La guerra de Ucrania ha expulsado del país a miles de niños y jóvenes que se refugian en los países vecinos. Unos arquitectos trabajan duro para ayudar a esos jóvenes desplazados a integrarse en sus nuevas comunidades mediante talleres y actividades de arquitectura.
Jorge Raedó
El Programa de Trabajo “Arquitectura & Infancia” de la Unión Internacional de Arquitectos UIA ha publicado un nota alertando de los peligros que corre la infancia ante las guerras y conflictos armados.
La seguridad de la infancia es frágil, requiere familia y hogar, tejido social circundante, sistemas sociales integrados para atender su salud, educación, estabilidad emocional.
La guerra de Ucrania ha expulsado del país a miles de niños y jóvenes que se refugian en los países vecinos.
Las arquitectas que forman parte de la UIA “Arquitectura & Infancia” y viven en Polonia, Rumanía, Bulgaria, Alemania… trabajan duro para ayudar a esos jóvenes desplazados a integrarse en sus nuevas comunidades mediante talleres y actividades “de arquitectura”, además de buscarles escuelas infantiles, colegios e institutos que los acojan.
Colombia ha recibido millones de venezolanos emigrantes -decenas de miles son infancia y juventud- en los últimos siete años.
La mayoría de los menores se han integrado en la educación obligatoria colombiana, pero miles no lo han hecho y son arrastrados a la economía ilegal, muchas veces violenta y perniciosa para su seguridad física y mental.
Además, cientos de miles de niños y jóvenes colombianos fueron desplazados por la violencia interna en las pasadas décadas, huyendo a otras zonas del país.
Las olas migratorias por calamidades climáticas, económicas y bélicas parecen crecer en el planeta. Más infancia será lanzada al vacío del exilio, el desarraigo y la desprotección. Todo esfuerzo para tejer la red que les acoja será bienvenido e insuficiente.
El sistema educativo obligatorio de los países de acogida debe redoblar esfuerzos para convertirse en faros (‘lighthouses’ o ‘casas de luz’) seguros en medio de la tormenta.
La Arquitectura es una disciplina artística, social, ambiental y técnica para construir nuestras vidas (en este caso, reconstruirlas). Nos ayuda a entender de dónde venimos y a dónde vamos, a recordar paisajes y espacios donde crecimos, a entender el presente por violento y caótico que parezca, a imaginar futuros pacíficos y hacerlos realidad.
La Arquitectura es el mundo seguro que construimos y habitamos; es el “lugar” mental que llamamos “hogar”.
Artículo publicado en Frontera D.
(Fotos: Pixabay)
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