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El crimen de Barbados

En 1976 la aeronave CU-455 de Cubana de Aviación explotó sobre las aguas de Barbados. Ocurrió en pleno vuelo, ninguno de los 73 ocupantes sobrevivió. Décadas después, los hechos están intactos en la memoria.

 

Danay Galletti Hernandez

 

Entre los pasajeros, estaban los 24 integrantes de la delegación de esgrima que regresaban a Cuba tras haber ganado el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, celebrado en Venezuela.

Emma Bárbara Alfonso Trujillo, por aquel entonces miembro del equipo de voleibol juvenil y quien habló en exclusiva con Prensa Latina, recuerda que ese día no hubo clases, pues entre la emoción y la incertidumbre, los profesores y alumnos “no tenían cabeza para nada”. “La última vez que vi a Virgen Felizola, Inés Luaces, Milagros Peláez y Nancy Uranga fue la mañana antes de su viaje mientras iban a desayunar. Estábamos en una práctica de boleo con el entrenador Celestino Suárez y ellas nos preguntaron cuándo marcharíamos a nuestra competencia en Canadá”, dice.

Integrante del equipo de florete femenino, Virgen  Felizola era una de las deportistas con grandes perspectivas de integrar la selección nacional en las Olimpiadas de 1980 en Moscú. Con ella Emma Bárbara mantenía un vínculo cercano, pues ambas cursaban la docencia en la misma aula y dormían en albergues continuos.

Cuenta que desde aquella fecha mantiene un luto que le “durará toda la vida. Si tenía algún problema siempre acudía en mi ayuda. Recuerdo que cuando se divorciaron mis padres me aconsejó mucho. Le comenté que me iba de la escuela para acompañar a mamá en la casa y ella desaprobó esa decisión”.

¿Qué pasó en 1976?

Beatriz Abreu cursaba el grado 11 en el preuniversitario Pablo de la Torriente Brau en Playa, La Habana, cuando el 15 de octubre de 1976 acudió al acto de despedida de duelo de los conocidos tiempo después como Mártires de Barbados, en la Plaza de la Revolución y con la presencia de Fidel Castro.

“Llegamos a la escuela y organizaron nuestra salida para la Plaza. Estábamos tan cerca de la tribuna que pudimos ver a los familiares conmovidos, si bien en el sitio había miles de personas. Es imposible hoy precisar la cifra. El silencio solo era interrumpido por los sollozos y las palabras de Fidel”, revela. En aquel año, aumentaron los ataques terroristas, promovidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a diplomáticos, aviones y embarcaciones de la isla que, a juicio de los historiadores, constituyeron la venganza contra Cuba por su participación en la derrota contra el apartheid sudafricano en Angola.

Las investigaciones sobre la voladura del avión civil con 73 personas a bordo —57 cubanos, 11 guyaneses y 5 coreanos— derivaron en el arresto de los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo, autores materiales encargados de colocar las cargas explosivas en un viaje anterior de la nave.

Años después, un documento desclasificado por la CIA de junio de 1976 descubriría cómo el terrorista cubano Orlando Bosch ideaba colocar una bomba en un vuelo de la aerolínea Cubana de Aviación, en la ruta Panamá-La Habana, con fechas para las acciones.

Luego del atentado, la policía venezolana detuvo a Bosch y al ex agente del servicio de inteligencia norteamericano de origen cubano, Luis Posada Carriles, y allanó su oficina de Investigaciones Comerciales, donde aparecieron pruebas y equipos vinculados al conocido como Crimen de Barbados.

El largo proceso judicial contra ellos en la nación suramericana experimentó irregularidades y presiones por el gobierno de Estados Unidos y la CIA, y en 1982 Carriles huyó de una cárcel venezolana hacia El Salvador, desde donde intervino en asesinatos a revolucionarios y el tráfico de drogas.

Refiere la historiografía que, hasta su muerte el 23 de mayo de 2018, perpetró acciones terroristas, permaneció en prisión durante un breve espacio de tiempo en el año 2000 en Panamá —liberado por la entonces presidenta Mireya Moscoso— después de un intento de magnicidio contra Fidel Castro.

Según los especialistas, Bosch fue declarado inocente y hasta su muerte en 2011 residió en Miami. Años más tarde, cuando le preguntaron por las víctimas civiles del sabotaje al avión, afirmó que todos eran miembros del gobierno comunista cubano y merecían morir. (PL)

(Fotos: Pixabay)

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