre de 2019, y hoy en un voluntario ostracismo, al parecer para no contaminarse con la represión y los errores del régimen golpista, al que sin embargo se cuida de no criticar.

Además de Mesa, que ha expresado que se volverá a postular, el empresario derechista del oriental departamento (provincia) de Santa Cruz, Carlos Ortiz, pretende buscar en las urnas la jefatura del Estado.

Otros que también han lanzado su candidatura es el binomio integrado por el extremista religioso y político Luis Frenando Camacho, para la presidencia, y Marco Pumari, ambos exdirigentes cívicos de los departamentos de Santa Cruz y Potosí, respectivamente.

Entretanto, el grupo de Mesa, Comunidad Ciudadana (CC), negocia una alianza con el derechista Movimiento Social Demócrata (MSD), influyente en el departamento de Santa Cruz, según la radioemisora Erbol, que señala que el acuerdo llevaría implícito que el MSD logre el apoyo del gobierno de facto a la campaña de Mesa.

Otros grupos de derecha menores, como Bolivia Unida, aún no deciden si se suman a los candidatos ya lanzados o compiten solos en los comicios de mayo. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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